TODO AL FINAL, TOMA SU PROPIO CAMINO.

Los días para Sonia han ido transcurriendo de manera pausada y caótica, la distancia entre ella y Leandro es cada vez más amplia, ya no existe esa leve cercanía que existía cuando estaban en su país, ahora simplemente parecían dos completos desconocidos que trabajaban en la misma empresa, solo jefe y empleada.

Desde la distancia, se observa cómo el individuo sonríe con la mujer que se encuentra enfrente y el infante pequeño que posee la misma edad de la pequeña Mía. En este momento, se comprende que si ella hubiese aceptado la oferta de trabajo cuando él se le ofreció, ella hubiera tenido la oportunidad de acercarse más a él y lograr que él tuviera los mismos sentimientos hacia ella. Sin embargo, en este momento, es demasiado tarde.

-      Dado que deseo que me sonriera de la misma manera que lo hace con ella (habla para sí misma sin pensar que había alguien muy cercano que la escuchaba)

-      Muchas aquí desean lo mismo.

-      Por Dios Jordán, me has asustado

 -      Vaya, feo, no soy, soy demasiado galante

-      En eso tienes razón, pareces modelo de revista

-      Gracias por el halago, pero no caigo bajo tu encanto, eres fruta prohibida (la mujer no comprende sus palabras por lo que niega con la cabeza) y hablando de ti, tengo entendido que tuviste esa oportunidad

-      ¿De qué hablas? (la mujer pasa por su lado para ir a su oficina a recoger sus cosas)

-      Bien, tú a mí no me recuerdas, pero yo a ti sí

-      Espera, me estás diciendo que ¿nos conocíamos de antes?

-      Así es, llevo 6 años trabajando en la misma empresa, me vine con Leandro, apenas me ofrecieron el cargo

-      ¿Por qué no me dijiste nada?

-      Porque quería saber de fuente propia que en verdad habías cambiado

La mujer se deja caer en la silla con resignación, frente a ella estaba alguien que conocía su pasado y lo que era, ahora no tiene la certeza de poder confiar en él.

-      Espera… quieres decir que…

-      Así es, mi cargo es la oferta que tú rechazaste por digna o por querer seguir junto al otro jefe, no lo sé (hace gestos de que está analizando sus palabras) hay diferentes posibilidades

-      Espera, espera, yo no lo rechace por digna, es solo que en mis planes no estaba salir fuera del país, talvez trasladarme a otra ciudad, pero no de país y con respecto a lo otro no sé a qué te refieres.

El hombre frente a ella la mira con intriga, con duda, tratando de descifrar la verdad en sus palabras, por lo que continúa hablando.

-      Bueno, muchos pensaron que rechazaste la oferta porque seguías detrás de Lisandro y eso rompió las ilusiones del imponente Leandro Manson por lo que él tomó la decisión de irse del país sin retorno.

-      Tú… no estás hablando en serio, ¿o sí?

-      Yo nunca bromeo Srta. Jones, (esto lo dice levantándose de su lugar mientras arreglar su saco) usted tiene razón, tuvo su oportunidad, pero ya la perdió porque él ahora es un hombre felizmente casado, que tenga buena

noche.

Sonia queda sin palabras ante la revelación que ha tenido, todos pensaban que ella estaba aún enamorada de Lisandro y eso creo una mala reputación nuevamente, todo eso encajaría en por qué la actitud de Leandro había cambiado, él tenía sentimientos por ella y solo lo ignoro incluso haciéndolo sentir mal por sus palabras la última vez que se vieron.

Toma sus cosas sin ánimo después de esa revelación, no sabe qué pensar ni como actuar, seguro Jordán no fue el único que vino de su país para trabajar acá, seguro muchos más deben conocerla y sobre todo su pasado, al llegar al ascensor puede ver a Leandro acercarse junto a su esposa y el pequeño por lo que siente un fuerte martilleo en su corazón, pide a gritos que el ascensor se abra y da gracias porque este lo hace entrando de inmediato, a lo que las puertas se cierran deja salir un suspiro como si hubiese tenido todo el aire contenido “esto no será nada fácil”.

Al salir busca el auto que le entregaron de la empresa y al estar dentro de este deja caer su cabeza hacia atrás en el espaldar de la silla, mientras unas lágrimas se le escapan, “ahora me he vuelto una llorona” limpia sus lágrimas y trata de recomponerse, al escuchar su teléfono observa quien la llama con una sonrisa llena de tristeza.

-      Hola mi niña, como estas

-      Hola Mili, muy bien, ¿cómo están todos por allá?

-      ¿Ocurre algo? (la mujer hace un puchero, ella siempre se ha percatado de sus estados de ánimo)

-      No, todo está muy bien, solo es cansancio por el trabajo (su mirada se pierde cuando ve pasar a Leandro frente a su auto con su nueva familia, por lo que se le hace un nudo en su garganta)

-      ¿segura? A mí no me mientes mi niña, escucho cortarse tu respiración y eso solo lo haces cuando tienes ganas de llorar (sus lágrimas comienzan a bajar silenciosamente)

-      Lo perdí Mili, perdí al hombre que amo

-      Que dices mi niña, ¿Qué ha ocurrido?

-      Leandro es mi jefe

-      Pero… cómo es posible

-      Sí, lo peor de todo es que el puesto de trabajo que rechace, era para trabajar con él en la vicepresidencia, todos piensan que lo rechace porque seguía enamorada de Lisandro y quería seguir pegada a él.

-      Oh mi niña, cuanto lamento esa situación, pero… todo puede mejorar, si hablas con él y le explicas todo claramente

-      Está casado (detrás de la otra línea queda un completo silencio) está casado y se ve feliz, él tenía sentimientos por mí y yo… lo rechacé sin dudarlo

-      ¿Quieres regresar?

-      No puedo… ellos me han dado muchas oportunidades y no puedo defraudarlos, sobre todo a mi princesa, no puedo hacerlo.

-      Está bien, pero si decides volver aquí te estaremos esperando, ten paciencia, todo al final, toma su propio camino.

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