Una reina despiadada

El día de Irina había sido sumamente productivo. Comprendía que el tiempo perdido no volvía atrás y es por eso que debía enfocarse en aquellas cosas que eran realmente importantes.

vamos a cenar esta noche para celebrar invitó Natacha a sus dos amigos

Está bien, pero hay que avisarle a Harry respondió Emilio mientras se preparaba para salir de la oficina.

Tranquilo, no te dejaremos sin tu Harry decía Irina risueña. Ellos eran inseparables y todo lo hacían juntos.

Harry y Emilio eran pareja desde hace años. Cuando la familia de Emilio lo despreció dejándolo en la calle y las dos mujeres le dieron refugio y su amistad dejándolo encargarse de la pequeña empresa que estaban creando, Harry decidió que ya no aguantaba más y fue tras la conquista de su amor. La pareja había tenido sus altos y bajos, pero con el tiempo la relación había florecido y se había fortalecido.

Una vez terminado todo los tres se encaminaron hacia el restaurante. En el lugar los esperaba Harry, quien ya había ocupado su mesa acostumbrada.

Hola niñas saludo Harry dejando un beso en la mejilla de cada una de sus amigas Hoy tenemos mucho que celebrar agregó feliz el abogado.

Hola Harry. Es un acontecimiento genial ¡Tenemos muchos motivos para celebrar! dijo Irina risueña, ella se veía realmente feliz.

No perdamos el tiempo entonces levantando la mano llamó al mozo para pedir una botella del mejor vino que había.

Los cuatro estaban divertidos. Sonreían animosamente y recordaban viejos mejores tiempos, aunque esos mismos también estaban llenos de dolorosos recuerdos para todos. El ambiente era festivo, hasta que Natacha se congeló en el momento y un gesto de desprecio alertó a sus compañeros.

Irina no te vuelvas, los innombrables han entrado en manada al restaurante los hombres voltearon también la cabeza para ver el mentado espectáculo.

Louis ingresaba al lugar con Sylvie sujeta de su brazo y tras él su madre, padre y hermanas. Las caras de todos irradiaban felicidad excepto la del patriarca y su hijo. Por alguna razón Louis no terminaba de reconciliarse con la idea de estar divorciado de Irina. Ni él mismo podía comprender el porqué de ese vacío en su interior y el dolor sordo en el pecho cada vez que recordaba la suavidad de su ex esposa.

¡Oh Louis! ¡Lo siento tanto! dijo la rubia fingiendo dolor

Louis la miró sorprendido, no podía entender qué era lo que le ocurría a la mujer. Sus palabras lo asombraron y lo dejaron un poco inquieto.

Es Irina, está comiendo aquí y se ve muy feliz con esos hombres detrás de las palabras de angustia por el hombre se encontraba la felicidad de la mujer que veía la posibilidad de sembrar cizaña en contra de su contrincante.

Louis se volteó a ver y pudo comprobar que en la mesa que estaba un poco más lejos de la entrada se encontraba feliz su ex esposa. Ella no parecía resentir de ninguna manera el hecho de estar separados. Mientras él pensaba que estaría en algún oscuro rincón relamiéndose las heridas y arrepentida de la decisión que había tomado; ella estaba sonriente y feliz cenando con su amiga y dos hombres.

Es una descarada, desvergonzada ¿Cómo se atreve a salir con hombres siendo una mujer casada? decía la hermana de Louis con total hipocresía.

Es que ese tipo de mujeres se venden al mejor postor. Lo mejor será que pronto te divorcies hermano, antes de que alguien llegue a saber siquiera que están casados agregó su otra hermana.

Tranquilas niñas, yo creo que ella debe estar en alguna reunión de trabajo o alguna situación similar dijo Sylvie como defendiendo, pero a la vez insinuando que quizá ella vendía su cuerpo a los hombres adinerados.

Los comentarios a su alrededor no hacían más que indisponer al hombre que miraba cada tanto las interacciones de Irina con esos dos hombres.

Será posible que me lo tengo que encontrar en todos lados rugía indignada Irina. Ella había querido festejar y este hombre le había arruinado el momento.

