La Traición De Rose
Todos hemos cometido errores en la vida, algunos son más graves que otros, también existen los imperdonables, en este último error estoy yo.
Me llamo Rose Cambell, hija de Arturo Cambell y Amelia Cambell, fui criada con todos los lujos posibles, lo cual me hizo ser la mujer más caprichosa y orgullosa.
De niña creía que me casaría con un príncipe, que sería una reina la cual inmortalizarían en cientos de cuadros, hablarían de la reina más bella e imponente de la historia.
En algo se cumplió, la historia si habla de mi pero no por ser una reina admirada si no por una traidora.
Empecemos por el principio, quiero que sepan como llegue a la vida de Gabriel de Larin, un guerrero poderoso, amado por los dioses y por los reyes del reino, él y yo nos unimos en un matrimonio el cual fue para mi una desgracia.
Aun existe matrimonios arreglados, se supone que en algunos reinos eso ya era historia pero no aquí. Mi padre me ordenó casarme con Gabriel, jamás lo había visto, solo escuchaba rumores de él.
Yo tenía un plan más ambicioso, quería desposar al príncipe Andrés de Larin. Era un hombre atractivo y con mucho poder.
Nunca entendí por qué Gabriel aceptó la unión, esta bien que yo lo hiciera por obligación de mi padre, pero él no tenía por qué hacerlo.
El día de la boda había llegado, yo estuve llorando toda la noche, me repetía una y otra vez que no quería desposar a ese hombre, yo no será la esposa de un general, yo debía ser una reina.
Me vistieron, peinaron mi cabello y me obligaron ir a la iglesia, ya había pasado por la etapa del llanto ahora estaba llegando a una macabra, quería hacerle la vida imposible al general al punto que pudiera el divorcio.
Llegue al altar, él estaba allí, no quise mirarlo en toda la ceremonia, imaginaba mil planes para ser libre.
Llego el momento de la unión por el sacserdote, nos declaro marido y mujer, Gabriel levantó mi velo, en ese momento pude verlo, era un hombre
muy apuesto debía reconocer:
El me besó con mucha suavidad, aunque se veía que era un buen hombre yo lo odiaba, siento que no a él directamente si no a la finalización de mis sueños.
Jamás le hablé ni en la ceremonia ni el la fiesta, todos nos felicitaban pero por dentro yo reía por la farsa.
Llegamos a la que sería nuestra casa, no voy a negar que era en verdad hermosa, llena de lujo, para ser un simple general vivía muy bien.
La habitación estaba lista para los dos, yo iba a perder mi virtud esa noche, era una obligación hacerlo no tenía opción.
Por extraño que parezca el no me obligo, me dejo en la habitación y se marchó. Lo espere toda la noche pero no volvió.
Al siguiente día me informaron que había salido de expedición, un alivio para mi.
Los días iban pasando yo seguía sin sentirme plena en esa casa, los empleados me miraban con desconfianza algo que era normal pues yo ni siquiera les dirigía la palabra.
Cada día le enviaba una carta a mi padre, le rogaba que acabara con ese acuerdo, su respuesta siempre fue la misma. ¡No!
Un día llegó una invitación, la princesa Adalia entraría a la edad para casarse, así que oficialmente se iniciaba en sociedad.
Me puse mi mejor vestido, mi esposo no aparecía, ya habían pasado 3 meses desde la boda.
Me subí al carruaje y llegue al palacio, todas las damas me miraban alguna con envidia otras con pena, yo era una esposa abandonada.
Me encontré con mi familia, mis padres y mi hermana menor Damaris estaba presente.
Volví a insistir en el divorcio pero fue imposible.
El príncipe llegó con su hermana de la mano, yo debía ser su esposa no la del general así que comencé a idear un plan que me llevó a la desgracia.
Toda la noche trate de seducir al príncipe el cual cayó redondito, siempre estuvo atento a mis peticiones pero como era lógico el pueblo comenzó hablar sobre un posible romance.
Yo no lo iba desmentir quizás así el general me daba el divorcio.
El príncipe me pregunto por Gabriel, le conté la verdad, yo no lo amaba, no habíamos consumado el matrimonio.
Como era de esperarse el me hizo un propuesta que yo no rechace, quería mi primera vez, pero yo quería algo a cambio así que me prometió el divorcio.
Era Justo lo que quería, mi plan sería Perfecto.
Una noche me cito en el castillo, yo llegue a la hora indicada, efectivamente el me esperaba en la habitación, esa noche le entregue mi primera vez al príncipe.
