Solo piénsalo

Después de que Peter se llevará a Pete, estuvo un par de días con él. Realmente no lo vi mal, ya que mientras él quisiera pasar tiempo con Pete y me avisará con anticipación sobre sus planes, no iba a imponer ninguna queja.

Pete se comportó de buena manera, por lo que cuando Peter lo trajo no había ninguna queja, aunque pude notar que aquel muro entre Peter y Pete seguía existiendo. Sin embargo, en algún momento, Peter debía comenzar a sentirse como un padre, era solo cosa de él mismo, yo solo debía dejar que él cumpliera su rol paterno.

Estábamos en el jardín, Peter sostenía la maleta de Pete. Pete por su parte se estaba ansioso porque lo cargará. Era un poco cautivador ver lo mucho que me había extrañado en un pequeño lapso de solo unos pocos días.

-Mi madre estaba totalmente cautivada por Pete. Es totalmente asombroso el parecido que tiene conmigo. Me alegra que no te molestará que él pasará días con nosotros.

-Mientras no deseen separarme de Pete. Puedo ser bastante flexible. Sobre lo demás, me alegro de que Pete pudiera convivir con tu familia.

-Gala, te extraño… Es demasiado para mí. Antes no sabía lo mucho que te necesitaba, prometo cambiar…

-Peter, dejemos las cosas así. No necesito esto, tu arrepentimiento no borrará tu pasado mujeriego. Gracias por convivir con Pete. Pero si en el futuro sigues mostrando desinterés hacia él, debo decir que no te necesitará en su vida. Prefiero que Pete crezca sin una figura paterna. Él no necesita un padre ausente.

-Lo estoy intentando -murmuro.

-Lo sé, pero eso no es suficiente. Ahora, lamento echarte, pero debo salir.

-No es un problema, supongo que no debo seguir retrasando tus tiempos -sonrió con pocos ánimos-. Nos vemos pronto.

Peter caminó hasta la salida con pocos ánimos, se veía cada vez más lamentable, ¿realmente me extrañaba tanto? ¿Tanto me necesitaba? Bueno, al menos eso parecía. Aunque seguía manteniendo la misma postura, ya era bastante tarde como para que se arrepintiera. Peter tuvo muchos años para pensar en sus acciones.

Después de duchar a Pete, al vestirlo este estaba alegre, en ese momento ya podía pronunciar más palabras y un par de oraciones. Aunque mientras lo vestía estaba muy alegre cantando una canción. Algunas palabras estaban bien, otras eran distintas y algunas partes eran simples murmullos.

Era un día libre, por lo que decidí visitar a Camila. Ella había sido bastante amable conmigo. Por años dejé todas mis amistades de lado, por lo que estaba bastante emocionada por recuperar contacto con una amiga tan buena como lo era Camila.

La casa de esta era bastante grande. Había un montón de flores en el jardín. Aquellos cautivadores colores habían capturado la atención de Pete, mientras el pequeño caminaba mi lado señalaba las flores más brillantes y coloridas.

-¡Bienvenidos! -exclamó Camila con una gran sonrisa. No había abierto muy bien la puerta cuando ya estaba cargando a Pete entre sus brazos-. Soy tu tía, mi nombre es Camila.

-¿Tía? -pregunto Pete totalmente confundido mientras me miraba en busca de una respuesta.

-Tía, no te preocupes -respondí a Pete con una sonrisa.

-¡Tía! -Grito el pequeño con emoción.

De un momento a otro, Pete estaba jugando con la pequeña sobrina de Camila, Carolina, esta pequeña niña era la hija de su primo. Al parecer su primo tuvo un viaje repentino por lo que dejó a su hija al cuidado de Camila.

-Adoro a los niños, a veces en verdad deseo tener uno propio -dijo Camila un tanto afligida-. Pero descartó todos los matrimonios arreglados, prefiero esperar a un buen hombre.

-Siempre has mantenido ese pensamiento -dije con una sonrisa.

-Soy una persona bastante decidida, aunque mis padres dicen que soy tonta. Es demasiado para mí soportar la presión de ellos me traten como menos solo porque piensan que soy tonta. Es solo que estoy cerrada a todas esas tradiciones de familias ricas, no más.

-No los escuches -dije con más seriedad-. Mírame a mí. Mi matrimonio terminó de una forma tan lamentable que realmente no me alegro de nada en él. Ame a Peter y solo ahora él quiere arreglar nuestro matrimonio. Es estúpido. Lo único positivo de toda esa basura fue Pete.

-¿Te fue tan mal? -preguntó con curiosidad y sorpresa.

-Más de lo que puedo expresar, pero eso ya es parte del pasado.

-Dejando eso de lado. ¿No te has interesado en nadie?

Desvié mi mirada con vergüenza, más que Peter, Alonso también había declaró sus sentimientos en diversas ocasiones a mí. Aunque yo lo había rechazado, este de vez en cuando mandaba flores a mi oficina y seguía pidiendo salidas en momentos al azar.

-¡Desviaste la mirada! -grito Camila-. ¿Quién es?, ¿lo conozco? Vamos, dímelo.

-Bueno, Alonso Hoffmann ha estado insistiendo, ¿lo recuerdas? Estudio en la misma universidad que nosotras, aunque tú te cambiaste de universidad a mitad de carrera.

-Aunque no lo recuerde por la universidad, claro que lo conozco, es muy exitoso en los negocios, mucho más que su padre. ¿Están saliendo?

-Claro que no, no podemos hacerlo. Lo rechacé.

-¿¡Qué!?

Tras aquel grito, Carolina y Pete, los cuales jugaban a nuestros pies se asustaron y nos miraron. Calme a Pete con la mirada y este continuo jugando.

-No grites. Lo rechacé por sentido común. Tengo a Pete, no puedo pedirle que se convierta en padrastro solo porque le gusto. Estoy segura de que encontrará a una buena mujer.

-¿Por qué no?, piénsalo. Pueden tener una buena oportunidad, no deberías cerrarte a eso. Solo piénsalo. Peter ya se ha mostrado junto a otra mujer, ¿por qué no puedes intentar estar con otro hombre? No pongas a Pete como una excusa.

-No lo sé. Supongo que solo estoy cerrada a intentar otra relación. Estoy agotada por mi matrimonio, en el futuro podré plantearme algo así, pero por ahora quiero estar de la misma manera.

-Gala, no seas así. Eres bastante atractiva, además, Alonso es un hombre muy atractivo.

-Hablemos de eso en otro momento.

-Gala…

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