versiones...

* versión de Diana*

Mi nombre es Diana Burgos, tengo 27 años actualmente, aunque mi nombre verdadero es Sandra salas.

Conocí a Leonardo en un viaje de trabajo, no puedo negar que me enamoré de él, porque sí lo hice, me gustó desde el mismo instante que lo vi, el fue muy detallista, todos los regalos que me hizo, el tiempo que me dedicó, las veces que me hizo el amor.

Me hizo sentir tan especial, olvidé mi verdadero mundo cuando estuve en sus brazos.

Lo amé, lo quise, pero todo se complicó cuando el jefe me llamó, pues yo trabajo para un mafioso, uno peligroso, uno que me tendió la mano una vez que mi madre estaba muy enferma, cuando se entra esa vida no se sale si no muerto, él me dio mucho dinero para la salud de mi madre que estaba muriendo porque necesitaba un trasplante de riñón, entonces tuve que trabajar para él.

Cuando conocí a Leonardo no sabía que era el hijo de Alberto santibáñez, mi jefe me llamó me dijo, no, me ordenó buscar en ese lugar al Señor Alberto santibáñez mi trabajo era conquistarlo, enamorarlo Y lograr que se casara conmigo lo más pronto posible, no sé por qué, pero él me dijo que tenía que lograr que él dejara de investigar el asunto de la muerte de una mujer que creo que era su esposa, y como yo, orden que me dan, orden que cumplo. así lo hice porque me toca, si no cumplo mi madre morirá que es lo que más amo en esta vida, entonces me puse a investigar y vi Alberto muchas veces en el pueblo era muy mayor para mí, pero me tocaba era la orden que me había dado mi jefe.

Alberto y yo hablamos un par de veces y sí, en todas sus conversaciones nunca faltaba el tema de su esposa lo que mi jefe quería que el olvidara, Alberto me comentó que tenía un viaje de negocios para Medellín y yo le dije que también iría aya por trabajo.

mi jefe organizó todo para que todo coincidiera, nos fuimos en el mismo avión, me tocó sentarme justo a su lado y allí empecé, nos quedamos en el mismo hotel y su habitación estaba frente a la mía, tuve que jugar mi mejor papel porque el único hombre que deseaba que me tocara en ese tiempo era Leonardo, pero no podía hacer nada más, era mi obligación, era mi trabajo y meterme en su cama durante ese viaje y hacerle de maravillas para que se enamorara de mí y así convencerlo de que nos casáramos en ese mismo viaje Y así lo hicimos todo me funcionó muy bien. mi jefe estaba muy contento con mi trabajo.

tendría que olvidarme de Leonardo si, pues ahora sería la esposa de Alberto santibáñez un rico hacendado de la región.

me dolió tener que dejar el amor de Leonardo, pero no tuve otra opción cuando trabajas con un mafioso no eres dueña de tu vida, ellos mandan en ti.

un mes después volví a regresar al pueblo siendo la esposa de Alberto santibañez, él me había comentado que tenía dos hijos pero ninguna en nuestras conversaciones salieron a relucir sus nombres, por eso mi sorpresa más grande fue llegar a aquella casa y que mi esposo me presentara a su hijo mayor, a Leonardo, mi novio, quise morirme quise llorar, quise gritar pero no tuve otra opción que hacerme la fuerte.

cuando Leonardo me enfrentó tuve que mentirle, era lo que mejor sabía hacer. mentiras, le dije que nunca lo había amado, que nunca lo había querido, que solo había sido un pasatiempo para mí Y de quién sí estaba enamorada era de Alberto y él se lo creyó, le rompí el corazón en mil pedazos y de paso rompí el mío.

me dolió en el alma, cuando se casó con Lidia, quise mandar todo al carajo, robarmelo el día de su boda, pero no fui capaz, si hacia éso todos moririamos.

no sé por cuánto tiempo deba estar casada con Alberto, mi jefe solo me habla para decirme que debo seguir teniéndolo así, comiendo de la palma de mi mano, enamorado, que no debo apartarme de el, sobre todo que no debo dejar que él vuelva a la investigación sobre el asunto de la muerte de su esposa, ese es mi mayor reto.

llevo dos años siendo la esposa de Alberto santibáñez, ha sido muy difícil el tener que acostarme con un hombre sin sentir amor por él, aunque no es la primera vez que lo hago, pero es muy duro saber que en la misma casa vive el hombre al que amo, el hombre quien sí desearía que me tocara y me hiciera el amor, pero es la vida que me ha tocado vivir, algunas veces se me ha ido la mano he intentado seducir a Leonardo pero él me rechaza pues yo soy su madrastra, y no puede tocarme.

me da miedo al pensar que Leonardo le cuente la verdad a su padre, pero sé que por el amor que él siente por mí nunca dirá nada.

