El plan de Rose

Hace un par de días que Grabriel se marchó, se que fui yo la que así lo decidió pero ¡Carajo! Lo extraño demasiado.

Solo espero que el sábado él esté aquí, en verdad necesito su compañía.

Seguí con los preparativos, quería que la casa estuviera perfecta, cada día llegaban las respuestas de los reinos vecinos, ellos confirmaron su asistencia.

Por otro lado cada noche al acostarme en la cama hablaba con mi bebé, ¿será idéntico a Gabriel? ¿O tendrá el cabello color fuego como el mío?.

Ya la etapa del miedo se había ido ahora estaba a la de la ilusión de ser madre, sé que Gabriel estará feliz por nuestro bebé.

Los días fueron pasando por fin llegó el sábado, todo el mundo corría, pronto llegarían los invitados así que teníamos mucho trabajo por hacer.

María me había confeccionado un traje, pedí que fuera elegante pero muy revelador, todavía estamos en la época que las mujeres se cubren el pecho hasta el cuello.

Los invitados iban llegando uno a uno así que era momento de bajar.

El señor Ramiro aunque no fue invitado aquí estaba.

Ramiro: Querida Rose

Rose: Señor Ramiro…

Ramiro: Quiero decirle que hoy se ve muy hermosa.

Rose: Le agradezco, por favor pase sea parte del evento.

Ramiro: Aprovechó para disculparme contigo, sé que mi actuación no fue la indicada pero quiero que sepa que mi admiración y cariño sigue intacto.

Rose: Dejemos eso ya en el pasado, igual yo me cobre la ofensa, no sabe lo orgulloso que estaba mi esposo.

Ramiro: ¿Esposo?

Rose: Si, el general Gabriel mi legítimo esposo.

Ramiro: Pensé que ya estaban divorciados, eso es lo que se dice por todo el reino.

Rose: Oh no, estamos mejor que nunca, el vive conmigo.

Ramiro: ¿Dónde está?

Rose: Pronto llegará, ya sabes él es un hombre muy valiente, debe estar arriesgando su vida para que los nobles de este reino vivan cómodos en sus mansiones.

Ramiro solo sonrió y pasó al viñedo, yo seguí saludando a los invitados, les di un recorrido por el viñedo, los empleados repartían copas de mi vino.

En verdad deseaba que Gabriel llegara, me siento sola sin su compañía.

Las personas comenzaron a correr hacia la entrada eso solo significaba una cosa, la realeza estaba presente.

El rey, la reina y el príncipe bajaban de su carruaje, el estómago se me revolvió inmediatamente.

Tuve que acercarme a darle la bienvenida.

Rose: Bienvenidos a mi humilde hogar.

Rey: Oh ¿Eres tú Rose?

Rose: Así es alteza

Rey: Estás hermosa, creo que Gabriel se queda corto cada vez que habla de ti.

Reina: No es para tanto, de qué sirve una belleza si es una mujerzuela.

Rose: Eso es cierto, pero hay otras que fingen ser una dama ante la sociedad cuando sabemos que todos los nobles de este reino ha pasado por su cama.

Reina: ¿Qué insinúas?

Rose: ¿Insinuar? No no, yo afirmo lo que susurra el viento.

Rey: Querida venimos por que eres la sensación con tu vino, Gabriel me ha llevado un par de botellas y déjame decirte que es el mejor que he probado.

Rose: Por favor majestad siga, esta es su casa.

Los acompañe al jardín, ahí se estaba celebrando un baile, el príncipe no me quitaba los ojos de encima pero yo trataba de evitarlo de todas las maneras posibles.

Mi corazón comenzó agitarse, eso solo lo provocaba mi esposo, al darme la vuelta lo vi, se estaba bajando del caballo.

Comencé a caminar hacia el, quería lanzarme a sus brazos para poder besarlo pero el príncipe se atravesó.

Príncipe Andrés: Debemos hablar

Rose: ¿De qué ?

Príncipe Andrés: Le conviene si quiere que esté viñedo siga en marcha.

“Este imbecil que cinismo el que se carga, pero es hora que le quitemos la máscara”

Rose: Claro vamos a la casa.

Los dos comenzamos a caminar, ruego para que Gabriel no me dañe el plan.

Estábamos en el salón principal, solo había una luz donde los dos nos hicimos.

Príncipe Andrés: Querida Rose, hoy te ves muy hermosa, me gustaría no sé, que nos conociéramos más.

Rose: ¿Más?

Príncipe Andrés: Si, está claro que no comenzamos con el pie derecho, algo que me he arrepentido.

Rose: ¿Acaso le dirá a todo el reino que usted me quitó mi primera vez, esa que debía ser para mi esposo?

Príncipe Andrés: No hay necesidad de decirlo, con que los dos lo sepamos es lo importante.

Rose: No es así, yo he sido juzgada como una mujerzuela, se me acusó de acostarme con todo el batallón imperial cuando fue usted el que se aprovechó de mí.

Príncipe Andrés: Los dos queríamos eso, sabes que te di placer esa noche.

Rose: Entonces aceptas que fuiste el primero y que inventaste ese rumor.

Príncipe Andrés: ¡Si! Yo fui el primero, también regué el rumor pero lo hice por que en ese momento no quería tener una relación contigo.

