Es mia

-Raquel es hora de despertar, tenemos que ir al trabajo.

-No, otro ratito, 😴

-No podemos, tengo una reunión, el conflicto se está grabando.

-😩 Si yo también tengo una reunión moverán nuestro campamento, si eso pasa mi casa quedara más lejos.

-Podemos rentar otra casa más cerca.

-Si tienes razón, pero ya veremos cuánto tiempo es, está casa me gusta, aquí vives conmigo.

Ernesto se había mudado con ella, al principio se negó, pero acepto solo con una condición, Ernesto le dio un anillo a Raquel ahora era su prometida y quedaron en cazarse en Dark, para evitar chismes en el trabajo él dijo que se quedaba en él hotel del pueblo, así nadie sabía que el vivía ahí.

-Te llegó la carta de tu hermano.

-Si será su boda, no les puede mandar un regalo, pero se lo daré cuando regrese.

-Bien, tu familia es de la capital de Dark.

-Si, cuando vayamos viviremos en el Ducado Alvarado, ahí formaremos nuestra familia tú serás mi esposa y la madre de mis hijos.

-Si, yo pude seguir siendo doctora, tendremos una vida tranquila, nunca me vi como Duquesa, así no tendré mucho trabajo.

-😓 sí, sería muy malo ser Duquesa.

-Si es mucho trabajo, pero vamos se nos hace tarde, me voy y nos vemos ahí

-Si

Ernesto en todo este tiempo no ha podido ser sincero con Raquel, ella no quiere ser una noble, si le dice teme perderla y eso no puede soportarlo,pero cada vez la fecha para regresar está más cerca.

Después de unos meses a los doctores les comunican que tendrán que irse más al norte a dos horas de donde están actualmente, para Raquel significa que si tendrá que cambiar de casa.

Ernesto en su reunión le indican que debe ir con el general a un punto donde se vieron a mercenarios pasando armas, así como reforzar esa parte de la frontera, lo malo es que estará un poco más lejos de Raquel, a los doctores los mandarán a una zona segura, todo parece indicar que ambos tendrán que estar en el campamento.

En la reunión está el duque quien solo mira a Ernesto con odio, él sabe que él se queda con Raquel, desde que ella dejó la academia la tiene vigilada, pero ahora le comunican todo lo que ella hace incluyendo que el capitán vive con ella.

-Duque debemos irnos.

-Si, ya voy **Ella es mía, tengo que encontrar la manera de separarlos**

Así Ernesto llega a casa, Raquel ya estaba preparando la cena su amiga Ana la ayudaba y ponen la mesa, platican los tres de como es que se mudaran al campamento, Ana al no ser maga opta por quedarse pidiéndole a los dos que se cuiden.

En el viaje los primeros en salir son los caballeros Ernesto no quiere dejarla pero debe hacerlo

-Raquel cuídate sales mañana intentaré ir a verte la semana que viene, te mandaré un mensaje

-Tu también cuídate mucho, 😚 te amo

-Te amo

Raquel lo ve desde la puerta, él va a caballo con su uniforme se ve muy guapo.

-Mi señorita su maleta está lista, por favor usted cuídese mucho.

-Si Ana, te deje dinero para que no te preocupes, por favor también cuídate cualquier cosa me mandas un mensaje, paga la renta de 3 meses para que no haya problema.

Para Raquel el viaje fue fácil ella sabe cabalgar así que no tiene que ir en carruaje

Al llegar el campamento ya están listos, le toca compartir con otras dos chicas y como Ernesto prometió fue a verla, ambos salen al pueblo un rato, pero él tiene que regresar.

-Tengo que regresar mañana iremos al extremo donde se vieron mercenarios, te mandaré un mensaje cuando regresemos.

-Si, 🙂 lo estare esperando.

Ernesto sale a todo galope para llegar le pidió permiso a su general, pero solo fue por un día, quien está molesto es el duque que vio como se fue y el general no le dijo nada, al ser el general de las tropas del reino no tiene que obedecer órdenes del duque.

Cuando Ernesto regresa, tiene que ir con el general a la zona donde se vieron los mercenarios lo que nunca se imaginaban es que era una trampa, los espías no habían visto un grupo que estaba escondido, un halcón sale con el mensaje hacia el campamento, esperan recibir refuerzos.

-Ernesto vete, no debes estar aquí le jure a tu padre cuidarte.

-No general debemos seguir, los refuerzos no deben de tardar.

-Todos vayan hacia el río, es caudaloso, pero los que tengan magia agua controlen la corriente si logramos pasar los perderemos.

Todos corren en dirección al río, tratan de cruzar en la pelea el general es herido por proteger a Ernesto, él debe proteger al príncipe, ahora se arrepiente de haberlo traído.

Cómo pueden todos pasan los últimos son el general con otro caballero y Ernesto, quien trae a otro caballero herido.

A lo lejos se ven los refuerzos que van llegando, toman a los heridos entre ellos al general quien está inconsciente, Ernesto lucha contra la corriente para llegar a la orilla.

El duque había llegado con sus hombres que luchaban contra los mercenarios, al recibir el mensaje dudo en ir por un momento, pero llegó a tiempo, solo ve al general herido y a Ernesto cruzar el río.

-Capitán dese prisa

-Duque, gracias por venir.

-Dámelo, dame la mano del caballero herido.

El duque logra jalar al caballero y se lo da a los demás para que lo lleven con los heridos.

Ernesto le da la mano al duque para lograr salir, el duque toma su mano, pero con la otra, clava una daga en el costado de Ernesto, quien solo abre los ojos por la sorpresa e incertidumbre.

