Capitulo 16

Todo ya estaba preparado, los caballeros esperaron la señal del emperador que anunciaba la partida y al verlo, partieron con entusiasmo hacia su tierra natal. Todos, menos Henry.

 Henry se había ido en cuanto terminó su charla con Richard. No quería esperar a los demás, quería llegar mucho más antes para así, ponerse al día.

 Su charla final con Richard, había quedado en amistad, que mientras sean amigos no se traicionaran nunca. Por lo que Richard quedó mucho más tranquilo después de eso, fue por dicha razón por lo que no se había preocupado al ver que Henry tomó sus cosas y partió junto a Fito. Tantos años juntos le demostró que Henry era alguien que cumplía con su palabra hasta el final y que jamás lo traicionaria.

  Henry mientras tanto, cabalgaba a toda velocidad, era como si en una carrera se encontraba. Así estuvo, repetía el ciclo junto a Fito; Cabalgaban de día, descansaban, almorzaban, Cabalgaban a la tarde, cenaban y descansaban nuevamente, para así retomar el viaje en cuanto saliera el sol. Así estuvo por nueve días seguidos, hasta que por fin, se podía ver la capital desde lejos. Fue en ese instante que decidió no hacer más pausas e ir directamente a la puerta de la capital y entrar en ella.

 Al acercarse más a la entrada, notaba que había una cantidad excesiva de mujeres que lo custodiaban, le sorprendió ver qué cada una de ellas vestían armadura y portaban una espada. En todos los años que estuvieron en la guerra, no tuvo tiempo de ponerse al día con la situación que se vivia en el imperio, por lo que no sabía que las cosas estaban bien y se habían preparado de tal manera.

—¡Alto ahí!.

Se acercó una caballero de edad media a Henry y lo miraba con desconfianza.

—¿De dónde vienes, niño?, ¿Si sabes que debes tener una autorización firmada por tu emperador para saber que viniste para no causar problemas y solo a visitar?

—Lo siento mucho, pero no vengo a visitar; soy uno de los caballeros que participo en la guerra. Vine a avisar a todos que los caballeros vienen detrás de mí. Posiblemente lleguen mañana por la mañana.

—Espera, eres un caballero.

 Todas las presentes, posaron rectas y con una mano en la frente saludaron con respeto a Henry.

—Lamento haber tardado tanto tiempo en reconocer el uniforme que lleva puesto, por favor, entre. La emperatriz lo está esperando con entusiasmo.

—Muchas gracias, entonces entraré y le diré la noticia directamente a la emperatriz.

Las mujeres se hicieron a un lado y lo dejaron entrar. Henry estaba extrañado por la manera en que todo a su alrededor había cambiado, no parecía el lugar en que solía visitar junto a Judith cuando el Duque le daba permiso. Había muchos más comercios, algunos edificios ya no estaban y en su lugar pusieron uno con un diseño más adecuado a la actualidad. Y, también, las mujeres caballeros. Pase a qué ya había mujeres que hacían ese tipo de trabajo, es resaltante la manera en que había muchísimas custodiando todo el imperio.

Llegó al castillo, y lo permitieron entrar. La Emperatriz al oír la noticia de que un caballero la fue a ver, rápidamente salió de su oficina para verlo. No tomo mucho tiempo hasta que llegó a la sala de invitados, cuando vió a Henry un alivio envolvió su corazón y las lágrimas caían torrencialmente.

—¿Los demás están volviendo?. ¿Ya partieron?

La Emperatriz era irreconocible, había adelgazado mucho al punto de que los pómulos resaltaban más que sus mejillas, su labios no tenían color y algunas canas se relucian a lo que anteriormente era solo un cabello oscuro intenso.

Henry hizo una reverencia y con total seriedad solo respondió la pregunta.

—Si, su Majestad. Los caballeros partieron después de que yo había salido. Se espera a que lleguen mañana por la mañana.

La Emperatriz para ese momento no podía detener las lágrimas de felicidad que ya brotaban como si fuera una corriente de agua, se acercó a él y lo abrazó. Estaba tan feliz de que por fin su esposo e hijos volvieran, por lo que no le importó más nada. Él simplemente correspondió, pero de una manera un tanto distante.

La visita en el castillo fue corta, ya había cumplido con su deber de avisar a la emperatriz sobre la llegada de los caballeros. Por lo que a partir de ahora, lo que sucediera solo sería cosa de él.

Fue al establo en el que Fito lo esperaba y cabalgó hasta llegar al Ducado, las sirvientas al verlo quedaron sorprendidas por la manera en la que cambio físicamente al crecer, sin dudas, ya no era el pequeño aprendiz de caballero que solían conocer.

—¿Dónde está Judith?, necesito verla.

Dijo Henry sin bajarse de su caballo.

—La señorita, Judith. No se encuentra en este momento, ella está ahora en el instituto. —Respondio Rita.

—¿Instituto?

—La señorita, ha estado trabajando en mantener un informe personalmente sobre los alumnos que estudian en el instituto que ella y la emperatriz fundaron juntas.

—... ¿Donde se encuentra el lugar?

Las sirvientas le explicaron la manera de llegar y salió a buscarla.

Lo que le habían contado sobre el instituto era algo que no se la veia venir, pero le alegraba saber que pese a que el imperio estaba pasando por un mal momento, Judith, junto a la emperatriz, lograron sacar adelante a su gente.

El instituto, era una escuela en la que los niños a partir de seis años podían ingresar, sin restricción de estatus, en él podían ingresar tanto nobles, como aldeanos. El único requisito que se pedía era que tuvieran ganas de estudiar y los alumnos con mejores notas se le daba una compensación, lo que motivó a muchos de ellos y todos tenían buenas calificaciones. Dentro del instituto estaban las clases que pronto se convertirá en algo habitual y de conocimiento para todos; magia, el manejo de espada, arco y flecha, defensa personal, medicina, entre muchas cosas más. Principalmente de las que sería de ayuda en una posible guerra.

El lugar era enorme, Henry se perdió muchas veces tratando de buscarla, los pasillos parecían un laberinto y los niños corrian por todos lados.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play