Me duele

Jara llamó a su madre y a su amiga Gema para decirles que los preparativos para el velorio ya estaban listos y que cuando pudieran vinieran, que ella les esperaría ahí en casa de Thiago.

Brian había conseguido que sus padres le llevaran a casa, para luego asistir al velatorio.

Jara estaba ayudando a la niña a vestirse, pronto llegaría la gente para darle las condolencias.

-Tu mami y tu papi, ya emprendieron un viaje largo, pero estén donde estén ellos siempre estarán en tu corazón- Le decía a la niña mientras le amarraba el moño de su vestido.

- ¿Porque no nos llevaron con ellos?- Hizo la pregunta con su inocencia.

- Porque ellos quieren que vos y Thiago aun vivan y disfruten de muchas cosas hermosas.

Cuando estaba lista la niña bajaron.

Ya había mucha gente ahí, su madre también ya había llegado estaba con Gema.

- Mamá, ya estás aquí- Le dio un brazo.

- Mi amor, ¿cómo estás?- Le preguntaba dándole un beso.

- Bien mamita.

- Hola amiga- Se dirigió a Gema dándole un abrazo y un beso.

- Amiga, aún no puedo creer todo esto lo que está pasando, lo siento mucho por Thiago. ¿Y esta hermosa niña quien es?- Pregunto mirando a la pequeña Sandy.

- Me llamo Sandy, Thiago es mi hermano- Le dijo a Gema.

- Que lindo nombre que tienes hermosa, yo soy Gema amiga de Thiago y Jara.

Gema hablaba con la niña, hasta que apareció Thiago, la saludo, también saludo a la madre de Jara que estaban ahí juntas.

- Jara podemos hablar un momento- Le dijo Thiago y se la llevó a la oficina de su padre.

Brian y su familia también ya habían llegado, pero, Thiago ni Jara los habían visto aún, Pero Brian vio como Thiago se llevaba a Jara, no podía controlarse y les siguió.

- Jara, toda la gente que está afuera y está por venir no todos son buenos, algunos vienen con malas intenciones. Pero yo ante todos tengo que actuar afectuosamente, hasta saber quienes son los enemigos.

- ¿Por qué hablas de una manera diferente?. Me estoy asustando un poco, noto tú vos fría- tomándole de la mano le decía.

- Jara mi familia tiene mucho dinero, y ahora que no están mis padres para manejarlo todo, me toca asumir con esa responsabilidad. No sabes como me siento, también tengo mucho miedo de lo que pueda pasar, soy aún joven, pero me toca asumir con responsabilidades que aún no me corresponden, pero yo no puedo flaquear, los demás verán eso y van a intentar quitarme todo lo que mis padres con mucho sacrificio han venido construyendo.

En ese momento Thiago se echó a llorar, tenía miedo de las cosas que vendrían, extrañaba mucho a sus padres, aún no cría todo lo que estaba pasando, quería despertar de esa pesadilla, tomar su mochila eh ir a clases y disfrutar de su último año del colegio, pero eso ya no era posible.

- Jara extraño mucho a mis padres, el miedo me está invadiendo y no sé cómo sonreír otra vez- Le decía con lágrimas en lo ojos.

Jara se acercó a su rostro le tomó con las manos y seco sus lágrimas. Le miró directamente a los ojos y le dijo, yo estaré para apoyarte, no estás solo, no te sientas solo, juntos vamos a salir de esto, no tengas miedo. Thiago al tenerla tan cerca, con nervios y con miedo al rechazo le dio un beso tierno en sus labios, Jara estaba recibiendo su primer beso, ella jamás imaginó este momento, sintió pequeñas mariposas en su estómago, a ella le gustaba él, en medio de tanta tristeza en su corazón, este momento fue como un consuelo para él.

Brian por detrás de la puerta estaba observando todo, sentía que se había enamorado de la mujer incorrecta, sentía que ella jamás le había pertenecido, ni jamás le pertenecería.

Jara mi amor, siento que te perdí y esto me está matando, me duele saber que estás con él, no quiero que estés con él, quiero que conmigo estés. Tanto tiempo tuve para conquistarte y no lo hice y ahora te estoy perdiendo. Quiero me beses a mí y no la él, quiero que me abraces a mí como lo haces al él, sé que no me quieres y seguro nunca me vas a querer porque fui un completo pelotudo. Quería darte mucho amor, quería una vida contigo y ahora solo quiero morirme, si me muero nadie me va a extrañar, no le hago falta a nadie, solo a mi madre para su veneficio económico. Voy a intentar olvidarme de todo lo que estoy sintiendo, pero se me va a ser difícil mi amor. Se dijo a sí mismo. Y se marchó dejándolos solos, con el rostro triste y sin ganas de nada caminaba hacia sus padres.

Gema a lo lejos le reconoció, noto en su rostro decepción y tristeza, se preguntaba que le había pasado, siempre fue un chico muy vivo y con ganas de pasarla bien en todos los sentidos, pero ahora se veía irreconocible, se veía triste y apagado.

Jara estaba viviendo la experiencia más bonita con el chico que desde el día uno le había llamado la atención, jamás olvidaría este día ni este momento, cuando sus labios se humedecieron juntos con los de Thiago, después de un momento se apartaron uno del otro intentando respirar de una forma normal y natural. En ambos había un brillo en sus ojos, los dos había hecho un viaje corto y con retorno a la realidad, sus mundos de ambos estaban por cambiar, Jara tenía muchos sueños que realizar, pero ese beso lo cambiaría todo. Thiago había aparecido en su vida para alterar los cursos de su vida. A Thiago le costaría emprender un destino de adulto y cambios bruscos, pero por el bien de sus vienes y por el futuro de su pequeña hermana tenía que hacerlo.

Sus padres en la adolescencia eran chicos con bajos recursos económicos, les había costado mucho tener todo lo que tenían, todo ese esfuerzo era para darles una vida digna a sus hijos, y con su partida todo quedaría en la nada, y eso Thiago no lo permitiría.

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