El plan de Philip

Después de un día de trabajo Valentina, salió de la biblioteca aprovechando uno de los pocos días calurosos de Londres, agradeciendo haberse puesto su lindo vestido blanco.

Durante un rato espero a Philip en una esquina de la biblioteca, pero como siempre llegaba tarde, Valentina a veces se preguntaba porque estaba con él, era un hombre guapo y le atraía su rebeldía, claro que tras estos meses con él sentía un gran cariño por este, pero no era el hombre con el que ella esperaba tener un futuro, mientras estaba perdida en sus pensamientos sintió como un auto se acercaba, levantó la mirada pensando que tal vez era Philip, era un auto mucho más lujoso, cuando este paso por su lado le hizo volar un poco su vestido, pero Valentina lo sostuvo rápidamente para que no mostrará más de lo que debía, el auto paro estrepitosamente a unos metros de donde ella estaba parada, al principio se asustó pensando que le harían algo, pero se paralizó cuando del asiento del conductor sé bajo el hombre más sorprendente que había visto en su vida, era obvio que era un lobo, creería que el más grande que había visto, tenía el cabello a la altura de los hombros y de un negro tan oscuro que se sorprendió, sus ojos eran hipnotizantes, sus músculos eran enormes, estaba vestido todo de negro, el hombre al igual que Valentina a él se quedó observándola, hizo un ademán de acercarse cuando del asiento del copiloto sé bajo otro hombre lobo, Valentina lo reconoció de inmediato era Finn, el hombre que había ido esa tarde a la biblioteca, Finn se paró de inmediato al frente del otro hombre que era incluso más alto que Finn quien ya media por lo menos 1,90, en ese momento Valentina sintió el claxon de un auto y como decían su nombre

-Que sucede nena -dijo Philip, en medio de su aturdimiento no se había dado cuenta de que el auto de su novio ya estaba frente a ella.

-Nada -dijo ella, mientras se subía al auto, cuando pasaron al lado de los otros 2 hombres, Philip dijo una cantidad de palabras obscenas refiriéndose a ellos, pues para nadie era un secreto que Philip los odiaba con el alma, Valentina solo lo ignore pues ya estaba acostumbrada a esto, además aun tenía el encuentro con ese hombre rondando en su cabeza.

-Cuando Philip estacionó su auto, Valentina miró por la ventana para ver donde estaban- dijiste que me llevarías a algún restaurante -dijo Valentina mirando la fachada de la casa de Philip.

-Si muñeca -dijo Philip, pero quiero tener algo de privacidad contigo, sabes que te quiero solo para mí -dijo mirando las piernas de la chica

-De acuerdo -dijo ella volteando los ojos, Philip era un hombre atractivo a pesar de que lo sobraba un poco de peso, era bueno en la cama debía admitirlo, pero a veces la hacia sentir como si eso fuera lo único que quisiera de ella, tan pronto como entraron a la casa Philip la acorralo contra la pared, Valentina solo le siguió sus besos mientras él bajaba el cierre de su vestido.

Después de 1 hora, Philip y Valentina estaban sentados en el pequeño comedor de este mientras comían algo de comida congelada que tenía en el refrigerador.

-Debo contarte algo muñeca -dijo Philip

-Valentina paro de comer para mirarlo- ¿si? -dijo la chica

-Tengo algo bueno planeado con los muchachos -dijo el Rubio.

"los muchachos" era el grupo de rufianes, amigos de Philip, con los que bebía y se emborrachaba varios días de la semana, a Valentina no le agradaban para nada, además de que la miraban como si la quisieran devorar.

-¿Que plan y sobre que? -preguntó ella.

-Mira sabes que casi nadie quiere a esas malditas bestias en la ciudad ni en ninguna parte, mucho menos mandándonos, así que los muchachos y yo sabemos como entrar al palacio y secuestrar al Rey Alfa y así amenazar para que vayan de nuestra ciudad y del país también -dijo Philip.

-De que demonios hablas Philip, no a todos le molestan los lobos, además el palacio mantiene muy vigilado 24/7 y el Rey Alfa, lleva un año al mandato y aún no se ha mostrado al país y crees que tu y tus muchachitos van a lograr entrar, encontrarlo y secuestrarlo, acaso estás drogado -exclamó ella con furia, pues era una idea demasiado estúpida y por alguna razón la hizo sentir furiosa.

-Eres mi chica y no me apoyas, además hablas como si fueras mejor que yo, no me digas que les tiene cariño a esos animales Valentina porque no lo soportaría, sabes que mejor te llevaré a tu casa, muy bien se sabe que la mujer debe estar en casa y nosotros los hombres usando la cabeza afuera -dijo mirando a Valentina con rabia

Valentina prefirió no discutir el siempre se sentía superior a ella solo por ser hombre y pues por lo menos la llevaría a casa, muchas veces simplemente la corría de su casa y la dejaba ir sola.

Al llegar a su casa, Valentina entró en silencio tal vez sus padres ya se encontraban dormidos, saludo a su perro Sirius y entró a su habitación, cuando iba a cerrar la puerta, su madre apareció.

-Hola hija, te fue bien? -pregunto, su mamá.

-Todo bien -contesto, sabes mi corazón -dijo Anyela sentadose en la cama de su hija, mientras acariciaba la cabeza de su perro, papá y y yo te amamos, eres nuestra vida y aveces mucho miedo que algo te pase, por eso aveces somos un poco intensos con el tema de Philip, sabes que ese chico, tiene malos vicios, sin embargo te dejamos seguir con tu vida, ya eres adulta, tienes un trabajo, una vida, pero por favor piensa bien todo sobre lo que te rodea -dijo mientras le daba un beso a Valentina en la frente y se iba, eso dejó pensando a la chica aunque aún había uno ojos hipnotizantes que no salían de su cabeza.

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