dame agua! dice Oskar
Su boca sedienta lo hace murmurar
- traeré un poco, dice Joseph
Enseguida, aparece con un cuenco muy sucio y el agua está muy sucia también, parece barro o vomito,
Oskar abre su ojo y ve el aspecto de esa agua
- bébelo, dice Alec, o si no tendrás que beber orina, es todo lo que podemos hacer por ti,
Oskar bebe el agua, pero no puede evitar sentir asco al hacerlo, pero a pesar de todo trata de no vomitar,
- no quiero ni preguntar lo que están comiendo, dice Oskar en un susurro apenas audible,
Joseph y Alec se miran y entonces Joseph dice,
- a veces comemos, no siempre, cuando pedimos comida nos matan y cuando traen algo es basura o algo peor, dice con lágrimas en los ojos,
Entonces, Alec agrega,
- hace una semana que no nos alimentamos, bueno comemos ratas y también insectos, cuando hay, pero ya hasta eso escasea,
Oskar los mira, pero extrañamente no siente lástima de ellos y no sabe por qué?
Luego pregunta,
- Hay alguien más en este lugar?, dice mirando la barraca
- somos veinte personas en esta barraca, hay cuatro mujeres y un niño
- dicen, que se las llevaran a las barracas externas, dice Alec
- no seas ingenuo, las matarán como a las otras mujeres, dice Joseph enojado
- también nos matarán a nosotros, dice Alec
- si, seguro que sí, dice Joseph con tristeza
- ten, le dice a Oskar, Joseph
- que es?, pregunta Oskar
- es un pedazo de pan, cómelo con cuidado, te traeré más agua
Oskar mira el trozo de pan que se ve irreconocible de lo verde y duro, además de sucio que se ve,
Joseph aparece trayendo el cuenco con agua,
Oskar mete en su boca el pan y se lo traga con el sorbo de agua, hace un gran esfuerzo de no vomitarlo, respira hondo y dice,
- gracias, le dice a Joseph
Cuando él dice esto, siente que esa no era su voz, y se asusta por ello, nunca ha dado las gracias a nadie, nunca y esto lo dejo muy sorprendido,
Joseph le sonríe y le dice,
- de nada, espero que tengas suerte y puedas salir de aquí con vida,
- si no recuerdas tu nombre, como te llamaremos?, dice Alec
Oskar se queda pensando y le dice,
- sacerdote, solo dime sacerdote
- sacerdote?, dice la suave voz de una mujer
ella se acerca y le dice,
- perdón por interrumpirlo, su eminencia,
toma la mano con suavidad de Oskar y lo besa con suma delicadeza,
Oskar siente un gran cosquilleo y excitación cuando ella lo hace, entonces por primera vez en su vida, sin saberlo siente una profunda vergüenza y pena, de nuevo siente que esta sensación es algo nuevo para él, esto lo sorprende y mucho,
- disculpe y usted quien es?
En ese momento bajo las ropas sucias de ella, Oskar ve el rostro más bello que nunca ha visto en su vida,
Se impresiona y por unos momentos se queda mudo y con la boca abierta,
Joseph carraspea y le dice,
- ella es Irina, es la esposa de un comandante ruso
- si, disculpe, me llamo Irina Navrátilová, y soy rusa, pero hablo varios idiomas,
- para ser rusa, tienes conocimientos en la religión católica, dice Oskar,
- soy católica y tengo un hermano obispo, él está en el Vaticano, pertenece al clero de la Iglesia,
- un placer conocerte, Irina
- y dígame señor, que hace un cardenal del Vaticano en estas barracas?, dice Irina, sorprendiendo mucho a Oskar,
Cuando va a hablar, Oskar
Alec interrumpe y le dice,
- él perdió la memoria por los golpes en su cabeza, pero ese dato es muy importante, ahora sabemos que no eres un simple sacerdote,
Oskar se queda callado y piensa,
- porque no recuerdo nada?, no siento que sea alguien de la iglesia, estos golpes realmente me han afectado mucho, y lo peor es, porque estoy aquí?
