10. Traidores

Las damas de la corte llevaron la comida que había pedido el rey, Majic se acercó a la mesa donde la estaban poniendo, parecía deliciosa; miró a las dos mujeres como queriendo pedir ayuda, pero ambas la miraron con desprecio.

La joven princesa sentía la imperiosa necesidad de devorar los alimentos, pero tenía las manos vendadas, nada podía hacer, se llenó de tristeza y fue a ver por la ventana para no pensar en comer, aunque los sonidos de su estómago se lo estaban recordando todo el tiempo.

Por otro lado, en el despacho Tesko insistía en recordarle al rey Fortem, el odio que debe mantener contra el rey de Susumira y toda su familia, eso incluía a la hija de este, que ahora se ha convertido en la esposa de Fortem.

- "Tienes que poder separar las cosas, ya no eres un niño, ella es la hija del hombre que mató a tus padres, no puedes ni debes quererla; no eres un adolescente que sucumba al enamoramiento de una...", expresó Tesko cuando fue interrumpido por el rey al golpear el escritorio.

- "¡Basta!, seré yo quien decidiré lo que pasará con mi esposa, te estimo demasiado y lo sabes, pero no confundas las cosas, yo soy el rey", manifestó Fortem y se retiró del despacho.

Tesko estaba visiblemente molesto, no iba a perder contra una niña tonta solo porque es una princesa; fue a buscar su caballo pensando "serás el rey pero no dejaré que gobiernes a tu gusto", tengo planes.

El rey llegó a su habitación, las damas de la corte estaban afuera, el rey miró sorprendido pensando "esa chica debe comer significativamente rápido ya que ellas salieron de la habitación"; se llevó una gran sorpresa cuando al ingresar la comida estaba intacta en la mesa, y la princesa Majic estaba dormida apoyada a la ventana.

Se acercó a ella, haciendo que la princesa se sobresalte y lo mire asustada.

- "¿Por qué no has querido comer?", preguntó el rey.

- "Realmente no pude", le respondió la princesa, mostrando sus manos vendadas.

- "Pero las damas debieron darte de comer, ¿por qué no lo hicieron?", expresó el rey molesto dirigiéndose a la puerta.

- "Creo que no soy del agrado de ellas", dijo la princesa, "si les llama la atención me odiaran más", se acercó al rey, aún temerosa.

El rey de Fontana miró el rostro suplicante de la princesa Majic, y tuvo que reconocer que ella tenía razón, tal vez las damas podrían disimular delante de él, pero cuando no esté seguirían tratando mal a la princesa.

- "Ven a sentarte princesa", dijo el rey señalando una silla, cerca a la mesa donde estaba la comida.

- "No haga eso, estoy batallando para no sentir hambre", respondió la princesa.

- "Solo siéntate por favor", expresó el rey.

Aún nerviosa la princesa tomó asiento, de pronto el rey se sentó a su costado, tomó los cubiertos y le empezó a dar de comer, al inicio Majic no lo podía creer, pero luego se sintió más en confianza, después de todo era comida y ella no podía darse el lujo de desaprovecharla, tal vez mañana no podría tener la oportunidad de comer. Aunque ese hombre, no tenía los ojos grises que siempre soñaba, tenía un aire familiar.

Por otro lado, Tesko había llegado a la residencia de Lady Zarila, y usando un poder mágico, sin que nadie lo vea apareció en la habitación de la joven noble, quien al verlo corrió a abrazarlo.

- "¿Y esta sorpresa?", preguntó Lady Zarila.

- "Debemos adelantar los planes, no podemos esperar a que llegue la boda, si no hacemos algo tal vez nunca se pueda concretar", expreso Tesko.

Lady Zarila lo quedó viendo, y bajó la mirada, cuando Tesko le contó el plan que tenía en mente para lograr que durante la noche de bodas con el rey Fortem, el monarca no se diera cuenta que ella ya no era una doncella.

- "¿Es necesario?, si ya no quiere casarse, tal vez nosotros...", manifestó Zarila, buscando un beso del Consejero Real.

- "Aunque no quiera casarse, debemos obligarlo a hacerlo", interrumpió alejándose de Lady Zarila, quien puso una mirada melancólica y tomó asiento en la cama.

- "¿Qué pasa contigo?, sabes perfectamente porque es necesario que te cases con el rey, acaso crees que tu familia y tú podrán sobrevivir sin el dinero que mensualmente la corona manda para su sostenimiento, y eso es solo porque el rey siempre ha estado enamorado de ti", manifestó Tesko con rostro adusto.

- "Lo sé, pero si dices que está enamorado, entonces ¿por qué crees que el matrimonio no se puede concretar?; ¿cómo podríamos engañarlo antes de la boda?, si algo sale mal podría costarme la vida al descubrir que soy una traidora; a veces siento que me dejaste de querer hace un par de años, como si ya te hubiera dejado de gustar", dijo quejumbrosa Lady Zarila.

Tesko se sienta a su costado, sujeta su mentón y la besa apasionadamente, ella deja escapar un suspiro.

- "Eres la mujer más hermosa del reino, ¿cómo podrías dejar de gustarme?, te aseguro que si lo que hago, es por el bien de los dos, no somos unos traidores, solo luchamos por lo que merecemos", expresó Tesko, para luego volver a besarla y acostarla en la cama, mientras la acaricia sin ningún reparo.

Cuando Tesko llegó al palacio de veinticinco años y empezó a notar los privilegios de la vida real; empezó a anhelar para si mismo todo lo que gozaba el príncipe heredero al trono; su afán de hacerse su amigo, era para ganar su confianza y a través del joven principe tener la vida que estaba soñando, hasta conseguir lo que en verdad quería..

Fue ahí cuando conoció a Lady Zarila, hija de un noble con tendencia al alcohol y que iba poco a poco dilapidando su fortuna, en ese entonces ella tenía catorce años, y aún estaba enamorada del joven príncipe que también sentía lo mismo, pero no se atrevía a decirle nada.

A Tesko le gustó esa muchachita desde que la vio, era muy joven, del tipo obsesivo que le gustaba a él, en secreto, y con mucho cuidado, empezó a seducir a la jovencita, le tomó poco más de un año para lograr obtener la voluntad y absoluta obediencia de la inexperta muchacha, a la que hizo su mujer, obligando a Lady Zarila a callar lo que sucedía, y haciendo que ella sea cada vez de mayor interés del príncipe; con habilidad había logrado tener el control absoluto de la muchacha.

No obstante, hace un par de años ha perdido el interés de ella como mujer, pero como la necesitaba para sus planes, la tenía que mantener enamorada y estaba con ella lo meramente necesario para que siga haciendo lo que él necesitaba.

Por otro lado, el rey había terminado de dar de comer a la princesa Majic; quien le agradeció y lo miraba con asombro.

- "Al parecer te gustó mucho la comida", expresó el rey

- "Claro, acá hacen la comida muy deliciosa, su majestad es muy amable con los alimentos, desde que estoy acá siempre ha procurado que no me falte", dice sonriendo la princesa y fue a mirar por la ventana.

Era la segunda vez que Fortem vio sonreír a la princesa, aún no podía verla como una mujer porque ante tus ojos era una niña asustada y bastante inocente; además incapaz de defenderse del innegable desprecio de todos en el reino, si quería que ese matrimonio funcione, debía hacer algo para que la joven princesa se convierta en la mujer adecuada para ser su esposa y la madre del heredero al trono y con ello la futura reina de Fontana, aunque había en su corazón una sensación tan extraña de no querer tener cerca a la princesa, como si eso no estuviera bien.

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