Una mujer extraña

_____ Señorita, por favor, necesito saber sobre el estado de salud de la señorita Shop...

_____ Señorita, no insista... No, le puedo dar información del estado de salud de la señorita Shop...

_____ En cambio, si usted es su pariente, le puedo dar toda la información que desee, únicamente, debe mostrarme una identificación... _____ La enfermera se portó a la altura.

La mujer bajó la cabeza escondiendo su miedo, se dio la media vuelta para salir del hospital antes de ser descubierta...

Al ver que se iba me acerqué a ella.

_____ Yo puedo darle la información que busca. ______ Al escuchar mi voz detrás de ella, la mujer voltea de inmediato.

_____ Quién... Quién... Es usted... ____ La mujer comenzó hablar con dificultad...

_____ Soy el enfermero encargado de atender a la señorita Shop... Y, le puedo dar toda la información que necesite... _____ Le dije esperando que la mujer caiga en la trampa, puesta por mí.

_____ ¿En verdad?...

_____ No, pareces ser un enfermero. ____ La mujer no era tan tonta como yo pensaba. Tal vez por eso, Emiliano, la enviada a informarse.

Levanté mis hombros y fingí darme la media vuelta. Esa mujer no iba a hacer más inteligente que yo.

No había dado ni dos pasos, cuando escuche la voz de la mujer detrás de mí.

____ ¡Espera!...

_____ ¿Qué precio tiene la información?...

Me detuve, y giré mi cabeza un poco hacia atrás. Una sonrisa apareció en mis labios, y di la vuelta completa...

_____ Podemos ir a otro sitio. ____ Señalé el otro extremo de la calle, en donde estaba una cafetería pequeña.

La mujer miró al otro extremo de la calle, y bajó nerviosa su cabeza. Le echó un vistazo a la hora en el reloj en su muñeca.

____ Vele, pero no tardes... _____ Contesta al comprobar que todavía tenía algo de tiempo...

_____ Cruza la calle y espérame ahí... Debo informarle a la enfermera a cargo que voy a salir... _____ Le respondió sin dejar de ver a la mujer.

_____ Se breve... ____ Me contestó, luego continuó caminando al interior de la cafetería...

Aproveche ese momento; para ordenarle al médico que todos tenían prohibido decir alguna información de Cristal, y mucho menos dejar que la vean.

Aunque iba en contra de las reglas del hospital, ninguno se negó. Salí del hospital, y cruce la calle, tomé asiento en la mesa junto a la ventana, en donde tenía la mejor vista para observar quién entra y quién sale del hospital.

La mujer que se encontraba sentada en la última mesa, se levantó y tomó asiento delante de mí

____ Hablemos. ____ Me ordenó la mujer…

Llamé a la mesera y le pedí una taza de café negro sin una sola pizca de azúcar. En cambio, la mujer no pidió nada, estaba impaciente, cada segundo miraba el reloj, es su mano.

_____ La señorita Shop, está muerta en vida. Los golpes que ha recibido en la cabeza son demasiado graves...

____ Los médicos no van a tardar en desconectar su cuerpo de la vida artificial. Por lo mucho le doy hasta esta noche para morir. ____ Contesté con frialdad.

La mujer llevó su mano a su boca, su cuerpo comenzó a temblar violentamente, unas cuantas lágrimas fueron cayendo por sus mejillas.

_____ Puede darme algo que compruebe lo que me ha dicho... _____ La mujer habló con dificultad.

Estiré mi mano y la puse encima de su mano, con fuerza apreté su pequeña mano debajo de la mía.

_____ ¡Qué te pasa!... _____ El miedo comenzó a notarse en la mirada de la mujer...

_____ Quién empujo a Cristal. ¿Fue Emiliano?... ¿Emma?... ¿O, Patricio?... _____ Al escuchar mi pregunta, la mujer trató de soltar su mano de la mía.

____ ¡Habla!... _____ Le ordené con frialdad.

Ella solamente movía su cabeza de un lado para otro, el miedo que estaba sintiendo era más evidente...

_____ Ya que no quieres hablar, te mandaré presa, allí dudo mucho que no hables... ____ Me aproveché el miedo que la mujer sentía para presionar.

_____ Yo, solamente, soy una sirvienta. ¡El señor Emiliano me ha enviado a investigar sobre el estado de salud de la señorita Cristal!...

Al escuchar la respuesta de la mujer, me imaginé que fue Emiliano el asesino de Cristal.

_____ ¡¿Fue él, quien empujó a la chica?!... ___ Apreté con más fuerza la mano de la mujer.

_____ ¡No!...

____ Pero, por el bien de la niña Cristal, es mejor que ella muerta...

Con el ceño fruncido miré a la mujer. Ella sabía muchas cosas, por lo cual; no podía hablar.

_____ ¡Lárgate!... ____ Le ordené dándole unos papeles en donde demostraban que Cristal estaba muerta...

Obviamente eran falsos, ya que, los había comprado a un médico antes de venir hablar con la mujer.. Pague mucho dinero por ellos, y no me arrepiento.

_____ ¿Qué es esto?... _____ La mujer miraba sorprendida los papeles en sus manos...

____ Entregárselo a Emiliano. ____ Le contesté, poniéndome de pie junto a la mesa.

La mujer quedó sorprendida, no entendía nada, alzó los papeles en su bolso, y espero a que me fuera para poder salir ella.

Tenía que moverme rápido, no podía esperar ni un solo segundo más... Emiliano estaba demasiado cerca de dar su último golpe...

Llamé a Marcelo, el abogado de la abuela. Entre los dos logramos enviar a Cristal a una clínica privada, en donde solamente nosotros dos sabíamos en donde estaba.

A Emiliano y su amada familia, les hicimos creer que Cristal había muerto. Ni siquiera se tomaron el trabajo de investigar si el cuerpo que se les fue entregado era el de ella.

Los días comenzaron a pasar, Sara no despertaba. No importa todo lo que hiciéramos, ella continuaba dormida, al igual que Cristal...

Hable con Marcelo sobre la idea de embarazar a Cristal. Al comienzo le pareció una locura, pero como iban pasando los días.

Y al darse cuenta de lo que Emiliano estaba haciendo, se fue convenciendo de que un hijo era lo único que podía hacer, que la herencia de la familia Shop, no cayera en las manos de Emiliano...

Si el plan de nosotros tenía éxito. Cristal sería madre antes de morir, y el bebé sería entregado a Sara, o a mí como su padre.

En cuanto creciera, íbamos a hacer todo para que el niño tuviera lo que por derecho le correspondía a su madre, y dejar en la calle a toda esa maldita familia de asesinos.

Solamente, así podíamos recuperar lo que a Cristal le robaron. Los días continuaron pasando, el embarazo fue un éxito.

Lo que no esperábamos, es que sucediera un milagro, y Cristal despertara cuando el embarazo ya iba demasiado adelantado.

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