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Amanda.

10 meses atrás

Caminaba por los pasillos de la escuela mientras leía en mi celular uno de esos tantos libros que descargaba desde Google, pero fui sacada de mi lectura al sentir que alguien tocaba mi hombro, levante la mirada y le sonreí al chico frente a mí.

- Hola Maelo. - saludé amablemente.

- Hola Amanda, ¿Cómo estás? — me sonrió luciendo nervioso.

— Bien, gracias, ¿ tú? — pregunté mientras guardé el teléfono y mantuve mi sonrisa.

 — Bien.

— Me alegra. — digo y lo miro espectante, él se queda mirándome y luego sonríe

— Y.. Yo quería... — tartamudeo - ¿Yo quería saber si aceptas tener una cita conmigo? - soltó rápidamente.

¡Ay no! Debí imaginar que su actitud era por eso.

Entonces fui yo la que empezó a sentir nervios, pero no porque él me gustara, si no porqué tenía que decirle que no y. me aterraba decir algo que lastimara sus sentimientos.

Maelo era guapo, bueno un poco, era un chico lindo, atento, amable y caballeroso, pero no me gustaba en lo absoluto, de hecho nadie de mi escuela me gustaba, ya había rechazado a más de uno y tenía que volver a hacerlo. Suspire y decidí ponerle fin rápidamente

— Lo siento, no puedo, mis padres no me dejan tener citas, ellos son horriblemente estrictos.— Mentí con semblante lastimero. - Quieren que me enfoqué en mis estudios nada más.

Está era una de las excusas que usaba con más frecuencia, era fácil de creer pues era la mejor alumna de mi clase.

- E.. Entiendo. - musito cabizbajo.

- Entonces, t... no te molesto mas. - asentí fingiendo estar apenada, bueno si lo estaba, el chico era muy amable y lindo, me sentía horrible por hacerle en cierta forma daño, pero ¿Que más hacia? No me gustaba. El dió media vuelta y se marchó.

—Otro corazón roto. — escuché la voz de mi mejor amiga. — Gire mi cuerpo y le sonreí. — No es mi culpa.

— A veces creo que eres... ¿Ya sabes? — la miré confundida. — ¡Ay, que no te gustan los hombres, sino las mujeres! — coloque los ojos en blanco, ella solo sonrió.

 — No digas tonterías.

— Es que no puedo creer que no te guste ningún chico, ¿A cuántos has rechazado ya?

— No lo sé, ¿Cómo a cinco?

— ¡Puaff este mes!

— No seas exagerada Sandy.

 — No exagero, es verdad.

Sonreímos y comenzamos a caminar

— Ya en serio, amiga, ¿Cuándo vas a tener una cita?

Suspire y sonreí — Cuando me invite un chico que me guste.

 — ¿Y cuándo será eso?

 — No lo sé.— levanté los hombros, ella rodó los ojos.

— Ya, cambiemos de tema. — asiente. — Mejor dime, ¿Nos vamos a reunir hoy para continuar con el trabajo de literatura? — frunció el entrecejo y la miré expectante.

— ¡Se me olvidó! — Exclamó, rodé los ojos.— Lo siento amiga, no puedo, tengo que hacer algo está tarde.

 — ¿Salir con tu novio? — el sarcasmo en mi voz fue evidente.

— No, debo ir al aeropuerto por un primo.

— ¿Un primo? ¡Tu no tienes primos! — la mire de forma dudosa. .

— Si tengo uno, es solo que no se lleva mucho con la familia, él es hijo ilegítimo del tío Frank, lo tuvo cuando tenía 21 con una chica de 17, en la familia no se habla mucho de eso, ya sabes, eso de cuidar las apariencias.

— ¿Y cuántos años tiene ese primo tuyo?

— Creo que 22 o 23, no lo sé con exactitud.

— ¿ Por qué vas por él?

— Mamá y papá están ocupados con la empresa, y ellos creen que para dar una buena impresión es mejor mandar a alguien de la familia que solo a un chófer.

— ¿ Y a qué viene ese chico aquí?

— Hacer su pasantía en la empresa.

Asentí — ¿Y entonces cuando nos vemos para seguir lo del trabajo?

— Mañana a eso de las once de la mañana? — me miro interrogante.

  — Está bien.

