fiesta de compromiso

A Jazmín le tomó por sorpresa su propuesta y no sabía que responder, entonces pensó en tomar como excusa el hecho de que no tenía ropa para ese evento y así poder salir bien librada, pero la chica como si conociera sus intenciones, corto de inmediato esa posibilidad

—jazmín te lo pido como un favor para mí, acompaña a mi hermano a esa fiesta de compromiso, si no tienes que ponerte no te preocupes todo lo que necesites corre por mi cuenta

Con toda esa oferta era imposible, negarse de igual forma no tenía nada más que hacer, desde que su mejor amiga se fue al extranjero por cuestiones de trabajo, no tenía con quién compartir aparte de su familia, así que salir de la rutina y respirar otro ambiente le haría bien; por lo tanto, decidió aceptar; no sin antes aprovechar la oportunidad para sacar a Samantha de esas cuatro paredes

—ok, yo lo acompaño, pero con la condición de que seas tú quien me acompañe a comprar un vestido.

la chica lo pensó por un momento, no le gustaba salir y exponerse a las burlas o peor aun a la lastima de las personas, después de pensarlo un buen rato decidió que iría con ella.

Samantha estaba satisfecha todo esto lo había hecho con la intención de que ellos estuvieran juntos, ella conocía perfectamente a Sebastian y sabía que jazmín era para él más que una simple asistente, desde que terminó su relación con Fiorella Moretti no le había vuelto a ver ese brillo en su mirada por nadie más.

Esos dos días estuvieron llenos de trabajo, Sebastian estaba muy preocupado por lo del nuevo proyecto, estuvo reunido con los abogados buscando una solución y no tenía cabeza para pensar en fiestas, pero el señor Miller lo había invitado personalmente y no quería hacerle un desplante, terminaron los pendientes y le dio el resto de la tarde a jazmín para que saliera a comprar el vestido y todo lo que necesitaba para esa noche.

Jazmín salió con Samantha y Hannah quien al escuchar que saldrían de compras le suplico que la llevara con ella, al principio Samantha estaba un poco tímida, pero a medida que iban de tienda en tienda buscando el "vestido perfecto" la timidez fue pasando gradualmente, además se llevó muy bien con Hannah, ella tenía una personalidad bastante extrovertida que le facilitaba conectar con las demás personas, llevaban tres horas buscando hasta que por fin lo encontraron el "vestido perfecto", compraron accesorios y zapatos que hicieran juego y salieron directamente hacia la mansión porque allí la estaba esperando la estilista que la iba a maquillar y peinar.

Apenas llegaron a la mansión se pusieron mano a la obra, ya se había hecho tarde y estaban con el tiempo preciso, jazmín se sentía como Cenicienta vistiéndose para ir al baile, no pudo evitar dejar escapar una sonrisa, "ojalá la magia no acabara a la media noche"

Ya era casi la hora de la fiesta y Sebastian se encontraba esperando en la sala a qué bajara jazmín para partir, de repente la vio bajar las escaleras y supo que la espera había valido la pena, ella llevaba un vestido rojo borgoña en strapless semi ajustado hasta la cintura y holgado en la parte inferior con una abertura en la pierna derecha que llegaba un poco más arriba de la rodilla, los accesorios eran dorados, su cabello rizado semi recogido en la parte de arriba y el resto del cabello suelto, le aplicaron un maquillaje sueve para que resaltarán más sus labios que iban maquillados de rojo borgoña, lo que la hacía lucir muy sensual

Jazmín bajo las escaleras bajo la mirada de Sebastian quién no dijo una sola palabra, solo se limitó a admirarla, mientras Samantha y Hannah sonrieron al ver su cara, parecía hipnotizado

—¿Que tal hermano, como se ve, si hice bien mi trabajo?

Solo al escuchar la voz de Sam, fue qué se percató de la presencia de las chicas

—Buen trabajo hermana ¡se ve hermosa! Dijo sonriendo

—Bueno nuestro trabajo aquí terminó, nos retiramos... Dijo Sam llevándose casi a rastras a Hannah quien estaba emocionada por la "cita" de su hermana, para ella Sebastian era el cuñado perfecto

Sebastian le abrió las puertas del carro a jazmín como todo un caballero y no dejaba de admirar su belleza, luego entro al carro y se dispuso a manejar, ellos tenían conductores y guarda espaldas, pero a él le gustaba conducir su auto

—Jazmín está noche no soy tu jefe, está noche somos dos amigos que vamos a una fiesta, no te cohíbas, ni sientas vergüenza de ser tu misma y decir lo que piensas vale, si te sientes aburrida o cansada y te quieres ir simplemente dime y nos vamos de inmediato

Llegaron al hotel cinco estrellas donde se llevaría a cabo la fiesta, el lugar estaba lleno había todo tipo de personas, jazmín estaba anonadada ella nunca había asistido a una celebración de esa magnitud, allí se encontraba la prensa, este matrimonio era una gran noticia, la familia Miller era una de las más influyentes en Miami y toda la florida, ¡se casaba la princesa Miller!, como la solían llamar los medios y el novio era un misterio lo que aumentaba la curiosidad de la prensa, todos se preguntaban quién sería el hombre que se habían robado su corazón.

Jazmín y Sebastian procedieron a ingresar al lugar, ella estaba un poco nerviosa y se aferraba a el brazo de él como si fuera un salvavidas, Sebastian se acercó para saludar y a felicitar a los novios y a la familia en general porque tenía tiempo que no les veía, jazmín estaba un poco distraída cuando volteo su rostro sus ojos se encontraron con un rostro bastante familiar, sintió como si le hubiera caído un balde de agua fría... Era él...Andrew... El que se iba a casar... un frío recorrió su cuerpo, trato de disimular, pero sentía que sus piernas le fallaban y que en cualquier momento se iba a desplomar, saludó como pudo y se disculpó para ir al baño ¿como era posible? El mundo era tan pequeño y el destino quería burlarse de ella, ¿porque tenía que volver a encontrarse con el?