capitulo 10. La mascota

Nos costó mucho trabajo levitar al lobo hasta la casa, ¡vaya que es pesado! Juraría que la anciana envejeció 50 años más después de la pelea.

Al llegar nos encontramos a Beatriz y Pedro quienes se sorprenden por la enorme bestia que llevamos. Al verlos no nos tocó de otra más que hacer como que arrastrábamos al enorme perro con dificultad para que no se notara que en realidad usamos magia.

Beatriz- “mi niña, ¿de dónde trae usted esa enorme bestia?, y ¿por qué vienen así?, no me digas que pelearon con ese animal”

Lizy- por el afán no habíamos pensado en que decirle a este par de ancianos.  Pongo cara de tierna. “Este lindo perrito nos lo encontramos” y quedo mirando a Doris para que segunde mis planes. Esta solo niega y mueve la cabeza como diciendo (Que excusa más ridícula)

Pedro- “mi niña, dudo mucho que eso sea un perro” dice mientras mira a Doris. Está solo se encoge de hombros.  “Prometiste a su madre que la cuidarías y ¿así lo haces? Llevándola a cazar a una bestia exponiendo su vida”

Doris- “Mire señor, yo jamás la expondría a algún peligro. Esta cosa apareció en nuestra práctica y nos tocó enfrentarlo. La razón de no matarlo es porque le servirá como parte de su entrenamiento”

Lizy- (bueno, ¿qué ha pasado aquí?, que son estas confesiones) “¿que no me han dicho? ¿Qué saben los abuelos del entrenamiento?" pregunto mientras miro a Doris.

Doris- suspiro. Estoy exhausta.-“voy a buscar plata en la casa, tenemos que amarrar este chucho antes de que  despierte. Ustedes expliquen" y me marcho.

Beatriz- “Escucha corazón” le tomo las manos. Pobrecita niña todo lo que ha pasado a tan corta edad. “Conocimos a tu madre cuando esta vino de luna de miel con el duque, en ese tiempo mi hijo estaba muy enfermo al igual que yo. Ya no teníamos esperanza. Sin esperar nada a cambio, incluso exponiéndose a ser atrapada por ser una bruja, tu madre nos curó. Nos contó lo que en realidad era, pero a nosotros no nos importó. Estuvimos más que agradecidos por lo que hizo por nosotros. Así que nos entristeció saber lo que le hizo el templo y más por todo lo que su adorada niña sufrió en casa del duque”

Lizy- “Porque no me dijeron al llegar que conocían a mi madre o que sabían que era una bruja”

Pedro- “Doris nos contó que eras muy desconfiada con las personas, así que esperamos a que ganarnos tu confianza”

Lizy- (esa vieja bruja, todo este tiempo me lo oculto) “Siento ser así abuelos, pero entenderán en la posición en la que me encuentro con la casería de brujas que tiene el templo y lo que piensa la sociedad de estas” digo mientras agacho la cabeza.

Pedro- “lo sabemos mi niña, como también sabemos que brujas como ustedes no son malas.  Puedes estar segura de que las protegeremos con nuestras vidas, es lo mínimo que podemos hacer por el favor que le debemos a tu madre”

Doris- " ¿Aun hablando?. Ayúdenme a amarrar al perro antes que despierte y nos haga su cena”

Doris utilizó la plata que había en la casa, la derritió y con esta baño unas cadenas gruesas con las cuales se amarró al hombre- lobo. Lo arrojamos en el sótano y le pusimos varios grilletes en manos, pies y hasta un bozal (mi invento)

Lizy- “si la protección animal nos viera estariamos en serios problemas”

Doris- “¿Qué cosas dices? "

Lizy- “olvidalo”

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Despues de un descanso merecido de varios dias, estabamos frente a Guffi (asi le puse al perrito)

Doris- “Mocosa, si te deje quedar al perro es porque necesito que aprendas ciertas cosas y por su capacidad de regeneración y curación: Nos va a servir de práctica, pero desde ahora te aclaro que no podrás quedártelo”

Lizy- (la miro horrorizada) “¿vamos a utilizar a Guffi como un conejillo de indias?”

Doris- “¿Guffi? ¿le pusiste nombre a esto?” le toco la frente y le reviso la cabeza. "te duele la cabeza”

Lizy- “¿Qué te pica? estoy bien” y le aparto las manos.

Doris- “¡se te olvida que esta cosa casi nos mata! ¡Por poco y no la contamos! y yo perdí hasta un brazo!

Lizy- Me señala el brazo como para que vea la evidencia “uno que yo cure y vaya que está mejor que el anterior. ¡Hasta las arrugas se te quitaron!” y zas que me da mi coscorrón. “¡ay que no aguantas juego!, además es verdad lo de las arrugas” y me sobo la cabeza. (para ser una vieja tiene fuerza)

Doris- respiro para tranquilizarme, esta niña me hace perder la paciencia. “Escucha Lizy, esta es una bestia, ni siquiera es un animal. Un animal se guía de instintos y solo come y caza cuando lo necesita. Un hombre-lobo abandonado se convierte en un animal más, pero esta cosa; tiene una sed de sangre incontrolable. Lo que sea que lo llevo a convertirse en un renegado le quito su parte humana, incluso su parte animal. Solamente es una bestia sedienta de sangre. Entenderás que no podemos quedarnos con algo tan peligroso”

La veo que se entristece y tiene ganas de llorar. (¡Aaaaaa! A veces se me olvida que es solo una niña y soy muy ruda con ella. Sé que suele pensar como una adulta a veces pero….)

Lizy- “no se puede hacer nada por él” le pregunto mientras la miro con ganas de llorar. (Nunca tuve una mascota, en el orfanato no lo permitían y de grande nunca tuve tiempo de tener uno)

Doris- “Solo que el alfa de la manada lo vincule nuevamente y ni así hay garantías. Además es un marginado, lo que quiere decir que lo desterraron de su territorio y de los suyos. No puede regresar”

Lizy- Miro al enorme lobo plateado el cual respira pausado (Es como yo, sin un lugar al dónde ir o al que llamar hogar. En una familia y una sociedad que me odian. Incluso en mi otra vida nunca tuve a nadie quien se preocupara por mí) Me voy del sitio sin decir nada a mi cuarto.

Días después....

Doris- (la mocosa tiene varios días sin salir del cuarto. Pensé que estaba triste por lo que le dije sobre el perro y que estaría haciendo rabietas de niña. Pero no entendía bien el porqué de su actitud. Así que leí su mente una noche mientras dormía; sé que estará molesta cuando sé entere, ya que viole su privacidad, pero en verdad me preocupo por ella. Descubrí algo interesante, pero esperaré a que me tenga la confianza para que me lo diga. Entendí su profunda soledad y el porqué compadecía al lobo. Solo que no sé que hacer para hacerla séntir mejor)

Beatriz- “sigue igual, no quiere comer y cuando lo hace come poco”

Pedro- “debes hablar con ella, no puede seguir así”

Doris- “lo intentaré” toco su puerta y sigo sin esperar a que responda. La veo sentada mirando a la nada.

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Soy una persona muy emocional y he llorado, sufrido y festejado con varios personajes de los libros. Este capitulo y el siguiente confieso me sacaron una que otra lágrima y removieron mi kokoro. Espero que ustedes también se emocionen con mis personajes.

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