capitulo 4: “la razón"

— ¡¡¡...!!!

Aquel hombre la miraba fijamente atraves de la máscara. Y aunque su mirada se sentía desafiante, sus palabras son apaciguante.

— por favor, escúchame... Yo, yo...

— Maya... Flor mía, ¿Donde estas?— era la voz del marqués Bracho.

Félix y Maya nota como esa figura se muestra doblando la esquina, de inmediato, él abraza a la dama y le susurra.

— sé que le sonará extraño, pero sí, se quién es usted. No es la Maya que conocí de niño ni la Maya que ha conocido a esos invitados...

La pelirroja se estremece al estar tan cerca de Félix, y esa capa no ocultaba semejante cuerpo que ella podía sentir con sus manos. No obstante, ella hace lo posible para responder.

— no... No se lo que habla.

— no lo siga ocultando más... Bella...— al oír su verdadero nombre salir de la voz de Félix, la deja aún más sorprendida.

No había duda, realmente sabe quién es en realidad ella. Sin embargo, ambos no pueden seguir la conversación por el hecho de que el marqués se acercaba más.

— Maya... ¿Que haces aquí y...— mira a Félix aún abrazando a Maya. Luego, afinca su voz— duque Evegreen... No sabía que también fue invitado. No, mejor dicho, suelte a mi lady, que a su lado solo traerá desgracias...

— no...— Maya oculta su rostro en el pecho de Félix. Ella le susurra solo para él.— hablemos en otro lado, esto no puede quedarse así.

El marqués desconcertado veía como ella aún seguía rechazandolo.

— P-Pero mi lady... ¿Como prefiere estar con él?... Venga conmigo.

— no. Por favor... Mi Lord, lléveme a otro lado. La colonia barata de ese hombre me marea...

Dándole la espalda, Félix le toma el hombro a Maya mientras que se marchaban. El marqués estaba un poco indignado pero aún así, no piensa rendirse con aquella chica, porque piensa que el duque no es gran rival para él.

Ya alejados en una habitación, Maya cierra la puerta con seguro.

“cualquiera que me haya visto pensará que haré algo indecente con él, pero es todo lo contrario. Sabe mi verdadero nombre, ¿Como?"

— Lord... Le pido que no me delate. Tal vez me puedan ejecutar por usurpar el puesto de Maya... Yo no lo pedí, pero cuando desperté me encontraba en su cuerpo.

— ¿Delatar?... Ja. No pienso hacer tal cosa. Ni mucho menos con la persona que podría salvarme de mi destino.

— ¿A que se refiere?...

— le seré directo... Estoy marcado con un destino antes de nacer. Mis familiares, los Evegreen, todos han muerto por una extraña enfermedad... Mi padre fue el único que pudo durar más y todo gracias a esta máscara. Verás, ellos han muerto por acumulación de mana en su cuerpo, eso causa que la magia de nuestro sistema se descontrole hasta el punto de que se revienta por la presión que hay.

Realmente fue directo, lo cual deja asombrada a Maya.

— ¿S-se revientan?... Te refieres a que...

— si, aunque no explotan como suena la palabra, es más bien interno. La forma más fácil de saber cuánto tiempo nos queda es cuando los síntomas aparecen, son sangrado nasal, lagrimal o por la boca. Eso quiere decir que nuestro mana se está empezando a descontrolar en uno de los órganos vitales...

— ¿Y usted... Ya-...

— no, por ahora no. Y todo gracias a esta máscara que hizo mi padre. Pero solo retrasa la enfermedad, no la cura. Nadie sabe el porqué de este tipo de maldición sobre los Evegreen.

— entonces... Esa máscara ayuda a controlar en cierta parte su poder desequilibrado ¿No?... Aún así, no es capaz de sanarlo.

— así es. Lo último que mi padre pudo hacer fue este objeto e investigar un poco más sobre la enfermedad que ataca a cada generación de los Evegreen... Pero...— saca un suspiro agotador— murió antes de poder descubrir algo...

— Lord Evegreen... Me apena mucho escuchar este tipo de tragedia, me gustaría ayudarlo pero no sé cómo... Apenas que llegue aquí me he adaptado a este nuevo mundo...

— lo entiendo... Pero antes de venir, semanas atrás había sentido un extraño e increíble poder, luego de consultarlo con un oráculo, él me predijo que usted sería mi salvadora.

— ¿Eso es fue lo que le dijo?

— así es. Me parecía extraño que Maya había cambiado, lo cuál era imposible debido a su terquedad, más el poder extraño que había sentido... Por eso busque al oráculo y me contó todo sobre usted... Bella Alda, una joven mujer que murió en un accidente de... De... Dijo una palabra extraña.

— avión.

— eso. No sabía que era pero me explico que era un medio de transporte en tu mundo. Al final, el oráculo me aclaró que usted era la luz de mi camino, lo cual significa que podría salvarme.

Ahora Maya ya no tenía dudas, estar en este cuerpo y en estos momentos era por algo. La historia de Félix lleva un pasado terrible y aunque no se sabe los motivos, este joven quiere cambiar eso. Pero antes de que ella pudiera decile que sí, él hablá.

— lady Maya, no, mejor dicho, señorita Bella, no la obligaré a nada que no quiera. Quiero que me disculpé si le hice pasar un mal rato. Le prometo no decirle nada a nadie sobre quién es usted.

Félix le dio la espalda para tomar la puerta, pero sorpresivamente, Maya lo detiene poniendo su mano sobre la de él.

— no, por favor... No le estoy rechazando su pedido de ayuda, es que como no conozco mucho sobre este mundo, estuve dudando un poco. Pero si estoy en este cuerpo y en estos momentos debe ser por algo. Lord, quiero ayudarlo...

Félix le toma la mano, y aunque no se podía ver su rostro debido a la máscara, se podía sentir una sonrisa debido al tono de su voz.

— no sabe cuánto me alegra oír que tengo esperanzas de vivir un poco más. No se preocupe, yo puedo enseñarle sobre lo que desconoce.

— entonces... Supongo que para llevar acabo esto, tengo que elegirlo como... Prometido. ¿Tiene algún novia o pareja?... Ah! Lo digo para no tener ningún inconveniente.

— no... Sí recuerdas la expresión del marqués Bracho, puede entender que nadie quiera acercarse a mí debido a la historia familiar que llevo.

— debió ser difícil estar solo todo este tiempo, haré lo que pueda por ayudarlo... Pero ¿Y si falló?

— si lo hace... En el momento de que muera, le dejaré toda mis tierras y fortuna a su nombre, y como usted no es un Evegreen de sangre, puede vivir su vida normal sin temor a la enfermedad. Al final, sí no logramos tener una cura, ese tipo de maldición morirá conmigo, al no ver más herederos, no habrá forma de que siga...— Félix abre la puerta para salir— no pienso dejarle todo el trabajo, la ayudaré todo lo posible... Creo que es hora de volver al banquete.

Félix ofreció su mano a aquella doncella para ir juntos al salón.

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