La mudanza

El sol alumbraba más fuerte que nunca, los rayitos me daban Justo en la cara.

Me levante de la cama, al mirar a mi lado no estaba Gabriel, supongo que se marchó.

Pase al baño, hice mis necesidades me duché y me puse un ligero vestido blanco, hoy haría calor por lo visto.

Baje las escaleras, iría por algo de comer antes de revisar mis animales.

Al llegar a la cocina lo encontré, Gabriel estaba preparando el desayuno, solo tenía puesto su pantalón, su cabello estaba mojado igual que su pecho, ¿en qué momento se baño que no lo escuché?

Rose: Buenos días…

Gabriel: Buen día Rose ¿Dormiste bien?

Rose: La verdad es que si, ¿y tú?

Gabriel: Muy bien también, ¿vas a desayunar?

Rose: Si.

Gabriel llevó los platos al comedor, yo solo lo observaba, supongo que esto es lo que viven las personas casadas.

Rose: Todo se ve muy bien.

Gabriel: Espero te guste.

Yo probaba de todo, debía darle 5 estrellas esta delicioso.

Gabriel: ¿Cuáles son los planes de hoy?

Rose: ¿Los planes?

Gabriel: Si ¿que haremos hoy?

Rose: En verdad estás decidido a quedarte aquí.

Gabriel: Así es ¿te molesta?

Rose: No, pero ya que lo mencionas tengo planes para hoy.

Gabriel: Perfecto.

Terminamos el desayuno, yo lave los platos mientras Gabriel se ponía su camisa y zapatos.

Gabriel: ¿Entonces? ¿Que haremos?

Salimos de la casa, pase a revisar los caballos, la noche fue terrible, ellos estaban al parecer bien, les cambie el agua y le coloque más comida.

Gabriel me ayudaba a cargar todo.

Pasamos al galpón, mis pobres gallinas estaban mojadas.

Rose: Ayúdame a reparar su techo.

Le pase madera y puntillas, Gabriel lo recibió sin problema alguno. El comenzó a reconstruir mi galpón.

Gabriel: ¿Por que tienes tantas gallinas?

Rose: Son de mis empleados, ellos las comercializan.

Gabriel: ¿Tu que ganas?

Rose: Pues son mi compañía, también uso sus huevos.

Gabriel: ¿No las comes?

Rose: No podría, mira su carita ¿no son hermosas?

Tome una gallina y se la acerque, el solo la miraba de reojo.

Gabriel: Es solo una gallina Rose.

Rose: Prácticamente yo soy su madre, las estoy criando, no podría comerlas.

Gabriel siguió arreglando el lugar mientras yo sacaba el agua y limpiaba todo.

Revise que todas estuvieran bien, traje comida para ellas.

Gabriel: Listo

Rose: Mira nada más que diligente eres.

Gabriel: Quizás me puedas contratar.

Rose: Bueno serás el empleado del fin de semana.

Pasamos a revisar el invernadero, le enseñe a Gabriel todo lo que teníamos allí, las uvas estaban ya en maduración.

Gabriel: ¿Cuantas uvas se necesita para sacar una botella de vino?

Rose: Unos dos kilos de la mejor uva.

Gabriel: ¿Cuando sacarás el vino a producción?

Rose: En esas estoy, ya hice el pedido de los barriles artesanales, también todo para adecuar el espacio de maduración.

Gabriel: Eso llevará tiempo.

Rose: Lo se, es por eso que pedí vino de exportación, haré venta de ellos mientras saco a producción el mío.

Tambien Pedí la autorización al viñedo Santa Rita para que me permitiera mezclar su vino con el mío, por ahora solo será una alianza comercial, cuando mi vino ya esté en el mercado dejaré de utilizar la mezcla.

Gabriel: Piensas en todo.

Rose: Vamos te enseño donde lo pondré a añejar.

Lleve a Gabriel al granero principal, lo había acondicionado para allá barriles, tenía alguna socas pero faltaban más.

Rose: Bienvenido al viñedo “La Rosa”

Le abrí la puerta para que lo viera, el lugar era inmenso.

Gabriel: Asombroso.

Rose: Todo es gracias a ti, me diste este lugar y el dinero.

Gabriel: Mi aporte a esta sociedad.

Gabriel me dio ideas para el viñedo, temas de luz, humedad, estantes, él sabía muy bien donde debía colocar todo, yo solo tomaba nota.

Salimos del lugar, íbamos rumbo a la casa, pero no quería encerrarme así que le sugerí ir al lago.

