capitulo 18: “envidia"

Maya terminaba de escribir una carta, era de noche, pero Mauricio le dijo que el sirviente de Sebastián aún estaba aquí así que le podía entregar la carta. Ella baja y encuentra al mayordomo para entregarle la correspondencia.

— por favor, Mauricio... Lourdes debe saber que ya estoy enterada de donde está. Aunque me preocupa que la nieve no cesé, si usted me dice que está segura allá, confiaré.

— si, se lo entregaré al mensajero del joven Sebastián. Ah, y como me ordenó, ya le envié la comida al duque a su habitación.

— se lo agradezco... Mi esposo necesita reponer energía, es parte de la curación de su enfermedad...— dijo ella, con una sonrisa.

— está bien, mi señora. Ahora mismo le doy la carta. Buenas noches— ofreció una reverencia con elegancia y se marchó.

“supongo que tendré que prepararme para el futuro... Habrá un heredero a este paso"

Aunque Mauricio no había comentado nada sobre sus señores, él sabe muy bien que cuál es ese tratamiento que le están dando al duque.

Afuera, aún en la tempestad de la nieve, un pequeño lobo blanco esperaba en la puerta. Mauricio abre la puerta y se agacha.

— lamentó la demora, aquí está. Entrégale esto a tu señor...— ladrando solo una vez, éste toma la carta con su hocico y sale corriendo, adentrándose a la neblina nevada.— le ofrecí para quedarse adentro pero se negó y espero afuera... Típico de los sirvientes del joven Sebastián, son desconfiados.

Susurró eso antes de cerrar la puerta y adentrarse a la casa.

Maya toca la puerta de la habitación de Félix éste le concede el paso. La dama entra con un libro en mano, el mismo que le regaló el oráculo.

— Félix... Me gustaría leerlo contigo, hay muchas cosas que aún no sé y podría necesitar tu ayuda.

— por supuesto... Pasa...— Maya cierra la puerta y camina contenta hasta el duque.

Ella se coloca a su lado en el mueble, ya era la hora de dormir, sin embargo, Maya no quiere perder el tiempo y piensa explorar el libro con él.

— le pedí a Mauricio que nos arreglará una habitación, hemos estado durmiendo separado pero ya no quiero eso...— explicó él.

— está bien. De todas formas iba a visitarte en las noches...— Félix siente un escalofrío, pero se calma al oír lo siguiente— tranquilo, está noche no haremos nada, estoy consciente que en el carruaje no te dejé hasta que llegamos, así que descansaremos está noche ¿Si?— Félix asiente, aún le dolía la cadera y las piernas—... Bien, hay algo que me llama la atención de este libro... Tiene, una pequeña historia...

— ah, sí, es normal ver esa historia en los libros de los templos, ya que se trata de una profecía... La llegada de la Santa— toma el libro y lo abre—... Se dice que, en algún momento, Dios enviará el alma más pura a esta vida, y que será el portador de su poder divino para hacer el bien y no herir, todo a su alrededor se volverá próspero y cálido. Su llegada será anunciada cuando la campana del templo de la capital suene por primera vez...— Félix muestra una imagen de un ángel del libro—... Pero, eso aún no ha sucedido, la campana nunca se ha movido para cumplir su propósito.

— lo que quiere decir que la santa aún no ha llegado.

— así es... Por ahora, hay una que la representa en su lugar, puede sanar y tiene poderes divinos... Pero no como la verdadera santa, que son mucho más poderosos y que serían capaz de sanar cualquier enfermedad.

— Es interesante. Pero, si en algún momento esa santa llega, tú ya estarás más que sano y feliz a mi lado.

Tomándo la mano de Maya, Félix la besa con ternura. Él sabe que así será porque confía más que nada en ella.

Ambos se quedaron leyendo aquel libro lleno de prácticas, encantamiento y hechizos del templo, era un libro muy importante que a futuro podría servirle, y más que todo para Maya, que aunque sabe que ya está curando a Félix, aún tiene que aprender más.

___________ por otro lado.

...Residencia Shawn...

Como era de noche, Sebastián le pidió a Lourdes se quedará por esta noche. Era muy peligroso salir así a estas horas y más con la nieve aún cayendo.

El albino estaba afuera, recibiendo a unos de sus sirvientes. Era el mismo lobo blanco, que le entrega la carta a su pies.