Tranquila Iri, ese tipo ya no debe de afectarte en lo más mínimo. Recuerda ahora quién eres y no vuelvas a olvidarlo nunca contestó Natacha.

Su amiga sabía todo lo que ella había dejado y sufrido por ese hombre que no valía nada. Siendo una mujer que había logrado grandes cosas de la nada gracias a su gran inteligencia, había renunciado a todo eso por estar junto a esa desagradable familia y a ese tipo desagradable.

Lo sé Nat, y te aseguró de que nunca más voy a dejar todo de lado por un hombre, son todos unos mentirosos y embusteros dijo haciendo un puchero enorme y cruzándose de brazos.

Bueno, gracias por la parte que nos toca dijo Emilio fingiéndose agraviado.

Ustedes son distintos, no entran en esa categoría contestó Irina fulminándolo con la mirada.

¿Por qué somos gay? comentó Harry con el ceño fruncido y un tanto molesto ese comentario no le había gustado realmente.

Porque son mis hermanos respondió ella tranquila y con una gran sonrisa en los labios haciendo sonreír a sus amigos.

Por otro lado Louis estaba cada vez más molesto. Entre los comentarios de su familia y Sylvie y ver la felicidad en el rostro de Irina se sentía francamente ofuscado. Mil preguntas lo inundaban ¿Será que le pagó a Harry sus servicios con su cuerpo? Después de todo Harry Miles es uno de los abogados más caros de Ciudad Luz. Y ¿qué hacía con Emilio Antolín? Todos sabían que este hombre era quién estaba detrás de Systelec. Muchos creían que él realmente era el dueño pero no lo declaraba para que su familia no quisiera pedirle dinero después de rechazarlo.

Muchos eran los pensamientos que inundaban su mente atormentada, pero no podía llegar a ninguna respuesta. De pronto puede ver por el rabillo del ojo que Irina se había retirado de la mesa y se dirigía al tocador. Esta era la oportunidad que necesitaba para poder hablar con ella. Se levantó con tranquilidad y se encamino, de manera disimulada, al tocador.

Hola Irina dijo mirando a la mujer que estaba saliendo del tocador.

Ella lo observó perpleja ¿Qué hace aquí? Se preguntó.

¿Se te perdió algo? preguntó bastante molesta. No podía entender por qué tenía que encontrarlo en todos lados.

¿Ahora eres la amante de Harry? ¿Así es como le pagas sus servicios? ¿Te revuelcas con él y por eso te divorciaste sin pedir nada? ¿Me has estado engañando con él? Todas las preguntas salieron a borbotones de su boca y pensó que eso no era exactamente lo que quería preguntar.

Irina lo miró una vez más impactada. No podía entender que vio en este hombre tan energúmeno. Era definitivamente un completo idiota. Ahora que se había divorciado de él podía ver sus verdaderos colores y pensaba que en realidad todo en él era bastante…negro.

Ja, el ladrón cree que todos son de su condición. Qué hipócrita eres al venir a decirme esto. Pero te aclaro lo que yo haga o deje de hacer con mi vida nada tiene que ver contigo. Como lo que tú hagas de la tuya no me concierne. Te pido que de ahora en adelante solo hagas como que no me conoces. Nunca estuvimos casado, ni siquiera nos hemos visto tras estas palabras comenzó a caminar, pero un fuerte agarre en su brazo la detuvo al instante.

No he terminado dijo furioso. Irina miro de manera fría su agarre y luego lo miró a él

Pero yo sí contestó zafándose con un movimiento brusco para luego agregar _ Nunca en tu vida vuelvas a ponerme una mano encima a menos que quieras morir.

Tras decir esto salió como una reina elegante, majestuosa y sumamente despiadada de ese pasillo.

Louis miraba su espalda alejarse y su pensamiento divagaba intentando entender qué era lo que acababa de ocurrir.

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Muchas gracias a todos los que están siguiendo esta historia. Por supuesto que estoy intentando actualizar más seguido. Les pido un poco de paciencia. Mi trabajo es muy demandante y desgastante, pero doy mi mejor esfuerzo.

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Mis otras dos historias ya están concluidas, las invito a entrar a mi perfil y verlas.

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