Capitulo 18

Ana - sonriendo - usted me gusta

Ella siguió caminando delante de mi, eso me hizo sentir un poco extraño, pero también me hizo recordar a Andrea

Ana - volteando - sabe, siempre quise tener un amigo y ahora que lo tengo me hace muy feliz, por eso quería demostrarle mis sentimientos

De inmediato me di cuenta que ella solo trataba de decirme que yo le agradaba, en realidad no sentía atracción alguna por mi, eso me hizo quedar como un tonto y solo comencé a reír

Yo - deberías ser más específica en tus palabras, casi me haces pensar otra cosa

Ella solo volteó a verme confundida por lo que acababa de decir, continuamos nuestro recorrido, ella hacía preguntas de todo lo relacionado al mundo y yo simplemente respondía lo más completo que podía para que entendiera completamente

Ana - este día fue muy divertido

Yo - ¿cómo pudo ser divertido si solo trabajamos?

Ana - el estar con usted me hace sentir feliz y querer abrazarlo

No sabía qué era lo que pasaba con ella, pero de algo estaba seguro y era de que tenía que enseñarle las expresiones, porque parecía como si se estuviese declarando en vez de mostrar gratitud

Ana - ¿lo puedo tomar de la mano?

Yo - ¿qué? - dije bastante nervioso

Ana - viene la mujer de la mañana

Yo - ¿cómo sabes que es ella?

Ana - pude oír su voz y hace un momento la oí

Yo - ¿y por qué quieres tomar mi mano?

Ana - no lo sé, solo quisiera hacerlo, siento la necesidad de hacerlo

Eso me hizo sentirme aún más nervioso, ella era un alma demasiado joven como para pensar en eso y de pronto decía algo como eso

Yo - eres una alma pequeña, no deberías pensar en eso

Ana - está bien, pero deberíamos regresar, ya es un poco tarde

Yo - si

Regresamos y dejamos los destinos para después volver a casa, al llegar preparo la cena y cenamos, al término cada quien nos fuimos a nuestras habitaciones, al entrar comencé a sentirme como cuando estaba Andrea y decidí hablar con Azul

Pero había un problema, ¿cuál era la excusa para hacerla venir tan tarde?, no sabía que hacer para hacerla venir, ya que ella era la que podía explicarme lo que me sucedía

Después de pensar un rato y no poder encontrar nada con que hacerla venir decidí llamarla

Azul - ¿qué es lo que quieres?

Yo - ¿puedes venir a mi casa? es algo urgente

Azul - ¿qué es tan urgente como para hacerme ir tan tarde?

Yo - es algo que no puedo contarte por teléfono, necesito decírtelo de frente

Se escuchó un silencio, me quedé escuchando por si decía algo y al poco rato me contestó

Azul - llegaré en un rato

Ella colgó y me hizo extrañarme un poco extraño, pero decidí esperar, pasó muy poco tiempo cuando tocaron, fui a abrir y ahí se encontraba ella, no era la vestimenta normal ya que se veía más extravagante, ella entro y me dijo

Azul - volteando - ¿por qué me hiciste venir tan noche?

Ella me vio demasiado sorprendida, dió unos pasos hacia atrás y cayó con lágrimas que comenzaban a emerger de sus ojos y que recorrían todo su rostro

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