-Cap5

Rebeca...

— Mi balcón.

Lleve a mi amigo Christopher a un lugar al cual nunca había llevado a absolutamente nadie, era un lugar que al parecer solo yo conocía, porque jamás vi a alguna persona más allí.

Me senté en el suelo y él se sentó a mi lado, admiraba venir a este lugar cada que podía, y deseaba que algún día fuera con alguien y al ir con Christopher sería un deseo cumplido.

— Vengo aquí cuando puedo o... Cuando mis emociones y autoestima están muertos.

— Ahora me tienes a mí para eso, somos amigos.

Dijo Christopher mirándome y sonriendo levemente, no pude evitar sonrojarme un poco ante su comentario, y luego sonreír de la misma manera en el que él lo hizo.

— Eres el primero al que he traído aquí y espero que el último, este lugar lleno de personas sería una mierda.

Ante mi comentario el río levemente y me aseguro que sería el primero y el último, de repente él se levantó y me extendió la mano.

— Deja que yo te muestre mi lugar favorito.

Asentí y me levanté con su ayuda, caminamos y caminamos pues el lugar estaba lejos, pensé que sería su casa o algún lugar raro, pero poco a poco nos fuimos acercando a una playa a la cual yo nunca he ido desde que he estado en esta ciudad.

— En el atardecer... Aquí en esta parte, el cielo se pone levemente rosado, y el agua se combina con su color y hacen del lugar algo precioso.

Dijo Christopher mirando hacia el agua.

— Hay algo parecido en mi país natal, pero en vez de combinarse con el agua, la propia agua brilla azul, un fenómeno conocido y muy hermoso.

— Asi que... No eres de aquí.

— Sí.

— ¿Piensas volver?

— Aún no, y menos con la economía que mi país tiene.

— Ya veo...

De repente, se me pasó una idea por la cabeza aprovechando que en el lugar no había nadie.

— ¿Te parece si nos metemos?

— ¿Te quieres meter al agua en pleno invierno?

— La temperatura está bien a esta hora, solo cerca de la noche es cuando el frío comienza a quemar.

Dije, me quité la chaqueta y cuando iba a quitarme la camisa él me detuvo.

— ¿Segura que quieres hacer eso?

— No hay quien me detenga, además, es bueno aprovechar el momento.

Y diciendo eso me quite la ropa y solo me deje en brasier y las bragas, note la mirada de Christopher clavada en mí, como si yo fuera la loca o estuviera procesando que una chica se quitó casi todo enfrente de él sin pena alguna.

Caminé hacía que el agua mojó mis pies, proseguí a hundirme hasta la cintura y luego de un movimiento me sumergí, el agua mojó cada parte de mi cuerpo, abrí mis ojos en el agua y claro, todo se vería distorsionado, pero al menos podría ver algo, era algo hermoso, ascendí hacia la superficie de nuevo, y mire hacia los lados, no podía ver a Christopher, cuando pensé que se había ido sentí algo hundirme hacia abajo, rápidamente tome aire y me sumergí, abrí los ojos y lo vi al muy maldito, quien al parecer quería reírse, pero estando bajo el agua tenía que aguantarse.

Ascendimos hacia la superficie donde cuando él salió comenzó a reír levemente.

— ¿Pensaste que te había abandonado?

— Cállate rata.

Él solo siguió riendo, cuando paro se me quedó mirando un rato y luego extendió su mano.

— Solo fue una broma, ahora, toma mi mano que veo que no sabes nadar mucho que digamos.

— Nada y flotar no es lo mismo.

— Lo sé, pero no quiero que te me ahogues.

Dijo él sonriendo leve, lo que hizo que mi corazón se acelere con ligera rapidez, nadie se había preocupado por mí de esa manera, ni siquiera mostraron ganas de acompañarme a algún lugar. Tome su mano y sonreí leve, y luego los dos nos sentamos en la arena mirando lo que ahora era un atardecer.

— La próxima vez que vengamos aquí, hay que traer una toalla y comida, y el traje de baño porque bañarse en bragas no me hace ni puta gracia.

— Por mí eso suena bien.

— Obvio, un día de playa nunca viene mal.

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