Camila sintió como que le echaron un enorme balde de agua fría encima, al oír que su suegra quería hablar sobre su futuro nieto. Ella era consciente que en el contrato que había firmado se estipulaba que debía darle un heredero a la mujer, aunque nunca se especificó de ¿cómo sería el procedimiento pues en las condiciones en las que su esposo se encontraba, iba a estar difícil eso? Tragó saliva antes de hablar.
-No comprendo- dijo la muchacha- es decir sé que eso está en el contrato pero...
-Pero nada, niña.- dijo la mujer- antes que nada debes saber que la muchacha que acaba de salir era quien originariamente debía casarse con mi hijo.
Camila iba repitiendo en su mente cada palabra de la mujer, para evitar malos entendidos.
-¿Y por qué no lo casó con ella?- indagó la joven.
-Por qué la niña es muy avispada- respondió Andrew- apenas se supo del accidente de mi hermano, ella llegó con la noticia de que se iría a estudiar al extranjero...
-Pero ¿por qué no la esperaron que regresara?- preguntó ella.
-Simple- intervino Jackson- por qué la niña huyó como una rata al ver que Adrián no tenía posibilidades de despertar.
-Pero... ha regresado y por lo que oí quiere estar con él.- reflexionó ella.
-Eso es porque su padre está teniendo muchos problemas, no solamente económicos, sino también judiciales- acotó Andrew.
-Y nosotros no vamos a vernos involucrados en ningún asunto de esos.- alegó Sarah, mientras la muchacha asentía con un movimiento de su cabeza.
-En cuanto a lo del bebé- fue Andrew quien recordó el tema, logrando que los músculos de Camila se tensaran, pues había supuesto que la mujer olvidaría ese asunto- Creo que deberías esperar...
-Es cierto- agregó Jackson- tal vez Adrián despierte y no sea necesario llegar a ese extremo.
-Pero...- dijo la mujer.
-Sin peros, madre. Coincido con Jackson- expresó Andrew, y Camila sintió un enorme alivio al notar que su suegra parecía estar meditando sobre el asunto.
-Ok- dijo luego de unos minutos- Vamos a esperar que se cumpla el mes desde la boda y si Adrián no despierta, vamos a hacer lo que haga falta para traer a su heredero al mundo.
Camila sintió mayor alivio luego de escuchar a Sarah diciendo que pospondría el asunto del bebé, aunque solo sería por unos pocos días, pues se iban a cumplir diez días desde su boda, eso al menos le daba esperanzas de que Adrián despertara y no tuviera que cumplir con la cláusula del contrato que decía que de no despertar su esposo, Sarah su madre se encargaría de hallar la manera para poder darle un heredero a su hijo, recurriendo a los medios y tratamientos de fertilización que fuesen necesarios. Para dicho momento, Sarah había estado averiguando con algunos profesionales de mucha confianza, quienes le recomendaron fecundación asistida.
Una vez que ese tema fue charlado y pospuesto, todos salieron de aquella despacho, cada uno a realizar sus tareas diarias. Mientras que Andrew y Jackson irían a la empresa, Sarah se encargaría de controlar que Robert y su hija no anduvieran divulgando mentiras acerca de su familia.
Camila por su parte, luego de desayunar, regresó a su habitación, se detuvo frente a su esposo y tal como hacía cada día comenzó una charla con él, sabía que el hombre no podía responderle, pero esa era otra de las formas que ella tenía para liberar el estrés que vivir allí le estaba provocando.
-Así que... resultó ser que estabas comprometido- dijo la muchacha tomando la mano derecha de Adrián y acariciándole uno a uno los dedos- Pero por lo que me dijeron ella... Bueno... simplemente decidió no estar a tu lado. De verdad lo lamento mucho, Adrián.- agregó suspirando con nostalgia, pensando que si ella hubiera estado en el lugar de esa muchacha, jamás hubiera huido, se hubiese quedado con su novio hasta el final, sin importarle las condiciones en las que él estuviera.
Cuando terminó de realizarle unos pequeños masajes en las manos, Camila se recostó al lado de Adrián, satisfecha de que estaba intentando al menos que en caso de despertar, él no tuviera inconvenientes con las articulaciones de sus manos.
