CAPÍTULO NUEVE

Cuando llegue a la escuela Arián y otros chicos más estaban reunidos en las escaleras, y para entrar al edificio tenía que pasar por ellos. En ese momento Arián me miró y me saludo con una sonrisa. Le devolví el saludo y cruce la puerta dejándolo atrás.

Habían pasado varios días, y desde entonces todo parecía haber vuelto a la normalidad. La única interacción que hubo entre Arián y yo fueron saludos. Ni una palabra más allá de un hola.

Nunca esperé algo diferente, como ser amigos, pero tampoco espere sentirme decepcionada por eso. Aunque un saludo ya es algo diferente a antes, por más mínimo que sea el cambio.

Cuando llego el receso no tenía ganas de salir, incluso me negué cuando Carla me invitó a la cafetería, mi ánimo estaba muy bajo y le dije que me sentía un poco mal.

En el salón solo me encontraba yo, entonces me relaje y puse los brazos sobre el escritorio y escondí mi cabeza allí. Cerré los ojos y suspiré mientras trataba de despejar mi mente. Sinceramente, estaba cansada del instituto, solo quedaba medio año para graduarme. Tenía la sensación que cuando eso pasara las cosas mejorarían.

—Te crees mejor que yo, ¿verdad?

Salí de mi estado semiinconsciente cuando una voz un poco desagradable llegó a mis oídos. Cuando levanté la cabeza, como pensé, allí parada a unos metros de mí, estaba Natalia mirándome con una cara que denotaba enojo.

—¿Qué estupidez dices?— Dije sin poder entender qué pasaba en su cabeza. Habían pasado semanas desde su arrebato, en todo ese tiempo no me moleste en dirigirle una palabra, ni siquiera una mirada.

—Pff, siempre supe que me veías mal, pensabas que yo no era suficiente para ser amiga de una chica como tú, ¿verdad? Ahora que te juntas con esas chicas lindas que reciben un montón de atención, incluso Arián se fija en ti, debes estar feliz. Jamás me consideraste tu amiga, si no, no me harías nada de esto.

La forma en que me miraba daba miedo, parecía contener un profundo desprecio hacia mí.

Me quedé estupefacta mirándola, no podía creer lo que estaba escuchando. ¿De verdad Natalia veía las cosas así? De ser así, ella realmente tenía serios problemas en su cabeza. El sentido de inferioridad que escuche en sus palabras, todo se volvió ridículo.

—¿De qué me culpas?, quién empezó todo fuiste tú.

—Solo eres una puta, jugando truquitos para que Arián se fije en ti.

—Estás loca.— Dije totalmente desconcertada por sus palabras y actitud.

Me levanté de mi asiento lista para salir de allí. No tenía intención en seguir escuchando las tonterías de una demente. Me arrepentí mucho de haberme sentado con ella el primer día de clases.

En el momento en que me levanté algo salió volando hacia mí, todo paso demasiado rápido, sentí un golpe encima de mi ojo izquierdo y el sonido de un objeto cayendo al suelo. Rápidamente, levanté el brazo y cubrí el lugar donde el dolor me invadió.

En paralelo, detrás de mí se escuchó a alguien abrir la puerta del salón de clases.

—¿Qué sucede?

La voz de Arián sonó, al parecer se dio cuenta de que algo no andaba bien. Natalia quedó atónita, sin moverse, mirando a la persona detrás de mí. Parecía muy aterrada.

Quise decir que no pasaba nada e irme, pero sentí que un líquido empapaba mi mano. En ese momento Arián se acercó a ambas, cuando me miró sus ojos se abrieron con sorpresa.

Agarró mi muñeca y retiro la mano que cubría mi frente. Baje la mano y efectivamente en mi palma había sangre. Dirigí la mirada al piso y vi la engrapadora a centímetros de mis pies, no tenía idea en que momento agarro una.

—¿Qué te pasó?— Preguntó Arián, luego giro su rostro a Natalia y dijo. —¿Fuiste tú?

—No-o Arián, y-yo no quise, e-ella...

—Vamos.— Arián no la dejo terminar y me llevo fuera del salón.

—¿Se pelearon?

—Fue algo más como un problema de ella.

Arián se quedó fuera del baño mientras yo me limpiaba la sangre. Después de que entre a los sanitarios, Carla llegó y escuche la conversación que mantenían afuera, Arián le explicó rápidamente lo que pasó y fue a buscar a un profesor para pedirle el kit de primeros auxilios.

— ¿De verdad Natalia te golpeó?— Dijo Carla cuando entro al baño.

—Sí, no sé qué problema tiene conmigo.

Carla se acercó a mí y me pidió ver mi herida. Su rostro hizo una mueca, en realidad parecía una herida bastante grande, y la sangre todavía seguía saliendo.

—¿Con qué te golpeó?

—Me lanzo una engrapadora. No me lo esperaba de ella.

—Parece que te sigue guardando rencor por lo que pasó esa vez.

—No sé, dijo muchas cosas raras. Me grito por hablar contigo y con Arián. Se molesta conmigo y deja de hablarme, luego le molesta que hable con otras personas. — Expliqué, o más bien, me desahogué sobre los sinsentidos de Natalia.

Carla mostró una expresión, como entendiendo algo que yo no.

—Creo que sé por qué.

La miré con curiosidad. Yo había llegado a principios de año a esta escuela, no conocía a estas personas ni entendía las cosas como podría hacerlo ella, quien desde un principio asistió a este instituto.

—¿Por qué?

—El año pasado Arián y yo habíamos tenido un par de citas, en ese momento siempre sentí que ella me miraba mal, no fue hasta que un compañero encontró una carta de amor debajo de un banco, nadie sabía quién la escribió, pero era para Arián y también hablaban muy mal de mí. Natalia llegó al salón cuando nuestro compañero la estaba terminando de leer y se puso furiosa, así nos enteramos de que la carta pertenecía a ella.

—¿A Natalia le gusta Arián?— Pregunté totalmente sorprendida. Carla asintió.

—¿Saliste con Arián?— Volví a preguntar. Una cosa era más sorprendente que la anterior.

—Solo fueron como tres citas. En realidad ni siquiera fuimos novios, no tienes de que preocuparte.

—¿Por qué me preocuparía?— Pregunté con confusión.

—¿No hay algo entre ustedes?— Contra cuestión Carla, también con confusión.

—No.— Dije con obviedad. Sin querer, el tono de mi voz sonó más agudo de lo que pretendía.

Justo en ese momento sonó un golpe en la puerta de los baños, cuando giramos en dirección a la entrada de los sanitarios, allí, estaba Arián junto con la profesora de historia.

Fingí que ellos no escucharon nada de nuestra conversación.

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