La sorpresa y la incredulidad llenaron la habitación cuando las tres mujeres vieron a Adrián Lewis abrir sus ojos. Camila se alejó de inmediato de la cama, mientras su madre se acercaba con una amplia sonrisa de felicidad al verlo despierto, Lana se sorprendió al ver lo ocurrido, pero agradeció no haberle obedecido a su padre cuando prácticamente le exigió que se marchara con él de la mansión.
-¡Adrián, hijo, despertaste!- expresó con alegría Sarah.
El hombre observó a todos lados, algo desorientado y dudoso. Vio a Lana parada junto a la cama, y luego su mirada se detuvo en la muchacha desconocida que se hallaba parada en una esquina de la habitación, se preguntaba quien sería ella y que hacía allí.
Apenas unos minutos después de que Adrián abriera sus ojos, el enfermero que estaba atendiéndolo se presentó junto al médico que se ocupaba de su caso, pidieron a las tres mujeres que lo dejaran solo para poder oscultarlo. Las tres obedecieron y una vez fuera de la habitación, Sarah le ordenó a Lana que se fuera de la mansión, está indignada le recriminó una vez más el haber concretado la boda entre Adrián y Camila. La mujer enojada y cansada de soportar los berrinches de la muchacha, ordenó que los guardias la acompañaran hasta la salida, Lana no dejó de vociferar en contra de Sarah, siempre, con toda la mala intención de que Adrián la escuchara.
Minutos después la puerta de la habitación se abrió permitiéndoles el paso a las dos mujeres, Sarah entró y se posicionó junto a la cama donde su hijo se encontraba, mientras que Camila decidió replegarse en un rincón.
-¿Cómo se encuentra mi hijo, doctor?- preguntó la mujer, mientras Adrián observaba de reojo a la muchacha sentada a lo lejos.
El médico explicó que el estado general de Adrián era muy bueno, aunque aún no terminaba de recuperar por completo la motricidad en sus piernas.
-El dinero no es problema, si puede lograr que mi hijo vuelva a caminar- dijo la mujer.
-No es cuestión de dinero- respondió el galeno- Adrian estuvo en coma durante mucho tiempo, sus piernas seguramente sanarán-agregó- Ahora si me disculpan, debo hablar con un especialista- aseguró para luego marcharse de la habitación.
-¿Qué hacía Lana aquí?- le preguntó a su madre confundido.
-Es algo largo de explicar, hijo. Ahora solo debemos enfocarnos en tu recuperación.- respondió la mujer acariciando la mano de su hijo.
Adrián desvió por completo su mirada hacia la joven que se hallaba sentada, sosteniendo las manos en su regazo con mucha timidez.
-¿Quién eres?- le preguntó
-¡Oh! Ella es Flora Mitchel- intervino Sarah- la hija de Richard Mitchel, tu nueva esposa.
El rostro del muchacho cambió por completo al oír la respuesta que su madre le dio.
-¿Qué dices?- indagó claramente disgustado- ¿Cuándo estuve de acuerdo yo con eso?
-Hijo, estuviste en coma- le comentó la mujer-¿Qué hubiera pasado si nunca despertabas? Debía asegurarme que tuvieras un heredero legal.
-¡Quiero el divorcio!- exclamó él sin ningún tipo de contemplaciones- ¡Ahora! - Camila desvió la mirada llena de incomodidad ante el obvió rechazo de Adrián.
- Hijo, no es un buen momento- acotó su madre- apenas tuvimos una rueda de prensa, acabas de despertar, tienes que recuperarte.
-Por supuesto, Adrián- intervino Andrew quien había entrado sigilosamente a la habitación- Divórciate, que la familia quede en ridículo, sería muy divertido- agregó caminando hasta colocarse al lado de su madre.
-¡Andrew, sal de mi habitación!- le exigió ofuscado su hermano-¡ Ahora!
-Vamos, Andrew- dijo Sarah instando a su hijo mayor a salir juntos- Démosle algo de privacidad en su noche de bodas- luego de decir esto y ante la incrédula y enfadada mirada de Adrián ambos salieron de la habitación, dejando solos a una temerosa Camila y a un exaltado Adrián.
La muchacha sentía sus piernas temblar, había ocurrido lo que menos se esperaba, su esposo había despertado y por lo que había podido darse cuenta él no tenía intenciones de seguir adelante con su matrimonio. Y para rematar la situación la observaba con rencor y curiosidad.
-Tú no eres Flora Mitchel- aseguró Adrián logrando que la sangre de la muchacha se helara-¿Quién eres?
La muchacha sintió temor al verse descubierta, el hombre frente a ella a pesar de parecer bastante malo, también se veía simple, entonces con mucho pesar ella se acercó a la cama, agachó la cabeza
-Es cierto, no soy Flora- confesó con un leve temblor en su voz, ante la posibilidad de que todo se fuera al carajo- Soy Camila su hermana.
- No sabía que en la familia Mitchel había dos hijas- dijo el hombre- ¿Por qué razón te casaste conmigo en su lugar?
-Tengo mis razones- respondió ella encogiéndose de hombros- pero ya estamos casados y no me iré de tu lado- agregó con una seguridad que en realidad no sentía, ante la mirada asombrada de Adrián.
El silencio en la habitación se volvió tenso, Camila se sentó en la silla que estaba junto a la cama, mientras Adrián la observaba tratando de dilucidar las razones por las cuales la muchacha había aceptado una boda con un hombre en estado de coma. A su mente llegaron muchas razones, entre ellas... un simple interés monetario, ser parte de una familia con mejor estatus que la suya, huir de algo o alguien, las posibilidades eran muchas y al parecer ella no estaba dispuesta a decirle nada.
Pidió que llamaran a Jackson, y cuando este estuvo en su habitación, luego de demostrarle su alegría al verlo recuperado, le solicitó que averiguara todo lo que pudiera sobre la muchacha que ahora era su esposa, aunque no sería por mucho tiempo.
Esa misma noche al ver que Camila había cumplido con eso de no separarse de él, pues no había salido de su habitación para nada, solo lo había hecho para traerle alimentos, incluso comiendo allí con él.
-¿Dónde duermes tú?- preguntó
-Aquí, contigo- afirmó ella con timidez.
-¿Conmigo?- repitió él, luego negó con un movimiento de su cabeza- Pues...ya no- agregó Adrián para luego llamar a la encargada del personal de la mansión y pedirle que preparara una habitación para la muchacha.
Una vez que le indicaron donde dormiría, la muchacha se encerró allí, se sentó en la cama y las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos. No tenía idea de lo que le depararía su estadía en esa casa y rodeada con esa gente llena de prejuicios, pero estaba dispuesta a ir hasta donde fuera por amor a su abuelo, así entre una mezcla de tristeza y llanto silencioso, Camila se quedó dormida, nadie se preocupó por ella, ni reparó en su ausencia a la hora de cenar, Adrián cenó en su habitación y ella simplemente durmió hasta el día siguiente.
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Comments
Carmen Arrietacerpa
la mas perjudica es ella porque cuando se enteren de quien es la van a tachar de oportunista
2025-03-21
1
Rosario JS
que pena con camila tener que soportar tanto y lo que sufrirá todavía
2024-05-22
4
Mary Montilla
Que triste la vida de Camila ☹️😞😭😭😭
2024-04-07
5