Mi futura esposa

La brisa de la mañana se asomaba de a poco, Jara tenía deseos de estar en su cama y dormir después de la fiesta.

- ¿Dónde vives?, así te acompaño a tu casa para que descanses- Le dijo a Brian.

- No quiero ir a casa, solo quiero estar contigo. Dime, ¿por qué me rechazas?

- Tomaste mucho.

- Puede que haya tomado mucho, pero se lo estoy diciendo.

Brian no podía estar bien de pie por causa del alcohol, casi se desvaneció al piso, Jara enseguida reaccionó y le tomó en sus brazos, Brian sentía su calor y esto hizo que su corazón palpitara con un ritmo diferente. Sentir su respirar muy cerca provocó que las pupilas de sus ojos se humedecieran, ella quiso apartarse, pero él la impidió, la tomo con mayor fuerza entre su cuerpo.

- Jara, no me dejes solo en esta tempestad, mi vida parece perfecta, pero no lo es. Enséñame a ver la vida como lo ves tú.

- ¿De qué estás hablando Brian?.

- Cada día mis padres me imponen que amigos debo tener, que es lo que tengo que hacer con mi vida y muchas otras cosas más. Mis padres ya eligieron con la mujer que me debo de casar. Pero yo no estoy de acuerdo con nada de eso. Me gustaría ser libre, decidir por mí que es lo que quiero, y lo único que por ahora quiero es tenerte a mi lado.

Jara sintió una gran lástima por él, ella creía que él lo tenía todo, unos padres buenos y con dinero para darle todo lo que él deseaba, unos amigos a su altura y una novia bella. Pero nada de eso era real.

- ¿Cuándo termines la escuela que vas a estudiar?.

- Mis padres están planeando enviarme al extranjero y estudiar economía, para luego yo hacerme cargo de las empresas familiares.

- Eso es bueno.

- Jara, no me cambies el tema.

- Brian deja que te acompañe a tu casa y luego en otro momento hablamos sí quieres, estoy cansada y ya no aguanto más estos zapatos.

- Ja, ja, ja. No estás acostumbrada a usar esos zapatos ni esos vestidos ¿verdad?.

- La verdad no, pero la ocasión lo ameritaba.

- Te vez muy hermosa, nadie te quito la mirada en la fiesta, y eso me enfurecía, solo yo quería verte y tenerte a mi lado.

- Gracias por tú alago.

Jara y Brian caminaban juntos por la vereda de la calle, ella le tomaba del brazo para que no caiga, él jamás se había sentido tan protegido y cuidado, esta sensación que estaba experimentado era reconfortable en su ser.

Los pies de ella ya no aguantaban más del dolor, vio que un taxi venía y lo paró, le pidió la dirección a Brian y él se la dio, Brian estaba siendo atacado por el sueño y de a poco cerraba los ojos se apoyó en el hombro de ella.

Cuando llegaron a la casa de él, Jara le pidió al taxista que lo esperara para que le lleve a su casa. Ella le ayudo a bajarse, cuando vio la casa donde él vivía quedó alucinada, era una casa muy grande y hermosa, ella jamás había venido por aquí.

Una señora muy agradable y buena nos abrió la puerta.

- Buenos días jóven.

- Buenos días Zara.

Zara era la señora que trabaja en su casa, ella desde que Brian era un niño cuido de él, amaba mucho a Brian y él a ella. Ambos habían creado un vínculo hermoso.

- Gracias señorita por traer a Brian. Nunca lo vi en este estado, espero no te haya faltado el respeto- Dijo Zara, dirigiéndose a Jarportó No se preocupe señora, se porto bien.

- Zara te presento a mi futura esposa. Con ella quiero una vida y tú te vendrás conmigo para que cuides de nuestros hijos.

- Será como ustedes diga joven.

- Yo me tengo que ir, el taxi me espera, hasta luego señora me dio gusto conocerla.

- Adiós señorita, que llegues bien a tu casa y gracias por traer a Brian.

Jara Tomó el taxi y se fue para su casa, tomó su celular y le envió mensaje a su amiga para preguntarle si había llegado bien, ella le respondió que sí. Se sentía algo mejor con la repuesta. Cuando llego a su casa se tumbó en la cama.

Cuando Brian entraba a su cuarto su madre le detuvo.

- ¿Quién es esa chica con quien viniste?- enojada le pregunto.

- Es una compañera de clase mamá.

- Será mejor que te vayas alejando de esa muchacha y empieces a tomar las cosas con más seriedad. No me obligues a tomar represalias. ¿Qué pasó con Bárbara?, siempre vienen juntos, ¿dónde se quedó?.

- No lo sé mamá. Quiero descansar.

- Descansa que luego tú y yo hablaremos.

La mamá de Brian era una mujer muy ambiciosa, tenía un hogar muy lujoso, un marido con muchas empresas, un hijo hermoso a quien no le daba mucha atención, no se conformaba con lo que tenía, quería más, por eso planeaba cazar a su hijo con una mujer de su mismo nivel económico. Ella jamás permitiría que Brian se juntara con cualquier mujer.

Mientras tanto Brian en su cama se sentía un completo idiota, con nadie podía hablar de las cosas que pensaba o sentía, la única persona quien le entendía era Zara, pero ella no podía hacer mucho por él, él deseaba que su madre lo ame tanto como Zara lo hacía. Después de mucho tiempo había descubierto un sentimiento hacia alguien. Pero por la amenaza de su madre él tenía que reprimir ese sentimiento. Se había enamorado de la mujer que su madre nunca la aceptaría y eso hacía que su corazón se debilite cada vez más y no tenga deseos de vivir.

No sé cómo haré para sacarte de aquí adentro amor mío, un rival llegó y no podré contra él, no quiero alejarme de ti, pero tengo que hacer lo que dice mi madre, solo espero que cuando vuelva aún estés ahí para conquistarte. Tengo que ponerme fuerte, espero que no sea tarde para eso. Se decía así mismo y quedó dormido.

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