El plazo

Supongo que Gabriel estaba en shock pues solo me observaba mientras tocaba mi vientre.

Rose: ¿Estarás a mi lado siempre?

Gabriel: Para toda la vida Rose.

Tuve que abrazarlo, suspire profundo no sé qué nos depara el futuro, estamos haciendo muchos cambios en la línea de tiempo.

No sé si la mujer del lago aceptará mi amor por Gabriel como la prueba necesaria.

Escuché como tocaron la puerta.

Rose: Adelante

María: Mi niña algunas personas quieren hablar con usted.

Rose: Ya voy.

María abandonó el despacho.

Rose: ¿Vamos?

Gabriel: Claro que sí…

Efectivamente algunos hombres querían saber más de mí vino, establecí algunas alianzas para la exportación de mi producto.

Gabriel en todo momento le sostuvo de la mano, si alguien se iba acercar él me movía con delicadeza para que nadie tocara mi vientre.

La fiesta se extendió hasta las 5 de la mañana, al parecer nadie se quería ir, mi esposo y yo estuvimos toda la noche bailando y hablando de nuestro bebé.

El sol comenzó a salir así que le pedí que fuéramos a dormir un poco. Al llegar la habitación comencé a desvestirme, Gabriel me ayudó hacerlo.

Gabriel: ¿Estás muy cansada Rose?

Rose: Me duelen los pies, pero dime ¿necesitas algo?

Gabriel: A ti…

Creo que no había caído en cuenta, a qué se refería exactamente hasta que me recostó en la cama.

Gabriel: En esta posición puedes descansar tus pies.

Rose: ¿Estás deseoso amor?

Gabriel: Desde que llegue…

Rose: Bueno entonces déjame sin energías para que pueda dormir todo el día…

Gabriel solo sonrió, vi como besó mi vientre para seguir su camino hasta mi intimidad.

Yo solo podía morder mis labios, este hombre sabe muy bien que hacer para que explote de placer.

Rose: Amor sigue así…

Yo solo podía suplicar que no tuviera piedad conmigo hoy, quiero que me lleve al límite…

Gabriel entró en mi de una sola estocada…

Gabriel: ¿Lastimaré al bebé?

Rose: No tu solo sigue, sé ese indomable semental que me reclama con suya.

Gabriel solo sonría, continuó con su vaivén, él tenía la facilidad de mover mi cuerpo en cuanta posición deseara.

Creo que se tomó enserio de dejarme muy agotada pues al final no sé en qué número de Orgasmo quede profunda. Puedo jurar que ya estaba oscureciendo.

Escuché como Gabriel me llamaba, poco a poco abrí mis ojos, siento que aún me faltaba horas de sueño.

Gabriel: Cariño debes despertar.

Rose: No quiero

Gabriel: Solo levántate come un poco y vuelve a la cama, pero necesitas alimentarte.

Rose: En un par de horas ¿si?

Sentí como Gabriel me levanto en sus brazos, me sentó en sus piernas.

Gabriel: Abre la boca…

Rose: mmm

Gabriel : Ábrela nena…

Yo la abrí, pero los ojos no, en verdad quería seguir durmiendo.

Sentía un líquido caliente ingresar por mi garganta, quizás un consomé de pollo.

Gabriel iba dándome cucharada tras cucharada, creo que me lo tome todo pues sentí como me besó la frente.

Me desperté con el ruido de las personas hablando, al sentarme en la cama vi que tenía una bata puesta, mi cuerpo estaba aseado.

Rose: No recuerdo haber tomado una ducha.

Pase al baño, al salir mi esposo iba entrando a la habitación.

Gabriel: Por fin despiertas dormilona.

Rose: Hola, ¿qué hora es?

Gabriel: Las 4 de la tarde.

Rose: Es temprano aún, podría dormir todo el día.

Gabriel: Mejor llamaré un médico, no creo que sea normal que duermas tanto.

Rose: ¿Solo son un par de horas no?

Gabriel: Rose hoy es martes estás durmiendo desde el domingo.

Rose: ¿Qué? Eso no puede ser posible.

Gabriel: He tenido que alimentarte y bañarte prácticamente inconsciente.

Rose: ¿Estaré enferma?

Gabriel: Quizás fui muy rudo contigo el domingo, trataré de ser más delicado.

Rose: Le pediré al médico que me revise.

Gabriel: Está bien.

Rose: ¿No haz ido a trabajar estos dias?

Gabriel: No, primero estas tu, que el reino espere.

Me duché y baje…

Fuimos al despacho, Gabriel se había encargado de enviar los pedidos que me habían hecho, al pasar por el viñedo vi que la producción iba marchando perfectamente.

Rose: Creo que te voy a contratar.

Gabriel: Sería un problema, tendríamos un conflicto de interés, todo el tiempo le haría el amor a mi jefa.

Rose: Te daría un bono extra por eso.

Gabriel: Rose me gustaría hablar de eso…

Rose: ¡Si! Claro que quiero que estés aquí conmigo todo el tiempo.

Gabriel: ¿Cómo sabías lo que te iba a decir?

Rose: No lo sé, intuición.

Gabriel: Hoy hablaré con el rey, dejaré de ser el general, me quedaré a tu lado y de nuestro hijo.

Me lancé a sus brazos, Gabriel me sostuvo mientras caminaba conmigo hacia una mesa.

Gabriel: Espero no te incomode que esté contigo las 24 horas del día.

