CASADO.

Después de una semana de mucho trabajo y poco tiempo para descansar Leandro, siente que puede desfallecer en cualquier momento debido al cansancio que lleva acumulado y lo que aun le falta, tanto así que ni siquiera ha tenido tiempo de hablar con la mujer de su vida y el presiente que cuando lo haga tendrá serios problemas, sale de sus pensamientos al escuchar que tocan la puerta.

-       Adelante

-       Señor, afuera esta la Sra. Samantha

-       Hazla pasar

-       Si señor (el hombre observa a la mujer por un momento y se da cuenta de que por lo menos hizo caso y cambio su vestimenta, pero lo que no le agrada es que aún no deja no deja la coquetería)

-       Hola tío (el pequeño niño va a los brazos de Leandro, mientras la mujer se queda en la puerta observando la interacción entre estos dos)

-       Hola campeón, como has estado

-       Bien, vinimos para invitarte a cenar

-       Si no continúas ocupado, últimamente descansas muy poco (inquiere la mujer con preocupación)

-       Tienen razón, por lo tanto, iremos a comer y después vamos al parque de diversiones, ¿te parece?

-       Siiiii,

-       Bien entonces vamos

El castaño toma su abrigo y sale de la oficina junto a la mujer y el pequeño niño, caminan como si fueran una verdadera familia, el pequeño Marcus le recuerda mucho a su pequeña princesa, siempre tan activo y lleno de alegría, pero también tiene esa chispa que lo hace ser diferente.

-       ¿Podemos comer algodón de azúcar y manzanas?

-       Vaya, creo que eso es demasiada adrenalina para un niño de tu edad, creo que mejor comemos un gran helado de chocolate con salsa de caramelo y muchas chispitas

-       Mmmm esta bien trato hecho (la mujer solo sonríe por la conversación entre esos dos, hacia mucho tiempo que ella no veía a ese pequeño tan feliz como lo es ahora, solo espera que esa felicidad le dure siempre).

-       ¿Estas bien? (pregunta el castaño mientras ingresan al ascensor)

-       Si, todo está bien

-       El estará bien, no te preocupes

-       Gracias por todo lo que estás haciendo por nosotros

-       No los dejare solos, tu hermano jamás me lo perdonaría y yo tampoco (la mujer solo asiente mientras él toma su mano y le da un apretón brindándole seguridad)

Ya en el restaurante los tres comparten un momento agradable, la alegría del pequeño lo contagia y lo llena de felicidad, Samantha es una mujer hermosa, y cualquiera fuera feliz de tenerla como esposa.

Después de muchos juegos y diversión vuelven a casa, el pequeño al final quedo dormido por tanta diversión hasta que al final todas sus energías quedaron agotadas, después de llegar y acomodarlo sobre su cama este se dirige hacia su pequeño despacho y decide llamar a su familia para saludar a su princesa.

-       Vaya, te vez fatal

-       Si, ni me recuerdes, en estos momentos es cuando deseo volver

-       Puedes hacerlo

-       Ya tengo una vida acá, este es mi nuevo comienzo y no hay marcha atrás

-       Hablas como si ya tuvieras familia, esposa e hijos

-       En realidad, así es (el hombre detrás de la pantalla se queda mudo por las palabras del castaño)

-       ¿De que mierda me estás hablando?

-       Me case

-       ¿Como que te casaste? ¿Cuándo hiciste esa locura? y lo más importante ¿por qué no me habías dicho nada? (el hombre habla preocupado mientras recuerda lo que hicieron pensando que era algo por lo que su amigo iba a estar feliz)

-       Bueno… en realidad fue algo que simplemente sucedió, pero… ¿porque tienes esa expresión?

-       Creo que tengo algo importante que hacer, hablamos después

-       Pero… yo quería hablar con mi princesa

Habla el castaño despacio mientras observa como su primo cuelga la video llamada, no entiende por que Lizandro tomo esa actitud además tampoco es como si se fuera a acabar el mundo, cierra su laptop y se recuesta a su sillón dejando salir un suspiro “creo que necesito un buen descanso si no voy a enloquecer”.

Pero lo que él no se imagina es en otro lado su primo se encuentra dando vueltas por toda su oficina en una crisis mientras recuerda las palabras de Leandro, lo que lo lleva a pensar en que abra alguien que va a sufrir demasiado cuando se entere de esa noticia, ahora no sabe cómo darle esa información a Aine quien se va a preocupar de la misma manera por que fueron ellos quienes la motivaron a viajar sin saber lo que se encontraría.

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