¡una mujer maravillosa!

Para jazmín estaba siendo muy difícil adaptarse a su nuevo estilo de vida, tenía que lidiar con las cargas hormonales, las náuseas y los bonitos matutinos, ¡como odiaba eso! pero ya la doctora le había dicho que se le iría pasando con los días y eso le daba esperanzas, llegó a la oficina temprano, Sebastian ya estaba en el lugar poniendo en orden el caos del día anterior, además habían algunos que no estaban muy agusto con su presencia, el estaba dispuesto a trabajar con el que quisiera quedarse, pero el que no que se fuera, tenía mucho que hacer como para perder el tiempo con gente resentida; le pidió a jazmín que llamara a todo el personal para una reunión de último minuto, cuando todos estuvieron reunidos prosiguió a dar su discurso algo bastante corto, no era muy bueno hablando en público

-como ustedes ya saben lo que sucedio ayer, iré directo al grano, mi padre está muy enfermo, esa es la razón por la que yo estoy tomando su lugar, si soy capaz o no, el tiempo lo dirá, los que quieran seguir trabajando se puede quedar y el que no esté de acuerdo puede irse, no quiero rumores ni comentarios en los pasillos; ahora todos pueden volver a sus labores y les agradezco que sigan trabajando como siempre lo han hecho, el se caracterizaba por ser una persona gentil, pero sus palabras en esa mañana fueron fuertes, mostrando que aunque era amable también podían llegar a ser muy antipático si se lo proponía

Terminó la reunión, todos volvieron a sus puestos de trabajos, Sebastián tenía muchas cosas por hacer, tenía que reunirse con todos los administradores de los hoteles y revisar un montón de papeles, regresó a su oficina para ponerse al día con todo lo que tenía que hacer, las horas se le pasaron entre papeles y números, cuando llegó la hora del almuerzo no salió de su oficina, jazmín salió a almorzar y al ver que Sebastian no salió y tampoco le pidió ella que le pidiera comida, descidio traerle algo del restaurante de comida china que quedaba cerca, algo sencillo que se ajustaba a su presupuesto pues no contaba con mucho dinero.

Jazmín terminó de almorzar y se sintió muy aliviada de que su almuerzo se quedara en su estómago, así tendría fuerzas para seguir trabajando, llegó a la oficina y tocó la puerta, Sebastian estaba hablando por teléfono, le hizo seña con la mano para que pasara, mientras él terminaba la llamada

-si cariño yo también te extraño….sí..sí.. Yo también quiero verte pronto, yo mismo te voy a buscar mañana al aeropuerto

Terminó la llamada con una gran sonrisa por un momento se olvidó de toda preocupación, al verlo tan feliz jazmín no pudo evitar que se le escapara una sonrisa traviesa

-¿de qué te ríes? Le preguntó Sebastian con curiosidad

al escuchar la pregunta ella se ruborizó, sintió vergüenza de que él pensará que ella era una entrometida, que estaba espiando su conversación

- ¡de nada! Se apresuró a contestar, es solo que creo que debe estar muy enamorado, si viera como le cambio la cara con esa llamada

-si, tienes toda la razón estoy muy enamorado le contesto con una gran sonrisa, y como no estarlo si con solo una sonrisa, ella hace que todos los problemas a mi alrededor desaparezcan, por ella yo sería capaz de hacer lo que fuera

estas últimas palabras las dijo con tal convicción que a jazmín se le erizó la piel, y en el fondo de su corazón sintió un poco de envidia por esa mujer, luego pensó "debe ser maravilloso encontrar a alguien que se exprese así de la mujer que ama "

-wow... esa mujer tiene que ser maravillosa hasta se le iluminaron los ojos al hablar de ella, dijo jazmín, luego un poco tímida puso en el escritorio la comida que había traído -como ya es tarde y Vi que no salió a almorzar le traje esto, necesita comer, para seguir trabajando, sino se va a enfermar

-Gracias se me pasó el tiempo y no me di cuenta de que ya era hora de almorzar

a pesar del poco tiempo que llevaban trabajando juntos, había una buena relación entre ellos, parecía que se conocían desde tiempo atrás, Sebastian se comió toda la comida y se apresuró a seguir trabajando quería terminar temprano para pasar por el hospital, porque le iban a dar de alta a su padre y quería llevarlo a su casa, para asegurarse de que quedara cómodo y bien atendido, además le estaba preparando una gran sorpresa.