Rose: Me parece perfecto.

Esa noche cenamos bajo las estrellas, si esto es la vida de casados la adoro.

Ya a la hora de pasar a la cama Gabriel me dijo que me dejaría descansar pero le insistí tanto que tuvo que complacerme por lo menos dos veces.

Le di un beso antes de cerrar mis ojos..

Mis sueños se hacían confusos, veía como mi vientre crecía y crecía, pero en mi rostro había tristeza, estaba sentada en el jardín, veía a lo lejos, como si estuviera esperando a alguien.

Gabriel no estaba por ningún lado, me levanté iría hasta el lago, sumergí mis pies, le rogaba a la mujer de agua que viniera a mi.

De nuevo estaba en el mismo lugar pero no tenía mi vientre abultado, seguía suplicando por una aparición.

A lo lejos veía una niña de cabello rojo correr, ella reía según podía escuchar, fui tras ella, la veía llevar unas flores blancas en sus manos.

Las depositó sobre una tumba, me acerqué a revisar su nombre, quedé impactada, las letras eran claras… “Rose de Zenda, esposa y madre devota” .

¿Moriré pronto?

Me desperté, mi cuerpo estaba lavado en sudor, mire a mi lado, Gabriel dormía tranquilamente, me puse una bata y salí de la casa. Solo había un lugar donde debía ir.

Llegue al lago y me sumergí…

Rose: Necesito que aparezcas, es hora que me digas que va a pasar con mi futuro…

Vi como el agua comenzó hacer ondas, una luz salió pero no era el hada que vi una vez, era una pareja de esposos.

“Rose”

Rose: Los conozco, ¿son los padres de Gabriel?

“Soy Rosmery y mi esposo Santiago”

Rose: ¿Vienen a visitar a Gabriel?

La mujer tenía los ojos cristalinos, se notaba que había estado llorando.

Rosmery: Venimos por ti Rose…

Rose: ¿Por mi?

Rosmery: ¿Sabes cuál es nuestra misión?

Rose: No estoy segura.

Santiago: Rose, a mí se me concedió el don de darle descanso eterno con el beso de la muerte.

Rose: Vaya no es necesario que lo expliques, por lo visto vienen a darme el beso.

Rosmery: Así es

Podía verla llorar, no lo pude evitar y también lloré…

Rose: ¿Y mi bebé? ¿No podrían esperar que nazca?

Santiago: Ese bebé no está en los planes del destino, no pertenece a este mundo.

Rose: Pero si no esta en los planes del destino permita que nazca, el merece vivir.

Rosmery: Rose…

Rose: Por favor, quisiera un poco de tiempo, quiero tenerlo y dejarlo como compañía para Gabriel, es su nieto después de todo.

Rosmery puso su mano en mi vientre…

Rosmery: Mi nieto…

Rose: Se lo suplico por el amor que le tienen a Gabriel, permítame que de a luz, una vez lo haga les juro que me iré de este mundo.

Santiago: Siete meses Rose, ese es el tiempo que te falta de embarazo, vendremos el 06 de diciembre cuando el sol se oculte.

Rose: Aquí estaré lo juro.

La mujer besó mi mejilla, y se despidió, vi como el destello de luz se desvaneció.

Salí del agua, quería quedarme llorando pero sé que Gabriel se daría cuenta que algo está pasando, decidí pasar a la cocina, saqué todo lo que encontré y comencé a hornear galletas.

Gabriel descubrió que no estaba a su lado así que salió corriendo a buscarme, me encontró ya finalizando de hornear.

Gabriel: ¡Rose! ¿Qué crees que haces?

Rose: Cariño no tenía sueño así que decidí cocinar un poco.

Gabriel: Me asusté al no verte a mi lado.

Gabriel se acercó a mí y me besó, quería romper en llanto pero debía ser fuerte…

Rose: ¿Puedo pedirte algo?

Gabriel: Lo que tú quieras mi amor.

Rose: ¿Podemos hacer un viaje juntos?

Gabriel: ¿Dónde quieres ir?

Rose: Quiero ir al mar, deseo pasar uno días a tu lado, como la luna de miel que jamás tuvimos.

Gabriel: Lo que pidas amor, despacharemos los pedidos pendientes esta semana, nos iremos la próxima ¿te parece?

Rose: Si…

Aquí me quebré en dos, tuve que llorar, ya era inevitable no hacerlo.

Gabriel: ¿Por qué lloras?

Rose: Es que estoy feliz por que saldremos a viajar, también creo que las hormonas del embarazo me tienen sensible.

Gabriel: Entonces debo consentirte más, mi esposa está sensible y yo debo darle más amor.

Rose: Eres el mejor esposo del mundo ¿lo sabes?

El solo sonrió y besó la punta de mi nariz.

Gabriel: Bueno ahora dame una de esas galletas que huelen delicioso.

“Siete meses… juro que haré que cada día a su lado sea único, me encargaré de demostrarle cuánto lo amo”

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Comments

San Aguirre

San Aguirre

Como si lo pudiera evitar jeje

2024-03-08

1

Florez Ort Valeria

Florez Ort Valeria

esta a sido una de las novelas más placenteras, completas y muy amañadora me encantó
escritos te felicito por excelente obra

2024-03-06

4

Kaori 🙃

Kaori 🙃

hay carajo viene la lloracion. hay que dolor

2024-02-27

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