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* versión de Alberto santibañez*

mi nombre es Alberto santibáñez, actualmente tengo 52 años.

mi vida ha sido un poco triste, aunque al principio fue muy feliz, me casé a los 24 años con una hermosa mujer, la cual me dio dos hijos maravillosos, los cuales amo con todo mi corazón.

vivíamos en la ciudad de Bogotá, éramos felices, nos amábamos con locura, ella siempre fue muy buena, muy dulce, muy amorosa, me apoyaba en todos mis negocios, ella era mi mano derecha.

pero nuestra felicidad se vio derrumbada cuando ella comenzó a decirme que se sentía observada, que cuando salía veía a un hombre en todas partes, pero yo no le hice caso, y no saben cuánto me arrepiento hoy en día.

me he sentido culpable, ese día la mandé a hacer una diligencia a Medellín, ella fue pues estábamos organizando las cosas para irnos a vivir a la hacienda, ella fue sola, yo me quedé en casa trabajando desde allí. hasta que recibí la terrible noticia, de que un grave accidente automovilístico había ocurrido en la carretera de Medellín.

en ese terrible accidente murió mi esposa o mejor dicho desapareció, el auto quedó completamente destruido y aunque la policía peinó todo el lugar no encontraron a mi esposa, solo encontraron uno de sus zapatos, no hubo rastro de ella y dure muchos años estuve buscándola, casi me vuelvo loco al ver a mis hijos llorar a su madre, al llegar a casa y verla vacía, sin ella, entrar a esa habitación y no verla allí leyendo un libro O durmiendo o viendo alguna novela, o besándome.

la policía se dio por vencida y cerró el caso, pero yo no, yo no lo hice, siempre guardé la esperanza de que mi esposa estuviera con vida y contraté muchos detectives privados para buscarla pero nunca pude dar con su paradero, a mis hijos nunca les dije que por mucho tiempo guarde la esperanza de que ella siguiera con vida.

ninguno de los detectives privados que contraté pudieron dar con ella, pero yo no me daba por vencido, algo en mi corazón Me gritaba que siguiera buscando.

hasta que conocí a Diana Burgos una muchacha joven, hermosa de buen cuerpo, muy amable, con una sonrisa hermosa.

platiqué con ella varias veces en el pueblo, la invité a tomar algo varias veces, fuimos a comer. hasta que tuve que ir a ese viaje a Medellín por cosas de trabajo, coincidimos en todo, no sé si fue coincidencia o casualidad, pero nuestro vuelo salió a la misma hora, en el mismo avión nuestros asientos uno al lado del otro, en el mismo hotel su habitación frente a la mía.

ya habían pasado 5 años desde la muerte de mi esposa y yo me había permanecido fiel a la promesa que le había hecho en el altar, no había vuelto a tocar a ninguna otra mujer durante todo ese tiempo, y había tenido tiempo porque yo solo pensaba en buscarla encontrarla. pero Diana llegó como una luz a mi vida, me enamoré de ella, me ilusioné de tal manera, parecía un completo adolescente.

Diana me hizo ver las cosas de diferente manera me hizo comprender que no era sano seguir aferrado al recuerdo de mi esposa muerta.

yo me enamoré como un adolescente de Diana, me cautivó su belleza y lo apasionada que es, me hizo sentir vivo nuevamente, Me hizo sentir amado y deseado entonces le pedí que fuera mi esposa, sí fue algo precipitado, pero lo hice y ella aceptó, aunque ella ya me lo había mencionado varias veces, yo le hice la petición ella aceptó muy feliz, nos casamos en ese viaje y regresamos un mes después.

Mi hijo Leonardo sé que no estuvo muy de acuerdo porque no le avisé, porque no le consulté, porque fue todo tan de prisa, intentó reprocharme de muchas maneras pero no me importó, quería ser feliz, necesitaba ser feliz con otra mujer, necesitaba olvidar a mi esposa, aunque no puedo negar que no la he podido olvidar durante estos 7 años, por lo menos dejé de atormentarme con la idea de seguir buscandola, de seguir queriendo encontrarla, la dejé ir, la dejé descansar en paz, donde quiera que estuviera y ahora soy feliz con Diana, aunque a veces me causa mucha curiosidad porque veo muchas de sus actitudes raras y a veces pienso que se conocía con Leonardo de mucho antes...

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* versión de Lidia *

mi nombre es Lidia Martínez actualmente tengo 25 años.

me enamoré de Leonardo mientras estudiábamos en la misma universidad, no sé porque él nunca me prestó atención, pero yo siempre estuve enamorada de él en silencio. y aquella vez cuando lo encontré en aquella fiesta tomando, me acerqué a él, y él me invitó a un trago y luego a bailar, bailamos casi toda la noche y creo que ese día tomé de más, pero no me arrepiento porque ese día tuve el valor de decirle que lo había amado en silencio durante muchos años, esa noche me entregué a él, en cuerpo y alma por primera vez.

para mí fue algo mágico, algo maravilloso entregarse al hombre que uno ama con todo el corazón es lo más bonito que existe, lo malo fue, bueno para Leonardo que terminamos en mi casa, hicimos el amor en mi habitación y a la mañana siguiente mis padres nos descubrieron, mi madre se dio cuenta de la mancha de sangre en mi sabana, se dio cuenta que le había entregado mi virginidad a ese hombre y aunque ya no era menor de edad, pues ya tenía 25 años había terminado mi carrera como agrónoma, no vi mal que mis padres nos obligarán a casarnos, pues mi familia es muy conservadora, yo estaba feliz, estaba dichosa porque me iba a casar con el hombre que amaba, aunque sabía que él no me amaba a mi, estaba dispuesta a enamorarlo, estaba dispuesta a ganarme su corazón, él me contó la historia que había tenido con Diana, pero más me sorprendió cuando me dijo que era la esposa de su padre, pero que había sido su novia antes de eso, entonces yo me propuse ayudarlo a olvidar a esa mujer y a que se enamorara de mí, pero me duele al darme cuenta que después dos largos años no he podido, no he logrado hacer que la olvide y sé que él me ha sido infiel en muchas ocasiones, pero yo lo he perdonado todo por amor.

me duele todo lo sucedido, y más está noche que mientras me hacía el amor, me llamó por el nombre de Diana, nunca lo había hecho, y eso dolió, creo que estoy que tiro la toalla, lo peor de todo es que sospecho que estoy embarazada.

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