Estas Hermosa.

Según el cronograma como habían preparado todo luego de aquellas palabras iban a pasar a los comedores para disgustar una pequeña cena Pero antes de aquello comenzó a sonar una música suave.

- Baila con Mía.

Daniel caminó sutilmente hacia donde se encontraba su esposa en todo el trayecto no pudo evitar quitarle la mirada de encima hasta llegarán de ella donde se sintió ruborizado y algo nervioso.

- Me podrás conceder esta pieza?.

- Por supuesto.

Por más que llevaban mucho tiempo sin conocerse y pasar un rato agradable se sentía tranquila al lado de él, pues desde el principio se han atacado mutuamente sin tratar de entender el uno al otro ahora sabía que era momento de dejar su timidez y empezar a demostrar lo valiosa que es.Alal posar su mano en su espalda sintió un escalofrío en todo su cuerpo, Daniel no podía describir lo que sentía en ese momento pues ha tenido acciones fuera de lo común frente a ella cosa que no le causaba con Luisa.

- Lamento como te trate.

- Bueno, Lo mismo te digo es momento de dejar de atacarnos.

- Si, esta hermosa.

- me imagino que ahora te sientes decepcionado con tu esposa fea o eso me decías en muchas ocasiones que no deseabas casarte conmigo porque era fea y extremadamente inaceptable para la sociedad y ahora me dices lo contrario.

- Lo siento.

- No te preocupes no te voy a atacar, sé lo que pasaba por la mente de todos y, sin embargo, nunca me importó la opinión de los demás sabía totalmente cómo soy y qué persona puedo llegar a ser, lo que sí Siempre quise fue casarme con alguien que me quisiera por mis sentimientos o mi manera de ser más no por mi físico pues no lo pude lograr, pero sin embargo era momento de que el mundo se diera cuenta de quién soy.

Por primera vez tenían una charla sin discutir daban sus puntos de vista y el otro no se sentía atacado, las personas a su alrededor los admiraba con envidia las mujeres que estaban ahí sentía celos de la belleza que tenía aquella mujer comenzaron a refutar y a decir que le habían pagado a alguien que esa no era la verdadera mujer del señor Daniel.

- Que les pasa, no les voy a permitir que hablen así de mi tía.

- Vean a esas niñitas.

Antes de que dijeran algo el señor Lorenzo se encontraba al frente de ellos, bajaron sus caras el hombre que estaba al frente no era nada más que su jefe.

- Espero que esos comentarios no se vuelvan a repetir, tienen que respetar a la esposa de mi hijo. ¿O acaso ella les hizo algo?, porque siempre Noté que fue una persona muy cariñosa con todos ustedes y Los trató de una excelente manera para que respondan de una manera tan grotesca al conocerla.

- Lo sentimos señor.

Respondieron todos al mismo tiempo la única que no se había quedado con la satisfacción de avergonzarla era Valentina una de las mujeres que llevaba un largo tiempo trabajando para la empresa anhelando ser la pareja de Daniel, pero ahora había llegado una revista quitarle su oportunidad, se reveló un poco el escote y con una capa en la mano camino directamente donde se encontraba Daniel Pues el baile había terminado y cada quien había tomado su rumbo Daniel se encontraba al lado de su hermano hablando un poco de la noche.

- Tu esposa es hermosa, no solo me refiero a lo físico ya hemos convivido con ella y no te niego que nos tiene encantados a todos.

- Sí, tengo que dejar el rencor que le tengo para conocerla.

- Hola señores.

- Hola Señorita Valentina.

- Señor podría hablar con usted a solas.

Raul alzó un poco la ceja, aquella arribista quería meterse en la relación de su hermano.

- Los dejo.

- Habla.

- Sé que llevo tiempo diciéndoselo señor Daniel, anhelo tener una noche con usted.

-¿Qué?.

Daniel sabía hace tiempo que esa mujer andaba detrás de él, pero era un hombre de una sola mujer y ahora Estaba dispuesta a darse una oportunidad con su esposa, no de la manera inicial de tener relaciones de un solo quiere conocerla y llegar al punto de quererla por cómo es.

- Te estás equivocando, acaso no te das cuenta en donde estás. Es una fiesta en honor a mi esposa.

- Señor concédeme una sola noche ...

- En la vida e conocido personas regaladas pero no tan golfas como tú.

Mia después de que su cuñado le contara las intenciones que tenía esa mujer caminó hasta donde se encontraba su esposo para unirse a la conversación que tenía, Valentina Al escuchar sus palabras levantó la mano para darle una cachetada pero aquella mano no llegó al rostro de Mia, Daniel se encontraba alerta No iba a permitir que le faltaran al respeto de su esposa en su presencia.

- Vete, y no falta decirte que mañana vayas por tu liquidación.

- Pero señor, es culpa de ella.

- Es tuya, no culpas a mi esposa por tus errores.

- Señor...

- Seguridad.

- Ya me voy, pero no les permitiré ser felices.

- Nuestra felicidad solo depende de nosotros.

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