¿Por qué nunca me escuchas?

El fin de semana había pasado demasiado rápido, Jara tomó su cartera y se fue a dar una vuelta con su madre al parque, un día muy soleado y hermoso no debía ser desperdiciado, Jara había insistido mucho a su madre que fuera con ella, juntas daban un paseo agradable, había una feria artesanal y aprovecharon para comprar algunas cosas.

- Hola Jara que sorpresa encontrarte aquí- le dijo Thiago, que también estaba ahí con su hermanita pequeña.

- Hola Thiago, vine a dar una vuelta con mi madre. Mamá te presento A Thiago es un compañero de clase y también él fue quien mi invito a la fiesta.

- Mucho gusto jovencito.

- El gusto es mío, señora- Con todo respeto saludo a la madre de Jara.

- Hija yo ya me aburrí, me voy a casa te dejo con tu compañero para que den u a vuelta.

- Está bien mamá.

- Hasta luego señora, cuídese y que llegue bien a casa.

- Gracias, joven, Jara nos vemos en casa.

- Chau mami.

- Tu madre es muy agradable- Le dijo a Jara.

- Si es un amor de persona. Porque no vamos a la calesita así da una vuelta esta hermosa niña- Dijo dirigiéndose a la niña con quien estaba Thiago.

-¿ Cómo te llamas hermosa- Pregunto Jara a la niña.

- Me llamo Sandy.

- Que lindo nombre tienes Sandy, quieres un helado.

- Si Thiago no quería cómprame uno.

- No seas mentirosa niña traviesa.

Todos rieron en carcajadas, Thiago desde el día que había conocido a Jara le había llamado la atención, pero tenía algo de miedo decírselo, tenía miedo de ser rechazado, solo quería buscar el momento adecuado para confesarle que no dejaba de pensar en ella, y que ahora se veía muy hermosa con esa sonrisa en su rostro.

- ¿En qué piensas?- ella interrumpió su pensamiento.

- En nada, solo disfrutaba de tu compañía, y veía como te divertías con Sandy.

- Sandy es muy tierna, me agrada mucho, no me la prestas por unos días. Nunca tuve hermanos pequeños y bueno me encariñé con ella.

- ¿Tienes hermanos mayores?

- Soy hija única.

- Cuando gustes si quieres puedes venir a casa a verla.

- ¿Hablas enserió?.

- Muy enserió.

- Bueno después de clases puedo pasar un rato, si deseas.

- Como gustes. Ella en la mañana va al jardín y luego en la tarde está en casa.

- Bueno me voy a organizar y cualquier cosa estamos hablando.

Jara y Thiago pasaron la tarde más linda, subieron a los juegos, comieron helados, corrieron y jugaron con la niña.

En la casa de Brian las cosas se estaban poniendo algo intensas.

- A fin de año cuando termines la escuela te irás con Bárbara a estudiar, los dos se irán comprometidos- Le dijo su madre.

- Mamá no me puedes obligar a eso, yo no amo a Bárbara, es una chica muy linda, pero no quiero estar con ella.

- Tú sabes que le debemos una gran suma de dinero a su familia y con el compromiso las cosas pueden cambiar.

- Esa deuda no es mía, esa deuda es tuya y de mi padre.

- Todo lo que pase en esta casa te implica, y no te pongas en plan caprichoso, tú sabes cuáles son tus responsabilidades, y no quiero volver a ver a esa chica en esta casa.

-¿Mamá porque tienes que ser así?, Porque nunca me escuchas, no te importa lo que siento ¿verdad?, solo te importa el maldito dinero. Porque es tan difícil demostrarme un poco de cariño.

La madre de Brian estaba muy enojada, se acercó a su hijo y le dio una cachetada.

-A mi no me vas a gritar ni cuestionar nada Brian.

- ¿Tanto te cuesta ser una madre verdadera?

- Basta Brian.

Brian estaba muy enfadado con su madre, ya no quería verla más, y se salió de su casa.

No sabía donde ir ni que hacer, entonces se fue a la casa de su abuelo. El padre de su papá. Su abuelo siempre fue bueno con él.

- Hola abuelo como has estado.

- Hola hijo, ¿qué te trae por aquí?, problemas en tu casa seguro.

- Así es abuelo. Tuve una discusión con mi mamá.

- Que sucedió hijo.

- Abuelo quiere comprometerme con Bárbara y yo no quiero. Me gustaría poder tomar mis propias decisiones y hacer con mi vida lo que yo quiera.

- Cuando era chico le hacía caso en todo, pero ahora no puedo más. Ayúdame abuelo.

- Tu madre siempre fue una mujer ambiciosa, y su ambición la llevará a la soledad y de eso no se da cuenta. Tú eres su único hijo y no veo que te ame como tal. Solo ten un poco más de paciencia hijo, falta unos meses y ya serás mayor de edad y ahí entonces podrás tomar tus propias decisiones y yo ahí entonces voy a ayudarte, mientras tanto mantente fuerte y no te metas en problemas en tu casa. Este es tu último año en la secundaria, aprovéchala porque después comenzarás otra etapa en tu vida.

Brian se sintió un poco más aliviado después de hablar con su abuelo, su abuelo siempre le había dado su amor y cariño. Esa tarde estuvieron juntos disfrutado de charlas y anécdotas, salieron a dar una vuelta al parque, sin querer giro la mirada y ahí estaba Jara acompañada de Thiago, lo estaban pasando muy bien, Jara se veía hermosa sonriendo.

- ¿A quién miras tanto Brian?- le pregunto su abuelo.

- La chica que está haya es Jara, una compañera de clases.

- Esa muchacha te gusta ¿verdad?. El brillo en tus ojos te delata.

- Si abuelo, me gusta mucho, pero no puedo estar con ella, porque mi mamá me lo prohibió.

- Es una muchacha muy atractiva.

- La tuve 5 años de compañera y nunca me di cuenta de eso, hasta hace poco. Y ahora no dejó de pensar en ella.

- Se nota que tiene un gran corazón.

- Es muy agradable, pero ella no me quiere a su lado, porque la trate mal.

- Eso se puede remediar.

- Estoy intentando acercarme a ella, pero me lo hace difícil, ahora verle con Thiago me da muchos celos. Thiago es nuevo en la escuela y se hicieron muy amigos.

- ¿Ese muchacho es el hijo de los Montalvo?

- Así es abuelo.

- Conozco a sus padres, son muy buenos.

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