—Okay, entonces nos vemos mañana.

Llegamos a la salida de la escuela, ella sonrio y corrió hacia su novio, él la recibió en sus brazos y se besaron, rodé los ojos y camine hacia mi auto, oh bueno, el auto de mamá.

- Que no se te olvide, mañana a las once. — le grité antes de entrar a mi auto, ella se separó de él, me miro y asintió Sonreí y entre al auto.

...

Al día siguiente me desperte cuando el despertador sono, fui hacia el baño dónde me lave la cara y los dientes, me coloque un conjunto deportivo, y baje a la cocina donde mi familia se encontraba desayunando.

- Buenos días. - salude, me acerque a mamá y le di un beso en la frente, luego a papá.

- ¿Cómo amaneciste princesa? - papá me sonríe. - Bien Papi.

- Hola rubia oxigenada. - me saludo mi hermana, rode los ojos y le saque la lengua. - Hola, peliteñida. - ella sonrió, tome asiento. Segundos después mamá puso el plato con comida frente a mi.

- Gracias mamá, te amo. - ella me sonrio dulcemente.

- Mamá, papá, más luego tengo que ir a casa de Sandy para hacer una tarea. - informe pidiendo permiso. .

- Muy bien hija, pero ya sabes, juiciosa. - me advirtió papá y asenti - Bueno, mi reina y princesas, las tengo que dejar.

- ¿Te toca trabajar hoy papá?

- Solo hasta el medio día. .

- Por cierto, Amanda, Amalia acuérdense que hoy vamos a visitar a su abuela, procuren llegar antes de las tres a casa. - vuelvo a asentir mientras disfruto de mis waffles.

- Bueno, mis amores, nos vemos luego. - papá le da un beso a mi hermana en la frente, luego a mi y por último le da un beso en los labios a mamá. Las tres sonreímos y papá salio del comedor.

Las tres terminamos nuestro desayuno conversando animadamente.

- Bueno, yo me tengo que ir. - dice mi hermana colocandose de pie. - Hoy tengo un parcial y ese profesor es de lo peor es un completo hi....

- Amalia. - la interrumpe mamá.

- Es insoportable mamá, era lo que iba a decir.- mi hermano sonríe.

- Sí, claro. - comentó mi madre mirándola con reproche.

Después que mi hermana se marcha lavo los platos y salgo a correr un rato, después arreglo y aseo mi habitación, para cuando fueron las diez y quince de la mañana ya estaba lista. Me vestí con una blusa corta de cuello, con una falda semi acampanada de cuadros, unas medias colegiales y unos Converse negros, me hice un maquillaje natural y aplique tinta rosa en mis labios. Sonrió y tomo mi morral dónde ya tenía todo lo que necesitaba.

- Mamá, ya me voy. -

- Bien cariño. - me dice está desde su despacho, mamá trabajaba desde casa, así que la mayoria del tiempo se la pasaba en ese lugar. - ¿Tienes dinero? -

- Sí. —

- Segura, ¿ Te es suficiente? - pregunta, me detengo a mitad de las escaleras y pienso en ello por unos segundos, al final decido que un poco más de dinero no es mala idea, sonreí y subí las escaleras.

- Bueno, me sirve un poco más, por si acaso. - digo, llegando al despacho, ella sonríe y busca en su cartera.

- Ten. - me extiende cincuenta dólares

- Gracias mamá. - tomo el dinero y sonrio. - Nos vemos luego. - me despedí y dí media vuelta.

- Nos vemos, te amo mamá.

- Yo también cariño, ve con cuidado.

- Sí.

Salí de casa a reunirme con mi mejor amiga, como iba a imaginarme, de que ese día conocería al chico del que me iba a enamorar locamente y me haría experimentar cosas que hasta ahora nunca había hecho, pero que también me iba a hacer sufrir hasta el punto de querer terminar con mi vida.

Amanda.

Sandy

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Comments

GiovannaXchelMayaCejudo

GiovannaXchelMayaCejudo

es triste y decepcionante el amor a veces

2024-10-03

0

Brn❤️

Brn❤️

entendiendo todo el contexto de su historia 😢

2023-11-20

3

Nancy romero

Nancy romero

autora y ya no seguirás con las novela dulce adicción y romance prohibido ,?

2023-09-19

4

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