Capitulo 10

Narra Lillian

Mi padre había despedido a la mayoría de los empleados solo nuestras nanas se quedaron con nosotros ya que no podían llevarnos a todos y para nuestra seguridad se fueron con nosotros todos los soldados incluyendo a mi escuadrón

Para viajar a Nastia los necesitabamos llegar al puerto, y el puerto estaba a una semana del condado que fue de mi padre así que nos tuvimos que detenerse en algunos pueblos para dormir y comprar comida

Cuando llegamos al puerto el primero en bajar fue mi padre, y nos dijo que lo esperáramos un momento que necesitaba ir hablar con el capitán del barco

Diez minutos después él regresó y nos dijo que bajaramos del carruaje y que abordaramos el barco de una vez por qué ya el barco iba a partir y así lo hicimos

Cuando todo estuvo dentro del barco mi padre le pago al cochero y le agradeció sus servicios, después de que él se embarcó el capitán dio la orden de zarpar

Cinco meses después ........

Estaba en mi camarote afilando la espada que me había regalado Víctor cuando escuché “tierra a la vista” así que la deje en la cama y fui a la cubierta y efectivamente habíamos llegado

Mi familia también estaba en la cubierta, así que me acerque a ellos y le di un abrazo a mi madre

Daiana: Por fin veré a mi hijo después de siete años ¿crees que habrá cambiado demasiado?

Lillian: Seguramente madre cuando lo vimos por última vez solo era un joven ahora debe ser un hombre hecho y derecho

Daiana: Los años van pasando y yo me estoy volviendo vieja, a ti no te falta mucho para que nos dejes también

Lillian: No digas eso madre que así tenga 30 años seguiré a tu lado

Daiana: Hay hija tu algún día conocerás a un hombre y seguro te irás con él y yo me quedaré al lado de tu padre

Lillian: No creo que eso pasé hace mucho tiempo deje de confiar en los hombres madre y por favor no preguntes por qué

Daiana: Okay si no me quieres decir es tu decisión

Mi padre se acercó a nosotras y nos dijo que ya estábamos a punto de llegar al puerto así que dijo que nos preparamos para desembarcar, así que fui a mi camarote tomé mi espada y la guarde dentro de su funda y luego salí

Cuando bajamos del barco vi a Alexander esperándonos, pero antes de que él se acercara a nosotros mi madre salió corriendo y se lanzó a sus brazos

Daiana: Hay cuanto te extrañe hijo mío, no sabes los momentos de angustia que tuve al no saber de ti los primeros cinco meses

Alexander: Pero ya están aquí no y se quedaran aquí para siempre

Daiana: Eso no lo dudes

Después de que ellos se abrazaron el le dio un abrazo a Charlie y a mi padre, Stefan al no saber que hacer se escondió detrás de su nana ( Fanny )

Lillian: Vamos no tengas miedo que no te hará daño

Alexander se acercó a nosotros y enseguida miró a Stefan

Alexander: ¿Y me imagino que tú eres el pequeño Stefan?

Stefan: Si, ¿y tú debes ser mi hermano Alexander no?

Alexander: Si ahora ven acá pequeño y dame un abrazo

Stefan me miró y yo asentí, así que él se acercó a Alexander y le dio un abrazo después de eso él se fue con mis padres

Alexander: ¿Y que no me darás un abrazo?

Lillian: Claro que si ( me acerque a él y le di un abrazo bien fuerte ) hay como te extrañe Alex los días en la casa sin ti no eran los mismos

Alexander: Yo también te extrañe mucho, extrañe mucho a esa pequeña revoltosa que solía iluminar mis días

Lillian: Oye ya no soy una revoltosa ahora soy una mujer hecha y derecha

Alexander: ¿Desde cuando?

Lillian: Desde que mi padre me dio de regalo mi propio escuadrón

Y antes de que Alexander pudiera decir algo mi madre se acercó a nosotros y dijo que estaba muy cansada, que lo único que quería era llegar a la casa de Alexander para dormir

Así que Alexander me dijo que le tenía que contar todo, así que después de eso tres carruajes se acercaron a nosotros y enseguida lo abordamos

Alexander se había ido en uno de los carruajes con mis padres y Charlie,Stefan se habían ido en el otro con sus nana y a mi me toco estar sola con mi nana y no tenía con quién conversar ya que mi nana al tocar el carruaje se quedó dormida, así que decidí admirar la ciudad

Poco tiempo después llegamos a la casa de Alexander así que desperté a mi nana diciéndole que ya habíamos llegado, baje del carruaje y me sorprendí al ver los empleados de la casa formados en una fila

Alexander al bajar enseguida dio la orden de que bajarán toda las cosas y las llevarán adentro mientras qué a nosotros nos pidió seguirlos y al estar adentro le dijo a varias doncellas que nos llevarán a nuestras respectivas habitaciones

Alexander: Por favor vayan a descansar, nos vemos en la cena

Después de que él se fue a no se dónde una doncella se acercó a mí y me pidió que la siguiera para que viera la habitación donde iba a dormir y así lo hice, al llegar vi que la habitación no era tan grande como la que tenía en el imperio del norte pero era acogedora así que le di mi espada a mi nana y me lancé a la cama

Lillian: Esto es lo que yo necesito después de a ver viajado cinco meses en un barco

Era tan suave la cama y las almohadas ni se diga que ya me estaba quedando casi dormida hasta que mi nana me tocó los pies

Lillian: ¿Que pasa?

Mérida: Que antes de que se duerma tiene que darse un baño

Lillian: Eso no es justo por qué no me dejas dormir así y después me doy mi baño te lo pido por favor

Puse mi mejor cara de perrito regañado vi que mi nana estaba empezando a dudar

Mérida: Okay pero solo por esta vez

Lillian: Gracias, y por eso es que te quiero tanto

Le entregué la espada a mi nana y luego le di un beso, ella salió de la habitación junto con la doncella y yo enseguida me acomodé en la cama a dormir

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