c10

Recortando muñecos de papel, mientras escucha música electrónica, Lilith pasó casi una hora sentada en el sillón viejo de la sala de estar, desde que su padre y hermanos se marcharon de compras. Al terminar de recortar el papel, deja los muñecos en la mesita de vidrio y sigue con otro trozo doblado.

Mientras que en el vestíbulo, un estruendo tira los cuadros que había colocado en la pared. Sin embargo, ella ni se inmuta a pararse. Cuando termina de cortar todo el papel a su alcance empieza a escribir sobre los muñecos en latín antiguo. A la vez, los muebles a su alrededor comenzaban a temblar hasta moverse de un lado al otro.

De pronto son arrojados a la pared, las luces se prenden y apaga, y los pasos de pezuñas comienzan a sonar por el pasillo. Pero ella no siente ningún interés en saber lo que él enter, estaba haciendo.

-pero qué inmaduro es este espectro. -dice mirando de reojo el pasillo en dónde se hallaba la misma sombra de la noche anterior. -si ya terminaste, porque no vas a molestar a los vecinos. - terminando de escribir las últimas letras en el muñeco le dice: - aunque ya no importa. -con una sonrisa.

Levantándose del sillón, lanza uno de los muñecos a la pared que daba al vestíbulo, haciendo que él enter, se apartase. El papel se adhiere al concreto, volviéndose invisible a la vista. Seguido de eso, lanza varios muñecos por toda la sala de estar, dejando atrapado al espectro en un rincón.

-ya no hay lugar donde ir. -le dice parándose frente a él. -los seres como ustedes no deberían aferrarse tanto a este plano. Son débiles sin un recipiente que los protejan. Ahora dime. Seguirás. O te marcharás por tu cuenta.

“-¿quién rayos eres?” -grita en idioma demoníaco.

“-solo soy una niña. Que le desagrada lo que no puede controlar.” -le responde en su mismo idioma. “-no me sirve algo que no se deja dominar y menos que resulte peligroso para mi familia.”

“-crees que puedes conmigo, Bruja.” -el ser causa que todas las luces se apaguen, dejando a la vista su verdadera forma tan repugnante como ella esperaba.

Era una deformidad, con un cuerpo humano, y extremidades largas, su mandíbula estaba desviada, tenía una larga lengua y dientes enormes. Si mencionar el desagradable aroma a azufre que cubría su cuerpo. No tenía ojos ni orejas, con un trozo de cabello que ni siquiera cubría su cabeza.

“-sí que estas feo.” -no puede evitar decir con una sonrisa de par en par.

“-maldita bruja… te devoraré y luego a tu familia.” -grita con un tono tan agudo que rompe el vidrio de la mesa y agrieta las ventanas.

En ese instante, Lilith dio un paso atrás, abriendo sus manos, mueve las cortinas hacía un lado. El ser se lanza sobre ella, pero un escudo de energía la cubre. Recitando unas palabras en latín antiguo, ase que él enter, se empiece a retorcer de dolor hasta caer al piso.

Varios muñecos de papel que aún llevaba consigo, se empiezan a arremolinar alrededor del espectro, clavándose en la forma sólida de su cuerpo hasta romper su alma en pedazos.