— buen trabajo. Anda a descansar, Vladimir...— acarició la cabeza de aquel lobo, luego se marcha. Sebastián entra y mira el sobre de la carta— oh... Esta letra es de una dama, debe ser de la esposa del duque.

Caminando hasta una habitación, él toca la puerta dos veces.

— a-adelante...

— Lourdes... Te llegó una correspondencia de tu señora.

— ¡Ah!... ¡La estába esperando!... ¡Se lo agradezco!...— la doncella camino con pasos veloz y tomó la carta.

El albino no dejaba de verla, pues le había dado una muda de ropa de dama para que se cambiara y tuviera más cómoda.

— sabía que te quedaría perfecto...

— ¿Eh?...

— la ropa... Te queda preciosa.

Con un leve sonrojo, Lourdes le dice nerviosa desviando su mirada.

— ... Yo, no se cómo agradecerle todo esto. Ha hecho mucho por mi que no se cómo pagarlo.

— ya te dije, eres mi invitada, la primera en mucho tiempo, déjame atenderte como se debe.

— pero yo... Usted debería darle atención a una dama de sociedad, a alguien que lo pueda representar. ¿Qué le puedo ofrecer si no tengo nada?

— Lourdes...— se acercaba cada vez más—... Yo no busco a alguien que me dé cosas materiales o estatus... Lo que quiero es algo muy difícil de conseguir que solo se obtiene una vez en la vida...— con un suspiro suave, Sebastián dice frente a frente sin despegar su mirada—... En cambio tú, me puedes dar todo con solamente tu presencia... Eres la única que me ves como un conejito cuando soy lo contrario a algo tierno, ves algo en mí que jamás pensé que tendría... Yo, siento que me estoy interesando por ti y es inevitable...

Lourdes se asombra al oír esa confesión, tal vez, esa amabilidad se debía por algo y era porque el albino cada vez sentía por ella un interés romántico.

“pensé que era la única que sentia algo. No quería ilusionarme mucho por no tener nada y que me rechazara por mi origen humilde... Pero él dice que yo puedo ser su todo... Yo..."

Con intenciones de darle un beso, el albino daba sus pasos lentamente por si en algún momento ella lo rechazaba, pero Lourdes no retrocedía. Ese pequeño tiempo que pasaron junto en la chimenea lo acercó a este punto. Así que Lourdes levanta un poco su rostro y cada vez más sentía el rostro de él.

— joven Sebastián...— una voz femenina aparece detrás de Sebastián de repente, interrumpiendo ese momento tan único.

— Penélope... No debiste interrumpir... ¿Que es lo que quieres?.

— lo lamento, joven, es una urgencia. Lo buscan en su despacho.

Chasqueando la lengua, éste le dice.

— esperame afuera.

— pero señor... Tiene que ir de inmediato.

— he dicho.— afincó su voz, molesto.

Callando, la sirvienta asiente y sale de la habitación.

Lourdes se separa un poco.

— lo siento, le estoy interrumpiendo su trabajo.

— no...— acercó éste el cuerpo de ella—... Vendré pronto, quisiera proponerte algo, Lourdes.

— ¿Proponerme algo?

— si...— Sebastián apretaba más el cuerpo de ella contra el de él—... Cualquier decisión que tomes, lo aceptaré. Volveré rápido.

Antes de que el albino se fuera, ella le tomó la mano y le dice.

— l-lo... Esperaré, Sebastián. Aunque la nieve dejé de caer y yo pueda volver a la mansión Evegreen, yo esperaré aquí para escucharlo.

— Lourdes...— Sebastián se acercó, y está vez no se detuvo en lo que quería hacer desde hace unos momentos.

La besa con un ligero roce de labios que dejó alborotado el corazón de la doncella. Susurrándole, el albino le termina de exponer.

— esto tiene que ver con la propuesta...

Y así, Sebastián sale de la habitación para atender ese asunto urgente.

En la otra dirección del pasillo, se encontraba escondida la criada, Penélope apretaba las manos con furia, había escuchado la mayor parte que él le había dicho a Lourdes, más que todo, en el momento de que dijo que estaba interesado en la doncella.

“Esa mujer... ¿Como es que en tan poco tiempo se ganó su voluntad?... ¡Sebastián sería solo mío, yo debía ganarme su confianza, no esa!... ¡Maldita, maldita, te odio!..."

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✓ está vez hice el capítulo un poco más largo, espero que le haya gustado y no olviden darle su hermoso like 💗

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