De pronto un pequeño niño se acerca, Oskar se asusta al verlo,
Pero el pequeño le sonríe con ternura y dice,
- señor, le duele la pancita, dice sobándose la suya,
Le acerca un muñeco sucio y roto y dice,
- él lo cuidará señor, como me cuida a mí todos los días,
Oskar lo toma y le dice,
- gracias, pequeño, pero mañana te lo regresaré, para que te siga cuidando a ti,
- si, dice el pequeño Hans
Oskar, cuando se entera del nombre del niño, ve que es alemán,
Entonces pregunta por su madre,
- hace unos días se la llevaron a otra barraca, dice Irina, está solo con nosotros, dice con pena
- ella decía que se habían equivocado, que ellos no son judíos sino alemanes y que ella era la esposa y el hijo del ministro Joseph Goebbels, mano derecha del führer y a cargo de las propagandas del Tercer Reich, pero nadie le cree, pobrecita!, dice Irina
Joseph y Alec se miran, ellos saben a donde está la madre del niño, vieron sus ropas frente a las cámaras de gas,
Oskar siente que reconoce ese nombre, y siente preocupación por el niño, porque si es verdad lo que dijo su madre, es muy posible que estos tipos están aniquilando a su propia gente, pero por qué?
Alec lo saca de sus pensamientos y dice,
- dejaremos que descanses, porque hay que decirles que despertaste, pero trataremos de avisarte si ellos vienen por ti,
Una hora después,
Oskar está mirando el techo de la barraca, no puede dormir, así que trata de levantarse con cuidado y a pesar del fuerte dolor, lo logra, él se arrastra sigilosamente cuando sin querer tropieza con la pequeña camita donde duerme Irina,
Ella está abrazada a sus piernas en posición fetal, se ve muy delgada, pero a la vez se ve tan perfecta, tan serena, tan fuerte,
Sin querer sus ojos brillan al mirarla dormir, un gran sentimiento de paz sube por su medula espinal haciendo que extrañas gotas saladas salgan de sus ojos
- estoy llorando?, piensa sorprendido y manoteando sus lágrimas empieza a arrastrarse por la barraca,
Alec vio todo y piensa,
- quien eres sacerdote?, tú no pareces alguien de la iglesia, tu aspecto es salvaje y hasta cierto punto misterioso, no reflejas la santidad en tus ojos y cuerpo
Luego se levanta y lo sigue, tal vez sea un enviado del Vaticano para espiar o de los aliados. Pero parece que no cuentan con que ese disfraz, tal vez no sea una buena idea, después de todo,
Mientras en la mansión de Oskar,
Anna recibe la visita de Eva Braun, la pareja de Adolf Hitler,
Ambas están sentadas bebiendo un té y pasteles, cuando Eva habla,
- querida Anna, hoy vine sin avisarle a Adolf, que vendría, pronto viajaré a Italia y pensé en ir acompañada por usted,
- acompañada por mí?, pregunta Anna sorprendida
- si, tengo que ir a ver a un médico cirujano, y no quería ir sola,
- y el führer?, pregunta Anna
- él está complicado, mañana es su cumpleaños y habrá celebración en la ciudad,
Anna asiente y dice,
- no tengo ningún problema en acompañarla, dice sonriendo falsamente a Eva
Anna piensa que Eva va a retocarse estéticamente, y siente una gran envidia por ello,
Mientras en la cancillería alemana,
El asistente del führer le entrega a este, una carpeta con unos documentos,
El führer lo lee y firma al final del documento y dice,
Adolf Hitler y miembros del Tercer Reich
barraca 121, Oskar y Joseph en el medio, de izquierda a derecha
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Rosa María Corrales Pèrez
Porque los alemanes confunde a sus compañeros alemanes
2023-12-15
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