CAPÍTULO V: Los años más difíciles de nuestras vidas parte 1

Año 2003….

Para Julia mudarse a la ciudad capital no fue lo que esperaba por el hecho de que en la orquesta no era la mejor chelista, sino una de tantas además de que para su asombro se dio cuenta de que el director era un depredador sexual y desde el primer momento en que se le insinuó ella lo rechazó y debido a eso era más estricto con ella para doblegarla destruyendo su baja autoestima y cómo no le estaba yendo bien en la orquesta sinfónica según lo esperado descargaba toda su frustración en su hermana Katy.

- Mamá Katy está haciendo mucho ruido y no puedo practicar - Se quejó Julia con su madre

-¡!! KATIUSKA!! Cuando vas a hacer algo bueno, ya deja

de ser tan molesta - Gritó Francia muy ebria

La depresión que desarrolló Francia debido a la separación de Marcos hizo que bebiera de forma compulsiva y era frecuente para Katy que al llegar a casa se encontrara con su madre borracha en cualquier rincón de la casa.

-Julia ayúdame a acostar a mamá – Dijo Katy

-Hazlo tú – Respondió Julia con molestia

Julia no colaboraba en nada porque era como si no quisiera estar en ese lugar, años después descubrió que padecía de una severa depresión la cual la hacía sentir como estar apagada, veía como su hermana Katy debía

llegar a casa para limpiar el desastre y acostar a su borracha madre en su cama y aunque deseaba ayudarla simplemente no podía, un día entró a la habitación de su hermana  cuando esta no se encontraba para esconder una carta de la orquesta  en la cual le exigían el cumplimiento del horario o de lo contrario la expulsarían

y encontró los documentos del cambio de facultad a la facultad de diseño.

-¿Por qué hiciste esto Katy? – Preguntó Julia aterrada por la reacción de su mamá al enterarse

Francia siempre seguía a Julia a todas partes y entró a la habitación de Katy y le arrebató los documentos de sus manos y en cuánto los leyó enloqueció de inmediato.

-Esa desgraciada en cuanto llegue me las va a pagar – Dijo Francia con mucho desprecio

-Mamá cálmate por favor – Dijo Julia intentando calmarla

Julia escondía la carta que le entregó la orquesta porque no quería meterse en problemas con su madre y no se trataba de que no quisiera ir a la orquesta simplemente se sentía acosada por el director y no se atrevía a denunciarlo, durante las horas que nadie sabía donde se encontraba ella simplemente estaba sentada en una banca de un centro comercial porque se negaba a regresar con su madre la cual siempre estaba ebria.

-Esto no se lo voy a perdonar a Katiuska – Dijo Francia con mucho odio

Cuando Katy llegó a su casa se encontró con su mamá que estaba muy enojada y a Julia en un rincón aterrada, Francia gritaba incoherencias y agitaba los documentos del cambio de facultad, estaba muy alterada, y su borrachera era tanta que no se volvió física.

-Katy no sé qué le pasa a mamá – Dijo Julia con preocupación.

En la madrugada Katy y Julia debieron llevar a Francia a la sala de emergencia y a medida que empeoraba su condición Julia perdía la paciencia y culpaba a su hermana.

-Es tu culpa que mamá se haya enfermado, porque solo sabes hacerla enojar – Le reclamó Julia

En la mente de Julia estaba la idea de que si no le hubiera mostrado esos documentos a su madre ella no se habría puesto tan mal y a pesar de que no era culpa de su hermana ella necesitaba acusarla.

-Cierra la maldita boca Julia antes de que lo haga yo misma – Le advirtió Katy

El motivo de lo que le ocurrió a Francia nada tenía que ver con el cambio de carrera de Katy si no que Marcos logró obtener el divorcio y eran las tres de la mañana cuando Francia falleció y sus hijas por mucho tiempo se sintieron responsables de su muerte.

-No debí mostrarle esos documentos - Se decía Julia a sí misma

Katy se colocó las manos sobre sus oídos porque necesitaba que las voces a su alrededor desaparecieran, le dolía la cabeza horriblemente, sin embargo, aún escuchaba los gritos histéricos de Julia acusándola

-¡¡¡¡¡¡ES TU CULPA KATY!!!!!! - Gritaba Julia

-¡!!MAMAAAAAAAAAAAAAAA!!!!

Julia necesitaba culpar a alguien por la muerte de su madre a pesar de que era absurdo lo que estaba diciendo.