Mientras dormía la muchacha sentía el roce de algo sobre su rostro, abrió sus ojos encontrándose con los de Adrián, no podía distinguir si eran azules o verdes quizás, pero si sabía que fueran del color que fueran eran preciosos. Se dio cuenta de que lo que había sentido eran los dedos del muchacho pasando sobre la piel de su rostro con mucho cuidado y delicadeza, lo observó detenidamente mientras él pasaba el dedo índice sobre sus labios, vio como su rostro se iba acercando al de ella lentamente logrando que los latidos de su corazón se aceleraran al máximo, finalmente sus labios se encontraron en un beso suave y delicado. Cuando el beso terminó, Camila lo vio alejarse, deteniéndose a escasos veinte o treinta centímetros de ella, le dedicó la misma sonrisa que días anteriores y los golpes en la puerta la volvieron a despertar.
La muchacha se incorporó en la cama, solo para darse cuenta de que la máquina seguía marchando como de costumbre y el hombre a su lado tan inmóvil y pacífico como el día en que lo conoció.
Se puso de pie y fue a abrir la puerta, encontrándose con la misma mujer a la que había visto salir horas atrás casi que amenazando a su suegra.
-Sí, ¿qué deseas?- preguntó Camila.
-Quiero ver a Adrián- le dijo la muchacha de mala manera.
- Creo que mi suegra dijo que no tenías nada que hacer aquí.- espetó Camila casi que marcando territorio.
-Ni ella ni nadie va a impedir que lo vea- replicó Lana haciendo a un lado a la muchacha, hasta llegar junto a la cama donde Adrián descansaba.
La mujer observó al hombre allí acostado y sintió algo muy parecido al asco al verlo así desvalido, no era el hombre que ella conocía, el que se acostaba con ella cada vez que tenía oportunidad, no era el gran empresario y heredero de la corporación Lewis, era simplemente un hombre enfermo y al borde de la muerte. Pero como ella nunca sería menos que nadie, decidió pelear por ese lugar que de antemano era suyo.
-¿Te puedes marchar?- le pidió Camila conteniéndose mucho, pues había notado la cara de asco que puso al acercarse a su esposo.
-Lo siento, pero no- respondió de manera tajante Lana, casi desafiándola, entonces Camila caminó firmemente hasta ella, la tomó de un brazo dispuesta a sacarla por su cuenta de allí. Al llegar a la puerta, la abrió y cuando estaba a punto de sacarla se encontró con la presencia de Sarah frente a ella.
-¿Qué ocurre aquí?- indagó la mujer pasando su mirada entre ambas mujeres- Lana ¿Qué haces aquí? Creí que ya no volvería a verte.
-Pues, como verás te equivocaste.- le dijo la muchacha- Vine a pelear por estar junto a Adrián- expresó con mucha seguridad.
Por unos instantes Camila sintió cierto temor, ¿qué pasaría si ella lograra su objetivo? ¿Si lograba convencer a su suegra de dejarla quedarse? O peor aún ¿qué pasaría si Adrián despertara?.
Sarah observó a ambas mujeres y tras entrar a la habitación cerró la puerta.
-¿Así que quieres ocupar tu lugar?- dijo Sarah a la muchacha, y Camila sintió temor.
-Así es- respondió la joven.
-Bien, entonces demuéstralo- agregó la mujer.
-¿A qué te refieres?- indagó Lana.
-Dale un beso a Adrián, demuestra cuanto deseas estar con él.- indicó la mujer. Y al entenderla la muchacha regresó junto a la cama, observó al hombre allí postrado mientras dudaba. -Hazlo tú- dijo Sarah a Camila mirándola fijamente.
Camila no lo dudó, caminó hacia la cama, colocándose del lado contrario al que estaba, observó a su esposo y un sentimiento que antes no había sentido la invadió, agachó su rostro hasta estar cerca del de Adrián, lo tomó entre sus manos y sin pensarlo dos veces lo besó.
La muchacha no podía distinguir que era lo que ocurría, simplemente se sentía extraño, hasta que de repente sintió que la tomaban por las muñecas, y cuando separó sus labios vio con sorpresa que Adrián había despertado.
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Comments
Yvonm Sanchez
otro reflejo jajajaja
2024-08-18
2
Mary Montilla
Que emoción 😍😍😍
2024-04-07
4
Adelia Perez
santa cachucha,se despertó un y ahora??
2024-03-13
0