Capítulo 3

Me miré poco a poco en el espejo de cuerpo completo que estaba en la habitación y era un desastre, mi cabello era un desastre, mis mejillas estaban manchadas de negro donde el rimel había corrido con mis lágrimas, mi labial estaba todo corrido donde me había besado y yo me quitaba, no quise seguir viéndome las marcas en mi cuerpo, me fui directamente a la regadera y abrí la llave, el agua tibia comenzó a caer sobre mi cuerpo al mismo tiempo que mi realidad empezaba a caer y empecé a darme cuenta y a procesar lo que había pasado, me había violado, tenía miles de preguntas en mi cabeza y las horribles imágenes de "la noche de bodas" comencé a llorar y a tallarme con el jabón muy fuerte el cuerpo, quería borrar todas las huellas de lo sucedido, aunque las heridas que tenía en el corazón no creía que se borraran, no entendía ¿por qué había pasado eso? Si él me ama, nos amamos, ahora no quiero verlo, tengo miedo de que cada vez sea igual y no me gusto, será que no me gustan los hombres, no ¿qué dices? No imaginaba que estar con alguien fuera tan horrible, sabía que iba a doler, pero no imagine que tanto, al grado de despreciarte a ti misma, me quedé tirada en la regadera, sentía que quería morirme, creo que no podré soportar una vida así, tendré que hablar con Patricio, pero ahorita no quiero, no puedo

Mi piel ya se estaba poniendo como la de un viejito, con el dolor de mi cuerpo me puse de pie, sin fijarme en lo que hacía me puse una bata en el cuerpo, camine descalza y me senté en un sillón que estaba cerca de la ventana, no seque mi cabello ni nada, me senté y subí mis pies, abrase mis piernas y aunque no quería no dejaba de llorar, solo miraba hacia afuera, la casa se veía que era linda, ni tiempo tuve de conocerla, pero afuera tenía un jardín muy hermoso y una vista increíble, olvidé mencionar que los vidrios de la casa están protegidos, de afuera hacia adentro no se ve, es por eso que el Jardinero no se dio cuenta de como estaba en el escritorio de abajo, Mis ojos jamás se secaron, las lágrimas salían y salían, sin pensar me quedé dormida en el sofá, cuando desperté fue porque tocaban la puerta, no quise preguntar quien era, no quería que fuera él

Me levante y me fui a la cama, y me quede tirada, casi no podía abrir mis ojos de lo hinchados que estaban de tanto llorar, por mi nariz no entraba aire de lo mormada que estaba, volví a quedarme dormida, mi cuerpo estaba cansado, no sé cuanto tiempo dormí, pero cuando desperté ya estaba por meterse el sol, nuevamente escuche la puerta sonar, era la muchacha de servicio, la escuche hablarme, pero solo le dije que estaba cansada de que ya iba a dormir, me dijo que llevaba algo de cenar para mí, pero le dije que no tenía hambre, ella se fue y yo me puse de pie, volví a sentarme en el sofá que aún seguía mojado y me quedé ahí, yo misma quería no pensar en lo que había pasado quería evadir lo que sucedía, pero cada vez que miraba las muñecas de mis manos o mi piel volvía a mi realidad y volvía a llorar, no sé cómo fue, pero toda la noche me la pasé en el mismo lugar llorando hasta que vi el sol salir, así pase 3 días, la misma rutina, no sé cómo sobreviví, ya no podía más al tercer día me puse de pie, camine a la puerta, necesitaba agua, pero sentí que me tambalee y no supe de mí hasta que desperté, miré mi mano y estaba conectada a una manguera por la que entraba líquido, miré para todos lados y vi a una chica que al verme despertar se puso de pie, le pregunté que donde estaba y que había pasado, recuerdo aún sus palabras

"Se desmayó, está usted deshidratada y débil, esta entrando a un cuadro de anemia grave porque no ha comido, el señor llamó a un doctor y me encargo que la cuidara por que el tenia que salir"

Ósea ni siquiera le importo que pasara conmigo, no le ha importado en ningún momento, fue ahí cuando me di cuenta de que algo no estaba bien, pasaron 3 días más, 1 semana desde la boda, en eso 3 días más la muchacha de servicio se encargó de alimentarme casi a fuerza porque yo no quería comer, solo quería morirme, porque creía tener una vida feliz y que al casarme sería aún más feliz y no fue así, se llegó el fin de semana y no iba a tener respuestas si yo misma no las buscaba, me di un baño y pedí que prepararan la cena, me puse ropa cómoda, una pijama y baje, Patricio aún no llegaba, ya iban a dar las 8, me sentía tan extraña, como si fuera a conocer a una persona que jamás había visto, no sabía como iba a reaccionar al verlo ni nada, estaba llena de nervios, dieron las 9 y sirvieron la cena, pero él aún no llegaba, yo como pude cene un poco, la verdad apenas y pasaba la comida, comí despacio para esperarlo, pero jamás llego, pedí que levantaran la mesa y yo me senté en la sala, las chicas se quedaron ahí por si se ofrecía algo, ya iban a dar las 11 de la noche así que les pedí que se fuera a descansar, yo seguí ahí sentada, se dieron las 12:30 cuando al fin escuche él coche llegar y estacionarse, después bajo el del auto y entró a la casa, venía muy tomado y yo sentí tanto miedo que quise subir de prisa pero el me hablo

Patricio: ¿cómo sigues?

No sé porque me detuve, tal vez porque lo escuche hablar tan tranquilo, me quede parada a media escalera aún dándole la espalda y solo respondí ¿te importa? Me di media vuelta y baje

Él se tiró en el sofá como si nada pasara ¿cómo podía ser tan descarado y desgraciado?

No respondió a mi pregunta, tampoco me daba la cara, estaba mirando hacia el techo de la sala y fue ahí cuando entendí que él no me iba a dar respuestas, tome valor y hable...

Elena: No sé que fue lo que paso, no sé porque te transformaste en este monstruo, pero yo no voy a soportar una vida así, así que quiero el divorcio, quiero que te vayas de esta casa y jamás quiero saber de ti...

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