Olviden mi anterior descripción.

* Camila *

Mentí, sí, era mentira que tenía migraña, no quería verlo de nuevo, por eso me escondí en mi habitación a la hora del almuerzo y no volví a salir de mi habitación hasta el día siguiente, estaba decidida a enfrentarlo ya no le tenía miedo pero lo odiaba por todo el bullying que me había hecho en el pasado, pero ya no iba a huir más, no lo haría esa era mi casa y no tenía por qué esconderme, le voy a hacer la guerra para que se vaya por donde vino lo más pronto posible, pero tengo que pensar muy bien qué haré.

Había pasado una semana desde su llegada y no había podido coincidir con él, bueno era lo mejor, pero en el fondo mi curiosidad me estaba calcomiendo por dentro quería saber si seguía igual que antes si había madurado o seguía siendo un patán, Yeimi me había contado un poco acerca de él, pero ella no era muy buena describiendo a alguien así que hoy lo vería como sea...

Pasé toda la mañana en la casa para ver si lo veía, pero nada, a media mañana me fui con Yeimi a nadar un rato a la alberca pero me sentía estresada, en el almuerzo solo estuvimos en el comedor mi cuñada Lidia, Yeimi y yo, mi hermano y el estúpido ese no aparecieron, por más que miré por la puerta.

cuando terminé de comer fui a la cocina a decirle a la Nana que quería llevarle el almuerzo a Leo, era solo una excusa para ver si veía al patán ese, pero mi Nana me dijo que ya le había mandado el almuerzo a mi hermano con uno de los trabajadores, mi decepción fue grande pero no podía hacer nada más.

Invité a Yeimi para ir a dar un paseo por el río, pero no quiso, así que fui yo sola, le pedí a Giovanni que me ayudara a ensiyar mi yegua y me fui sola a mi lugar favorito, el río estaba tan lindo y cristalino se veía tan fresco me bajé de mi yegua y me senté un momento bajo un árbol frondoso a reposar un poco la calor estaba sudada, después de unos minutos me quité la ropa quedando solo en ropa interior, me zambullí en el hermoso río, era un paisaje tan bonito, estuve allí alrededor de una hora y luego me vestí y subí a mi yegua y me regresé a la casa...

Al entrar escuché voces de hombres que salían del despacho una era de mi hermano la otra seguro era del estúpido ese así que a paso firme me dirigí hacia allá hasta que sonó la voz de Lidia desde las escaleras.

___ Camila, al fin te encuentro, ¿ puedes ayudarme con algo, por favor?

No tuve otra opción me volví hacia mi cuñada y le sonreía amablemente y no tuve otra opción que seguirla a su habitación y así pasé el resto de la tarde, en la noche Yeimi se le ocurrió la gran idea de hacer una pijamada en mi habitación así que cenamos ahí luego vimos varias películas comimos palomitas y helado, creo que nos quedamos dormidas cerca de la madrugada.

Al día siguiente me desperté tarde ya la hora del desayuno había pasado, me duché y me vestí muy casual con unos jeans rotos una camiseta de color azul claro y unos tenis negros amarré mi cabello en una coleta alta, desperté a mi amiga para que se arreglara y luego bajé a la cocina a ayudar a mi Nana con lo del almuerzo, necesitaba hacer algo de provecho, ella me saludó con un beso y las demás con una sonrisa, Me coloqué un delantal y manos a la obra.

Yeimi se había quedado en la habitación estudiando y cuando estuvo el almuerzo fui a avisarle para que bajara estábamos las tres en la mesa, Lidia, Yeimi y yo, solo faltaban Leo y el estúpido patán.

___ Lidia ¿ hoy tampoco vendrá mi hermano a almorzar? _ le pregunté a mi cuñada que me miró enseguida con una mueca.

___ No lo sé cuñada, creo que aún están ocupados, vacunado al nuevo lote de ganado lechero que llegó la semana pasada.

___ Ah. _justo cuando iba a decir algo más escuché la voz de mi hermano, parecía hablar con alguien más, y me tensé, no sé qué me pasó, pensé que venía con el engreído, pero mi decepción fue tan grande cuando vi que mi hermano solo hablaba por teléfono, cuando colgó nos saludó y le dijo a uno de los empleados que le enviaran el almuerzo al veterinario al laboratorio, quise decir que yo iría a llevárselo, pero me detuve porque Leo me había prohibido acercarme mucho al estúpido ese, durante el almuerzo hablamos de trivialidades y mi hermano me dijo que nuestro padre regresaría en dos semanas más.

Después de comer me fui a mi lugar favorito en mi yegua, volví a invitar a Yeimi, pero prefirió quedarse leyendo un libro estaba estudiando pronto regresaría a la universidad..

Nade y nade en el río no sé por cuánto tiempo, pero me sentí renovada, volví a casa y le hice compañía a Yeimi que aún seguía estudiando.

Por la noche bajamos Yeimi y yo hacia el comedor a cenar con todos los demás, Cuando llegamos mi sorpresa fue grande, mi corazón saltó y no sé porque, casi suelto un grito, ahí estaba él, hablando con mi hermano y mi cuñada, tenía una sonrisa encantadora, de esas que paralizan, su pelo negro como el azabache, unos ojos color café oscuro, sus cejas anchas y pobladas que le daban ese toque sexy, y sus labios que delineaban esa sonrisa seductora que mataría a cualquier mujer, menos a mí aclaro, ¡oh, por Dios!, qué estoy diciendo, si es un estúpido patán, y engreído horrible, olviden mi anterior descripción, es feo, un pesado engreído....

salí de mis pensamientos cuando mi cuñada habló

___ Oh, Camila ya están aquí vengan y siéntense ya queremos cenar morimos de hambre. _ él se detuvo y se fijó en mí su hermosa sonrisa desapareció de inmediato y me miró de pies a cabeza. ¿será que aún me ves fea? Pensé en mis adentros. ¡ah pero a mí qué me importa que me vea como quiera el estúpido ese!. Mi hermano también se percató de loa llegada de nosotras y también habló.

___ Por favor, chicas es verdad que tenemos hambre, sientense . __ Yeimi me empujó y caminé directo a mi puesto pero antes de sentarme Lidia volvió a hablar.

___ Ah, cuñis el es Alexander Villanueva, el nuevo veterinario, creo que aún no se habían visto. ¿verdad?

___ ummm, si ella es Camila, mi hermana menor. _ dijo Leonardo mirando al chico. __ ¿La recuerdas?

___ En verdad no. _respondio el engreído ése, y dijo ___ Hola.

___ Hola. _ le respondí seco. lo miré mal y me senté en mi lugar, estuve un poco incómoda mientras comíamos pues noté que él me miraba a cada rato, pero cuando yo lo miraba él apartaba la mirada de mí y se centraba en su plato, mi apetito se había marchado un poco y no comí mucho al verlo recordé todas sus burlas y lo odié más, terminé de comer me despedí amablemente y me llevé a Yeimi a la habitación lo más rápido que pude, sentí su mirada en mi nuca, pero no me volví hacia atrás, mil emociones se arremolinaron en mi ser, pero la más grande fue el odio, y la sed de venganza....

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***