No te necesito

Por cada día bueno, había mil cosas malas, verdaderamente parecía que no era la favorita del destino, las visitas de Peter se multiplicaron y para sumar, mi asistente había renunciado, bien sabía que no era del agrado de muchos en la empresa, pero mi asistente era la gota que rebasaba en vaso, por lo menos encontrar un reemplazo fue sencillo.

Hubo días en los que tuve que llevar a Peter junto a una niñera a la empresa, todo con el fin de verlo, también porque el pequeño no estaba acostumbrado a estar lejos de mí y había días donde lloraba por extrañarme más que en otros días.

Ahora, ¿qué ambiente había en mi oficina?, la respuesta era “Tensión”.

Aquella tensión era ocasionada por las miradas filosas de que tanto Peter como Alonso intercambiaban, aquella situación no fue prevista, por lo que estaba fuera de mis manos, pues, si planee con antelación una reunión con Alonso con el fin de cerrar varios tratos, aunque fuera de mis planes, Peter apareció sin previo aviso entrando casi a la fuerza.

-Alonso, ¿puedes retirarte un momento?, prometo ser breve -aclaré mi garganta y miré a Alonso casi suplicándole.

-Por supuesto, por lo visto los modales han sido abandonados -la mirada sarcástica se clavó en Peter, causando que este se irritara.

-Me disculpo, gracias por tu comprensión.

Alonso se levantó y camino lentamente hasta la salida, antes de salir se paró en seco frente a Peter y sonrió, Peter le regreso una mirada arrogante y llena de impotencia, esto causo que Alonso saliera con una enorme sonrisa en sus labios.

-Bien… ¿Qué se supone que deseas? -pregunte con cólera mientras Peter se caminaba para tomar asiento frente a mí, justo en el lugar en el que estuvo Alonso anteriormente.

-Solo quiero hablar, realmente no esperé que fueses tú la sucesora del lugar de tu padre, lo supe solo cuando fui a ver a Pete y tanto tu padre como tu hermano estaban jugando con él.

-Son cosas que no necesitas saber, cualquier cosa que quieras decir dila rápidamente.

-A estas alturas deberías bajar la guardia conmigo, honestamente puedo entender el rencor que sientes hacia mí, pero por Pete deberíamos llevarnos bien, yo estoy arrepentido de haberte dado la espalda, hasta ahora no he sido bueno y quiero enmendar mis faldas, quiero ofrecerte toda la ayuda que necesites.

-No te necesito, cualquier cosa que desees ofrecerme será declinada, lo que menos quiero es deber algo a una persona como tú -suspiré-. ¿Por qué insistes en aparecer frente a mí?, ¿no te bastaron todos aquellos años en los que fui miserable por tu culpa?.

-¿No fuiste feliz ni una sola vez a mi lado?, las cosas no terminaron bien, fue mi culpa, pero… ¿Realmente jamás pudiste ser genuinamente feliz alguna vez?.

La tristeza en el rostro de Peter no me transmitía nada, simplemente no podía empatizar con aquel hombre, ¿por qué siquiera estaba triste?, aunque si me causaba un poco de curiosidad lo que su cabeza resguardaba, ¿qué pendientes tuvo al echarme de su vida?.

-No puedo alegar que fui feliz, si hubo buenos momentos, pero no suficientes… Aunque antes de que hables más, no puedo evitar tener cierta curiosidad, mi pregunta es, ¿qué pasó por tu mente al pedir el divorcio y dejarme de lado? -mi tono de voz era neutral, pero mi mirada delataba mi excesivo interés en lo que Pete pudiese decir.

-¿Qué podría ser?, estaba agotado de nuestro matrimonio, era agobiante lidiar con todo eso, ni siquiera un hijo pudo llenar aquel vacío que tanto deseé llenar, fue mi culpa al aceptar un matrimonio sin amor, no es como que ame a Marian, pero sentí más interés por ella en ese momento.

Un hombre descarado y sin empatía, sus palabras me habían dejado totalmente impactada, mi cuerpo estaba helado y a duras penas podía mantener mi mirada en él.

