Gabriel de Zenda I

Soy Gabriel de Zenda uno de los descendientes de Maximiliano y Emilia, mi línea de sangre viene de parte una pareja especial.

Mis padres Santiago y Rosmery, se unieron por las razones más extrañas posibles, un ángel de la muerte y una Elfa destinada a morir.

Los dos siendo inmortales eran imposible que pudieran concebir pero aquí estoy, hace 40 años estoy en este mundo.

Llegue a este reino hace 10 años, pensé que sería solo de paso pero algo me detuvo, lo cual me llevó hacer cosas desesperadas desatando una serie de eventos desafortunados.

Nací con una condición especial, en mi estaba el poder de darle muerte a las personas solo con un beso, al parecer eso no se quedó solo en mi padre.

Vendría por una familia en especial, todos habían sido destinados a morir, al ingresar a su hogar me encontré con unos seres despreciables.

La sentencia estaba clara, pero mis ojos se fijaron en una niña con el cabello rojo, se asemejaba a las brasas del fuego, me pareció un ser hermoso y único.

Reconcidere si todos debían morir, mi padre me había advertido que si no cumplo la profecía tendría un castigo.

En ese momento no pensé en el castigo solo quería que esa niña en particular viviera muchos años más.

No le di muerte a ningún familiar, temia que quedara huérfana y desamparada, así que dejé vivir a su madre, su padre y una hermana.

Me quedé unos días en el reino, quería ver que todo marchara bien, deseaba que mi padre se equivocara.

Una noche mientras dormía mi temor se hizo realidad, mis padres llegaron, estaban furiosos por cambiar el designio.

Era más que obvio que recibiera mi castigo, ¿pero cuál era?

Creo que fue el peor de todos, jamás alguien me amaría, estaba destinado a no tener pareja por toda la eternidad.

Pero no era todo, estaría ligado a la familia que salve por el resto de mi vida, debía protegerlos por 20 años, justo la mitad mi edad en ese momento.

Por obvias razones no podía abandonar este lugar debía protegerlos, la decepción llegó días después cuando descubrí la máscara de los Cambell, eres seres ruin y despreciables, se aprovechaban de la gente, desee asesinarlos sin importar si ello llevaba mi muerte.

Las dos niñas eran las que me causaban curiosidad, al parecer eran idénticas a su madre, orgullosas y altaneras.

Los años pasaban así que me hice general real, nadie podía vencerme en batalla, el rey Sebastián me quiere como un hijo pues el suyo es un debilicho engreído.

El tiempo que debía estar de expedición dejaba guardias vigilando a los Cambell ellos debían vivir si o si.

En un abrir y cerrar de ojos las niñas crecieron, una mujer de cabellera roja hizo que mi piel se erizará.

Ya no era una niña, era un mujer realmente hermosa, su sola presencia hacía que más de uno quedara hechizado.

Aquí fue donde cometí el segundo error de mi vida, me obsesioné con ella, hice hasta lo imposible por que su padre me la entregara en matrimonio, me mentí a mi mismo diciendo que ella solo una será una compañía, solo la vigilaría de cerca.

El día de la boda vi su rostro, había ira, enojo, asco y venganza, yo había cometido un error, no se debía forzar las cosas.

Decidí darle un poco de espacio así que me alejé de la casa, llegué a pensar que quizás al volver ella estuviera más tranquila pero aquí llegó un castigo más.

Mi esposa se habia entregado al príncipe, el rastro de su pureza se había marchado, ella me lo confesó como si fuera un triunfo, estaba convencido que eso de la virtud no era algo importante, el verdadero valor estaba en la unión de las almas.

Pero cuando ella me hablaba, expresaba placer en lo que había hecho, como una bestia la tome esa noche, quería borrar toda marca de ese hombre, pretendía que ella volviera a a ser pura, que error tan grande, seguí empeorando todo y por supuesto al final la bese, ya nada me importaba, quería que ella muriera, pero que sorpresa no lo hizo.

Estaba claro que ella jamás me amaría, sé que no era por el castigo, ese acto salvaje que cometí esa noche me demostraba a mí mismo que no merecía tener a nadie a mi lado.

Los días iban pasando la hermana había tenido un pequeño accidente, casi pierde la vida así que decidí traerla a casa, todos comenzaron a malinterpretar la situación pero en un punto considere en usarla para darle celos a Rose, pensé que estaba funcionando pero no fue así, ella fue en busca del príncipe, pediría su ayuda, él la despreció como una basura.

Pasó el tiempo y decidí darle el divorcio, lo mejor era que ella hiciera una vida aparte, pensé que con una casa grande y dinero estaría bien pero de nuevo mostró sus garras, ella solo sabía hacer una cosa, desperdiciar su vida.

Damaris cumplió 30 años, estuvo a mi lado por 10 años exactamente, jamás le expresé amor ni mucho menos la toque, ella se acostaba con todos los empleados del lugar.

En ese momento la alejé de mi, lo mejor era asesinarla pero mi mente estaba en Rose.

Trato de meterse a mi cama cientos de veces pero fue imposible, no entiendo ella a que se aferraba, sabía que no había amor ni deseo, supongo que le gustaba vivir como una mujer millonaria.

Un día recibí una carta, me informaban que Rose estaba en su lecho de muerto, iba a ir detrás de ella pero el debilucho príncipe me dio una misión, ya sabrán que lo mandé al carajo y fui tras Rose.

Al llegar me encontré con el horror, ella ya había fallecido hacía días, me sentía culpable, los designios de la vida se habían cumplido, ellos debían morir, al alterar el cauce hice que ellos cometieran crímenes atroces, pero forzar a Rose a ser mi esposa fue lo peor que pude haber hecho.

Salí con ella en mis brazos, pese a todo lo sucedido mi corazón solo le perteneció a ella, es por eso que entiendo que jamás nadie me amara o yo amaré, por que una vez lo hice y ella murió, ya en este mundo no existiría nadie para mí.

Pero algo extraño sucedió, una mujer emergió del lago, me dijo que podía revertir el tiempo, quizás era posible que Rose viviera.

Yo acepté todas las condiciones que me exigió, lo hice por qué quería darle una nueva vida a ella.

Le pedí de nuevo perdón y me juré a mí mismo que haría las cosas diferentes.

Se que tengo un precio que pagar… pero cuando todo volvió atrás las cosas no eran como las recordaba. Rose era diferente…

¿Que pasó?

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Comments

Aracelis León García

Aracelis León García

00a con razon ella lo despreciava

2024-02-03

6

Maria Ortix

Maria Ortix

Ahhh, ahora recuerdo.... el Zenda de los besos prohibidos!!!! Será que rompen la maldición del destino????

2024-01-08

1

Cruz Mejia

Cruz Mejia

entonces el no sabe que reencarnó en otra época y volvió al pasado 🤔 o será que esto fue un plan de la mujer del lagarto para ayudar a qué sea posible la unión de ellos claro pasando muchas pruebas para demostrar que en realidad merecen estar juntos

2023-12-27

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