Rose: ¿Qué cambió ahora?

Príncipe Andrés: Lo quiero todo contigo Rose, podrás ser mi mujer, no la princesa pues ya estuviste casada, quizás una concubina pero te garantizo que serás mi preferida.

Rose: Sabes algo príncipe, no recuerdo mucho de esa noche, se que me citaste en el palacio, me dijiste que tenías información de Gabriel, yo estaba preocupada por mi esposo, el llevaba días de expedición así que corrí a verlo.

Al llegar me diste un vaso de licor, eso hizo que mi cuerpo se sintiera caliente, lo último que recuerdo es despertar desnuda en su cama, yo no estaba inconsciente esa noche, sé que le falle a mi esposo pero no fue con intención, ahora que lo pienso bien fue una trampa.

“Sé que nada pasó así como lo estoy relatando, pero era momento de limpiar un poco mi nombre”

Príncipe Andrés: Rose eso no…

Rose: ¡Me violaste! Acabaste con mi reputación, todos en este reino me discriminan, me tratan como la peor alimaña.

“Comencé a llorar, debía hacer todo un drama, escuchamos como gente hablaba a nuestro alrededor, mi plan estaba saliendo a la perfección”

Gabriel: ¡Rose!

Rose: Gabriel mi amor, perdóname por lo que te hice, sé que no es excusa decir que fui drogada y abusada, de todos modos soy una mujer usada.

Gabriel: No es tu culpa, este malnacido se aprovechó de ti, para mí siempre serás la mujer que hoy estoy viendo, el ser más puro y hermoso.

Rey: ¡Andrés! ¿Que rayos hiciste?

Yo seguía llorando en los brazos de Gabriel, sé que él sabía que estaba actuando pero me seguía la cuerda.

Príncipe Andrés: Padre esta mujer miente, jamás la he tocado.

El idiota trataba de justificar pero lo cierto es que le había pedido a los empleados que llevaran a los invitados al salón principal, les daría una muestra de mi mejor vino, aunque la verdad era otra.

Rey: Querida Rose no sabes cuánto lamento lo que mi hijo te hizo, juro que tendrá su castigo, gracias a los dioses que mi Gabriel ha sido un buen esposo.

Rose: El mejor, él me acepta pese a que estoy sucia.

Rey: No lo estás, mi estúpido hijo cometió un acto atroz contigo, quiero que te sientas tranquila que tu dignidad está intacta.

Gabriel seguía abrazándome, el rey tomó del brazo al príncipe y se marcharon de mi casa.

Rose: Siento mucho lo que presenciaron, ya mis empleados le entregarán la muestra de vino que les prometí, por favor la fiesta está comenzando, quiero que se sientan en casa.

Mencioné limpiándome un poco las lágrimas..

Algunas mujeres se acercaban, ellas manifestaron que el príncipe también había abusado de ellas, ahora me había convertido en una victima.

Gabriel solo me observaba, lo vi pasar o despacho, lo mejor era ir por el.

Una vez entré estaba mirando por la ventana…

Rose: Gabriel…

El se dio la vuelta, en sus ojos no había enojo…

Rose: Se que mentí, pero debía sacarme esa espinita, un poco de venganza.

Lo vi como se acercó a mí, pasó sus manos por mi cintura.

Gabriel: Se lo que estabas haciendo y el se lo merecía.

Rose: ¿Entonces? ¿Por qué estás extraño?

Gabriel: Cuando llegue a esta casa, venía con la ilusión de verte, pero te vi pasar con el príncipe y mi corazón se detuvo, llegué a pensar que me engañarías.

Rose: ¿Qué? Yo jamás haría algo así.

Gabriel: Ese es el problema, yo siempre estoy pensando lo peor, debo aprender a confiar en ti.

Rose: No te culpo, yo era una mala persona antes, pero estoy segura que con el tiempo entenderás que yo cambié.

Gabriel: Lo que hiciste con el príncipe fue bueno para mí, tenía ira guardada en mi corazón por lo que hicieron ustedes dos, pero hoy puede darle un cierre.

Rose: Ese maldito se merece la muerte.

Gabriel: Rose quiero una vida a tu lado, un nuevo comienzo donde solo seamos los dos.

Rose: Bueno sobre eso no creo que seamos solos los dos…

Gabriel: ¿Qué dices? Por favor no saques el tema de Damaris por qué ella no es nadie en mi vida, es más te contaré por qué le tengo a mi lado.

Rose: No es por ella…

Tome la mano de Gabriel y la coloque en mi vientre…

Rose: Somos tu, yo y el bebé.

Gabriel estaba en shock, no asimilaba que seremos padres..

Rose: Gabriel, dime algo.

Gabriel: ¿Es cierto? ¿Seremos padres?

Rose: Así es, estoy esperando un hijo del hombre que amo.

Gabriel: Yo.. yo también te amo Rose..

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Comments

MINNY@24💕

MINNY@24💕

ahhhh siiiii por fin se lo dijo 🤗🤗🤗

2024-02-16

8

Barbarasl73 🇨🇱

Barbarasl73 🇨🇱

que finita la reina 😡.

2024-02-12

1

Maria Ortix

Maria Ortix

Menos mal le dijo sobre el bebé y evitan malentendidos!!!!

2024-01-08

5

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