-¿Jamás me amaste?, ni siquiera un segundo, ¿toda aquella amabilidad fue simplemente por convivir conmigo? -por un momento no pude ocultar el dolor en mis palabras, sentía como si me estuviese quebrando por dentro, ¿aquel hombre seguía teniendo aquel impacto sobre mí?.

-Por un tiempo estuvimos bien, te amé, pero aquel amor no fue suficiente, simplemente… Aquella felicidad murió rápidamente, al momento de pedir el divorcio, creí que ibas a resistir un poco más y me pedirías cambiar de opinión… No fue así, aceptaste enseguida y aunque había lágrimas en tu rostro, no volviste a llorar.

-Eso es lo más ridículo que he escuchado, ¿querías que llorara por ti?, no lo mereces -por lo menos había aprendido a manejar bien mis emociones, además la rabia rebasaba por mucho el dolor que sentía con cada palabra-. No sabes que es ser padre, desde el primer momento en el que Pete estuvo entre mis brazos lo supe. Él es el ser que más amo, mi vida tiene sentido por él, mi objetivo es cuidarlo y protegerlo hasta que él deba cumplir sus propias metas, en ese momento solo me quedará apoyarlo.

Peter se quedó en silencio, sabía que tenía cosas por decir, pero ya no soportaba observarlo, por más dura que fuese con él, lo había amado por años, era imposible para mí simplemente tacharlo de mi vida, pero aquello se había más simple con cada estupidez que este cometía, con cada día solo arruinaba más mis pensamientos sobre él.

-¿Qué querías decir?, viniste hasta aquí por algo, no creo que vinieras solo para darme “apoyo”, el cual lo diré de nuevo, no necesito -dije haciendo que Peter saliera de sus pensamientos y me observará.

-Yo… Quería invertir en el nuevo proyecto que estás iniciando, escuché de ese proyecto a través de un socio y no pude evitar interesarme, quiero invertir y participar tanto como pueda, pienso que nuestros problemas personales no deben mezclarse con trabajo.

-¿Bromeas? - pregunté con burla mientras arqueaba mis cejas.

-Lo digo en serio, Gala, tengo buen ojo para las oportunidades.

-Lo sé, nos casamos por conveniencia, pero… eres un cínico -sonreí a medio lado-. Ya decía que el repentino interés era extraño, viniste hasta aquí ofreciendo tu asquerosa ayuda solo para obtener un trato, no soy estúpida y, esta empresa ya no necesita de la tuya ni de la de nadie, estamos en un buen momento y principalmente, no quiero verte el rostro en el trabajo.

-Gala…

-No… -mis frías y contundentes palabras hicieron que el rostro de Peter se quedará inexpresivo y no debía leer su mente para saber que su cabeza estaba en blanco.

-¿Qué debo hacer?, no voy a rogarte, te ofrezco una buena suma, ni siquiera la has visto -renegó este con cólera-. ¿Quieres que te ruegue? ¿Es tu forma de vengarte?.

-¿Venganza?, no lo necesito, además no quiero que ruegues, al menos no por ahora -solté una risita burlona y un rostro radiante-. No quiero ver la dichosa suma, por primera vez no obtendrás lo que quieres y créeme cuando digo que deberías dejarme en paz, a estas alturas deberías saber que no voy a doblegarme ante ti.

-¡Lamentarás esto, Gala!. ¡Lo juro!.

Peter se levantó de forma molesta y me lanzó una mirada llena de odio, antes de salir lanzó un par de maldiciones impetuosas, sus largos pasos resonaban con fuerza, estaba ardiendo de furia, antes de que se alejara mucho le grite una última frase.

-¡Recuerda que el mundo gira mucho, tal vez te tragues tus palabras! -tras esas palabras me relaje en mi asiento y unos minutos después Alonso entro con dos cafés.

-Lo vi irse totalmente enfurecido -dijo Alonso antes de sentarse frente a mí y entregarme un café.

-Es agotador lidiar con él, continuemos con lo anterior.

-Claro…

Al probar el café mi cuerpo se relajó un poco más, era Capuchino, solía tomarlo mucho en mi época de exámenes, me sorprendió un poco que Alonso lo recordará, aquello quitó un poco aquella sensación amarga que acababa de tener a causa de Peter, realmente se sentía bien saber que mi existencia era notada por algunas personas.

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