-Pero qué haces?

-Lo siento capitán, si tú no estás, ella volverá a mí, nunca debí dejar que se alejara, eres un buen capitán, pero no eres necesario.

-No te atrevas, ella jamás será tuya, aunque yo no esté, jamás lograrás que te ame, porque me ama a mí.

-Claro que regresara es mía.

-No lo es, si yo muero y si por alguna razón logras que ella esté contigo, jamás me olvidará en las noches estará contigo, pero pensará en mi 😈 nunca podrás borrarme de su cuerpo.

-Callate!!

Acto seguido él vuelve a clavar la daga y lo suelta, solo lo ve perderse en la corriente, los compañeros de Ernesto intentan rescatarlo, los que tienen magia controlan la corriente pero no logran verlo

-Duque que paso.

-Estaba herido, lo intenté sacar, pero él me solto de la mano, reporten las bajas, quiero ver cómo está el general

-Está grave, no creo que sobreviva

-Entonces informen de su estado en la capital, debemos llevarlo al campamento.

Todos van de regreso, en el campamento médico en unas horas llegan los heridos, Raquel reconoce al General, sabe que Ernesto estaba con él, así que deja lo que hace para ir a ver a los heridos, al no ver a Ernesto se siente aliviada, pero su felicidad dura poco al ver a los sobrevivientes, no ve a nadie conocido, así que con todo el valor que tiene va a ver a los muertos.

Su corazón late muy rápido, al ver a cada uno de los caballeros solo reconoce a uno, era un compañero de Ernesto, pero él no está, solo siente alivio, pero se pregunta dónde está, jamás dejaría al general.

-Raquel, el no está ahí él...

-Duque, dónde está el capitán Ernesto

-Está perdido, probablemente muerto lo siento.

¿-Que? No, dime qué no es cierto, debo buscarlo, donde se perdió, por favor manda a buscarlo.

-Ya lo buscan río abajo, se lo llevó la corriente.

-Déjame ir, si está herido debo ayudarlo

-No, Raquel, la zona está llena de mercenarios no es seguro.

-Tu no entiendes, debo encontrarlo, no puede estar muerto.

-Raquel, no dejaré que te expongas confía en los caballeros ellos lo encontrarán.

Raquel lloraba y es vulnerable ante el duque, algo que él no desaprovecha y la abraza, trata de consolarla, solo espera que le llore poco tiempo, en la zona busca el cuerpo, por qué si Raquel no ve el cuerpo jamás lo olvidará.

Raquel se retira a su tienda para descansar, sus compañeras no entienden que pasa, ella dice que es por los caballeros muertos, conoce a algunos, ellas ya no hacen más preguntas.

La búsqueda dura varios días,, pero sin éxito, la zona fue reforzada por el Emperador quien se entera del estado de salud del General va a verlo pero no está consciente.

-Duque, recibí su informe, dicen que no sobrevivirá, asegúrate que tenga todas las comodidades, cuando muera prepara su cuerpo, en la capital lo espera su familia.

-Si majestad, como usted ordene

-Han tenido suerte con el capitán.

-No majestad, ayer volvió a llover y corriente no ha bajado.

-Sigan buscando, si en una semana no encuentran rastros, declárelo muerto y manden un informe a su familia.

-Como ordene majestad

El duque seguía buscando el cuerpo, pero tal parece que se lo llevó la corriente, no hay rastro de él.

-Rayos, Raquel no dejará de buscarlo, debí matarlo fuera del agua.

-Duque, no hay rastro alguno, que hacemos.

-Sigan buscando, cualquier cosa que indique que está muerto.

-Si excelencia.

Raquel solo puede seguir con su trabajo, pero no puede creer que este muerto, si no ve su cuerpo ella jamás lo va a creer.

-Por favor Dios, déjame verlo una vez más, te agradezco por esta vida, pero no me lo quites, no quiero estar sola.

-Nunca estaras sola, yo estoy contigo.

-Duque, no sentí cuando entro

-Lo siento no quise interrumpir

-Hay noticias.

-No lo lamento, no hay rastro de él.

Durante varios días, el general agoniza, la fiebre lo hace delirar, Raquel al estar con él recupera ligeramente la conciencia.

-El Príncipe, dónde está.

-General no hable, debe descansar.

-No, el príncipe, el príncipe, Rodrigo va a...

-Principe? Rodrigo?

Raquel no entendía, el principe heredero es ahora el emperador y tiene un hijo pequeño pero de meses, ella no entiende a qué se refiere

-Tal vez se refiere al emperador, el fue su maestro cuando era más pequeño

- Raquel está delirando, no tomes sus palabras en serio.

-Si tienes razón, hay noticias?

-No.

-Se que está bien, lo se él no me dejaría, prometió llevarme a su casa, prometió casarse conmigo, él, él no puede, 🥺🥺

-Clama lo seguiré buscando.

-Gracias, muchas gracias.

El duque sale de la tienda está furioso, Raquel no acepta que él esté muerto y no lo aceptará.

-Haaa maldito idiota, como lo odio aún muerto seguirás entre nosotros, maldita sea, él tenía razón, pero el tiempo cura las heridas así que seré paciente, ahora lo siguiente es romper mi compromiso, no pienso casarme.

Lamentablemente, el general murió, sus últimos pensamientos fueron para aquel príncipe, su angustia no lo dejaba partir, Raquel le dijo al oído que el príncipe estaba bien en la capital, ella refiriéndose al príncipe del reino, y el general pensó que hablaba de Ernesto, su último suspiro fue para él.

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