No sabía muy bien que debía hacer así que me dejé guiar por el, todo el tiempo mi pensamiento estaba que hoy sería libre, pobre ilusa.
Una vez terminamos salí del palacio, juraba que esa sería mi última noche de casada.
Al llegar a casa alguien me esperaba en la sala. Gabriel había vuelto, su cara era terrorífica, estaba enojado.
En su mano tenía una copa de vino la cual le daba vueltas.
Me pregunto donde estaba, yo como la cínica que era le conté la verdad, le dije que venía del palacio, me había entregado al principe.
Escuché como rompió la copa con su mano, él se levantó y llegó a mi lado, me dio una bofetada, yo solo lo miraba desafiante.
Lo escuchaba reclamarme que yo era su esposa, para mi una obligada.
Me tomo del brazo y me llevo a su habitación, esa noche me tomó a la fuerza, él estaba poseído y cegado por la traición así que lo hizo en manera de venganza.
Yo solo lloraba, suplicaba que se detuviera pero fue imposible, él era rudo al tomarme, me besaba el cuerpo tan fuerte que me dejaba marcas, estaba intentado borrar lo que hice horas antes.
Una vez termino me saco de su habitación casi en ropa interior.
Me juro que me haría la vida imposible.
Creo que no había contemplado esta variable, no era consiente que Gabriel podría asesinarme si así lo quisiera.
Un mes dure encerrada, todos los días me traían comida y lo necesario para no enfermar.
Los empleados no me daban información de Gabriel, hasta que un día la puerta se abrió, al parecer podía salir.
Lo primero que hice fue ir a buscar el príncipe, él me había prometido el divorcio, ahí fue donde recibí mi primer golpe, el hombre negó todo, jamás se acosto conmigo y menos me había hecho una promesa.
Fui a casa de mis padres, ellos me dieron la espalda, en el reino se hablaba que yo me había acostado con los empleados de mi esposo, era una vulgar ramera.
Ya no tenía casa, no sabía que hacer, tuve que volver a la del general.
Aquí llegó el segundo golpe, mi querida hermana Damaris se paseaba por el lugar.
Ese día descubrí que mi esposo tenía una relación con ella, los dos prácticamente eran Marido y mujer.
Los siguientes días fueron un infierno, Gabriel me obligaba a cenar con ellos, los dos se comportaban como enamorados.
Por extraño que suene yo comencé a sentir celos, se muy bien que Gabriel merece alguien que lo quiera pero por que mi hermana.
A veces veía a mi hermana salir de su habitación a medio vestir, se hablaba que estaban planeando tener un bebé.
Un año duramos en esa misma situación hasta que el día que había esperado llegó.
Fue una buena noticia en medio de mis desgracias pues llevaba al menos una semana con una intensa fiebre, nadie me puso ni un paño de agua, tuve que pasar esos días dentro de la bañera.
Gabriel por fin me entregó los papeles de divorcio, los tome en mi mano y salí solo con la ropa que tenía puesta.
Él había sido muy generoso, me había dado una casa en las afueras, era realmente hermosa pero para una caprichosa como yo nada era suficiente.
Inicie una vida llena de excesos, en menos de 3 años derroche todo lo que Gabriel me había dado así que quede en la calle.
Yo era una mujer de 24 años pero con una salud de 70 años, el licor y la vida inculta me había llevado al punto de enfermar.
Morí una mañana de abril, lo hice en una casa de 2 metros por 2 metros, sola sin familiares a mi lado.
Pero quieren saber que es lo más irónico, seguía siendo una orgullosa y patética mujer hasta ese último día.
Ese era mi final, al menos eso pensé hasta que desperté en otro mundo, uno donde la tecnología había avanzado, me dieron una oportunidad de vida la cual aproveche.
Soy Rose Cambell, la mujer que por ambición perdio el amor de un buen hombre y quizás una vida maravillosa.
Pero ya que la vida me dio otra oportunidad la viviré de una manera honesta.
Espero no me odien pero esta villana contara su versión de la historia….
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Updated 42 Episodes
Comments
maiy medina
Me perdí, ella solo es del reino Zenda pero no descendiente de los emperadores Emilia y Maximiliano ??
2024-11-18
0
Jennifer Perlaza ramos
el que es no deja de ser
2024-10-23
0
Mariarodriguez Ballesteros
crei que en la familia zenda no obligaban a nadie a casarse, que esperaban a su destinado
2024-09-30
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