CAPITULO XIII

MARGAS VERDADES

No quedó de otra me entregue al trabajo, en menos de una hora le mostré las carpetas firmadas y selladas a Omaira. Salí a vestirme y en la puerta conseguí un regalo. Omaira me regalo un traje sastre. Hecho a mi medida en un tono azul de medianoche y en la tarjeta reza.

-feliz cumpleaños jefa. Espero que lo uses hoy,  te queda perfecto con tus zapatos  negros de  tul y el sobre que le hace juego.

No es mi estilo, pero para que Omaira sea feliz bajaré las estrellas. En el baño sentí  su olor impregnado en mi piel, su calor,  el sonido, de su voz, su  urgente pasión que todavía con solo recordar  me estremecía y sentí un  dolor en mis entrañas, cálido y penetrante y ahí se alojó esperando el momento del alivio.

Toda la familia, Marcus y Omaira me acompañaron al tribunal. Abuela con sus ojos llorosos me entregó la toma de propiedad, posesión y uso de todos mis bienes.

Dos horas duró la sesión y ya casi de noche nos dirigimos a la casa de la abuela. Marcus apareció con sus regalos. Un collar de su madre que me  tenia guardado su papa para cuando cumpliera 18 años, y hacía juego con los pendientes que recibí a los 15 años y celosamente guardados por mi madre en la caja fuerte de mi familia. Un hermoso anillo con un solitario y un hermoso arreglo de rosas rojas.

Sabía que no me iba a impresionar y me dolía ponerlo en la situación que se merecía. Pero hoy no, además de mi ex novio es mi mejor amigo y socio y eso pesa bastante.

Muchos regalos de toda mi pequeña familia. La tía me regalo un lindo bolso, Mis sobrinos dulces y más dulces. Mi abuelita el perfume que usaba su nuera. Mi madre.

Ella se supero a si misma en mi cena de cumpleaños. Todo quedó perfecto y todos comentaban lo bien que me quedaba ese nuevo look, me veía más sofisticada, misteriosa y madura. Realmente me favorecía,  su chaqueta en mi se tornaba juvenil, refresque la seriedad de la blusa, la falda ajusta suavemente mi cintura, se anchaba diligente hacia las caderas cubriendo hasta la mitad de la rodilla las piernas largas y atléticas terminando la figura en un par de clásico zapatos de tacón alto.

Hasta las 11 pm. Permanecimos allí y fue mi tía que piadosa recordó:

-Familia -sentenció la dama- la estamos pasando muy bonito, pero la agasajada tiene 7 horas de viaje y más de 10 horas de trabajo.

Dios Mia -estalló la abuela- haberlo dicho lo hacemos el sábado, no tienes porque trabajar tanto. Tienes a Marcus y a tu tío y si no es suficiente contrata  más personal. Pero no quiero oír que estas trabajando tanto,  no es necesario. Por el amor de Dios mi niña si tenemos problemas económicos cuenta conmigo todo mi patrimonio se los endoso para que ninguno de Uds. Tenga que resentirse trabajando.

-Ay abuelita, si no es trabajo,  si es placer no es trabajo y a mi encantaría sacarle perfume a esa flor. Y en cuanto al viaje mira mi piel doradita por el sol en las playas de El Caribe. Fíjate trabajamos poco y la pasamos de maravilla en las playas.

-Ay me alegro oír eso.  -réplica la abuelita- lástima que Marcus se perdió la diversión. Aún no entiendo como dejaste a Marcus.

-Por borracho abue, el se lo perdió. Jajajaja Jajajaja

Y el tono juguetón y el momento de camaradería con Marcus  quien me mira sorprendido y le hago seña. Lo invito a que me lleve.

Y nos despedimos. Me fui con Marcus, estaba tenso a la expectativa.

En el sótano junto con bajar del carro me miró profundo

-Mia -quiso explicar-

-No – lo interrumpí- por favor no me vayas a mentir. Te lo ruego en nombre de la Mia que te adoro por 17 años. Yo se que soy recién llegada. Y no logro complacer tus expectativas. Lo siento amigo. Te entiendo. Y por eso no me mientas. No es necesario. Yo se que hace días conseguiste refugio en Elisa y me alegro. Ojalá sean felices. Yo  intervendré solo para ayudar y regocijarse con Uds.

-Perdón - casi lloraba- pero yo se que no te hago daño.  No encontré la forma de decírtelo. Cada vez que estoy contigo tengo el cuerpo de Mia pero se no lo eres. No puedo vivir así. Ya ni tu cuerpo siento mío. No sé explicártelo Mia. Perdona pero estoy tan enredado. No, no te voy a mentir. Nunca hables por Mia. Tu para mi eres suficiente querida y apreciada. No la necesitas.

Me dolió tanto verlo en esa situación. Estaba avergonzado y sentí que realmente había enterrado a Mia y estaba saliendo de su luto. Lo abrace fuerte y lloramos .

-Todas tus pertenencias están en tu despacho. Y tranquilo amigo, lo lamento no puedo evitarte este dolor yo no elegí estar aquí. Dale tiempo  a mi familia y al público en general. Solo deseo tu felicidad. Vívela mi amigo hazlo por los dos. Y juntos subimos, yo entre en mi apartamento y el entro en el suyo. Me hubiera gustado ayudarlo a instalarse pero el cansancio me paso factura. Solo borre el video.

.A penas me dio tiempo de bañarme. Así desnuda y abrigada con las toallas me sorprendió el amanecer. La vida seguía y era hermosa, se erguía lentamente a lo lejos,  iba coloreando las negras cima de los cerros y alborotando a Aurora.

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