Él aceptó.

Llegamos a ese hermoso lugar, era un laguito con patos y una pequeña canoa.

Rose: Vamos a dar una vuelta.

Los dos nos subimos a la canoa, Gabriel comenzó a remar, quedamos Justo en la mitad del lago.

Gabriel: ¿Eres feliz?

Rose: En este momento si.

“Por un momento los dos nos vimos a los ojos, no se necesitaron las palabras para expresar que estábamos bien así, juntos”

Dimos vueltas por el lugar, ya él hambre comenzaba atacar así que lo mejor era ir a casa.

Prepare el almuerzo pero decidimos tomarlo en el jardín, los dos hablábamos de nuestros gustos, él me contaba de sus batallas, la verdad era alucinante todo lo que él había hecho.

Rose: Puedo preguntarte algo.

Gabriel: Si.

Rose: ¿Amas a mi hermana?

Gabriel: No

Rose: ¿Entonces por que estás con ella?

Gabriel: Es complicado.

“Entendí que el no quería hablar de eso”

No seguí preguntando, fui por alguna bebidas y pastelillos, nos quedaríamos en el jardín lo que restaba de tarde.

Los dos leíamos mientras que yo estaba recostada en sus piernas, Gabriel no decía nada pero se que él estaba cómodo conmigo, por momentos me acariciaba el cabello.

Los dos dormimos esa noche bajo las estrellas, él se estaba convirtiendo en mi compañero de vida sin querer.

Al amanecer me encontraba en la cama, se muy bien que no fui yo la que por voluntad propia llegó hasta aquí.

Había una nota en la mesa.

“Gracias por el fin de semana, nos vemos pronto”

Ahora si era cierto que se había ido, me estire un poco, pase a asearme y vestirme para una nueva semana laboral.

Al bajar ya todos estaban en sus funciones, me preguntaba si vieron a Gabriel salir.

Comencé con mis labores dirías, teníamos muchos pendientes.

Los días fueron pasando, los barriles habían llegado pero eran más de los que había pedido, también habían herramientas sofisticadas para la elaboración del vino.

El mensajero me entregó la orden de compra, estaba firmada por Gabriel.

Rose: Mi socio si que está comprometido con el negocio…

El viernes había llegado, yo me sentía nerviosa, no sabía si Gabriel vendría este fin de semana.

Los empleados comenzaron a irsen a sus casas, yo me serví una copa de vino y me senté cerca a la chimenea, quería evitar pensar que mañana él llegaría.

Escuché ruidos en el exterior, me asomé por la ventana, un carruaje llegaba.

Al mirar el reloj eran pasadas las 9 de la noche.

Rose: ¿Quien podrá ser?

Abrí la puerta, iba a preguntar que querían cuando lo vi, Gabriel se bajaba de su caballo.

Rose: ¿Hola?

Él se acercó a mi.

Gabriel: Estas en ropa interior.

Rose: ¿Eh? No, es mi pijama solo que es de encajes, ¿no te gusta?

Gabriel: Todos te ven Rose.

Rose: ¿Quienes son todos?

Mire detrás de Gabriel, varias personas se bajaban del carruaje, traían consigo baúles.

Rose: ¿Que es lo qué pasa?

Gabriel: Vamos adentro.

Una vez ingresamos él se quitó su camisa, hizo que me la colocara y me cerrara todos los botones.

El personal ingresaba a la casa, los vi subir a mi habitación.

Rose: Me puedes decir que está pasando.

Gabriel: Son mis cosas personales Rose, si voy a vivir aquí contigo necesito algunos artículos, también tendré documentos en tu despacho.

Lo veía dirigir al personal, él les decía exactamente dónde poner cada cosa.

Yo me serví otra copa de vino, por lo visto él hablaba en serio de vivir aquí.

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Comments

Kaori 🙃

Kaori 🙃

jaja eso es el amor
por algo no se quiso divorciar del todo

2024-02-27

3

Mayte Valles

Mayte Valles

yo considero que Rose debería tener un poquito más de dignidad si ya está en buenos términos y tiempos con su aún esposo se debería alejar es decir mantener su distancia con el ya que sabe que está con su hermana y darce a decear un poco como que llega y derechito y sin escalas a su cama de que sirve aprender la lección ay disculpen pero ya me proyecté 🤭😅🤣🤪

2024-02-17

7

MINNY@24💕

MINNY@24💕

pues siii al final siguen siendo marido y mujer y la otra la amante 🤷🏻‍♀️

2024-02-16

1

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