-KATY DESGRACIADA MATASTE A MI Mamá - Decía Julia una y otra vez.

El personal médico veía la escena y no sabían cómo debían actuar porque Julia era una adolescente, y Katy solo deseaba que ella se callara la boca y por momentos sentía el impulso de sacudirla y darle un par de cachetadas que la hicieran reaccionar, pero se contenía, se acercó al puesto de enfermeras solicitando que hicieran algo para calmar a su hermana y le inyectaron un medicamento que ayudó a que Julia se calmara y finalmente se quedara dormida.

-Juju – Dijo Mario para despertar a Julia

Mario abrazó a su hermana a pesar de que no era la favorita siempre fue criado para protegerlas

-¿Mario cuando llegaste? – Preguntó Julia

-Katy me llamó, no te preocupes Julia que yo me voy a encargar de todos los preparativos

El funeral de Francia fue muy discreto y el forense clasificó su muerte como suicidio porque ella mezcló mucho alcohol con píldoras para dormir y decidieron incinerarla. Marcos viajó a la ciudad capital para hacerse cargo de toda la situación, aunque obtuvo el divorcio la sociedad conyugal no había sido repartida aún y estaba la situación con sus dos hijas.

-Francia aun estando muerta sigues echando vaina – Dijo Marcos con frustración.

Katy y Mario se encontraban muy serenos ante el fallecimiento de su madre, pero Julia de 16 años estaba inconsolable, y luego de la cremación era tiempo de conversar sobre los cambios que experimentarían las dos chicas a partir de ahora.

-Empaquen sus cosas porque ustedes dos regresan a la hacienda conmigo – Sentenció Marcos con autoridad.

Marcos y Katy discutieron, pero luego llegaron a un acuerdo y ella se quedaría en la ciudad capital, el problema ahora era Julia.

-¿Papá me puedo quedar con Katy? – Preguntó Julia en un tono de voz suplicante

A pesar de que no era el mejor ambiente Julia se acostumbró a vivir en la ciudad capital y no deseaba volver a la hacienda, debido a que sabía que Jazmín se había mudado con su padre, pero a diferencia de Katy aún era menor de edad y dependía de su decisión, ella era muy manipuladora y desde pequeña estaba acostumbraba a hacer lo que le venía en ganas.

-No te puedes quedar conmigo Julia – Le advirtió Katy en un tono de voz muy severo.

Julia esperaba por la decisión de Marcos, pero Katy respondió antes porque ni loca se iba a hacer responsable de su hermana menor debido a la mala relación entre ambas.

-Katy si me devuelvo a la hacienda voy a tener que dejar la orquesta – Dijo Julia con un tono de voz lastimero.

La realidad era muy dura para Julia en ese momento porque no quería mudarse a la hacienda, pero su hermana la estaba rechazando fue la primera vez que se dio cuenta de que sus actos tenían consecuencias.

-Papá estoy todo el día en la universidad, yo no tengo tiempo para cuidar de Julia.

Julia estaba sorprendida porque su palabra siempre era una orden para sus hermanos mayores.

-Por favor Katy no seas egoísta, es tu culpa que mamá haya muerto

Julia lloraba y suplicaba porque no quería regresar a la hacienda sabía que esa mala mujer vivía en la hacienda y siempre tendría que defenderse, ahora se daba cuenta de que de haber tratado mejor a Katy ella dejaría que se quedara en la ciudad capital.

-Papá ordénale que me quede con ella – Dijo Julia llorando descontroladamente.

Katy les mostró la carta que envió la orquesta para exigirle el cumplimiento del horario y Julia se sintió muy expuesta.

-¿Julia porque no eres honesta y admites que están a punto de expulsarte de la orquesta?, y la razón es porque siempre faltas a los ensayos y nadie sabe dónde te encuentras.

-Papá por favor déjame explicarme yo no me quiero ir – Suplicó Julia

-Julia Velázquez ve a recoger tus cosas porque nos vamos de inmediato.

Ese mismo día Marcos el cual estaba muy enojado con Julia debido a que le mintió le exigió recoger todo su equipaje de inmediato y partieron hacia la hacienda, Julia tardaría mucho tiempo en perdonar a su hermana a pesar de que era inminente su expulsión de la orquesta sinfónica.

-Me llevo las cenizas de mi mamá, porque no creo que quiera estar al lado de la persona responsable de su muerte – Dijo Julia antes de salir del apartamento y aventar la puerta.

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