Capitulo 3. El día de padres.

* 6 horas A M.

Marcos Rigatti, se levantó de la cama como todos los días. Miró el retrato de su mujer que estaba a su lado en su mesita de luz y como siempre dió los buenos días a su difunta esposa. Se levantó de la cama curioso para ver qué hueso le dolía ese día , pareciera que era un día bueno porque no le dolía, hasta ahora, ninguno. Fue al baño, se higiénizo, hizo sus necesidades físicas y salió del baño para ir a la cocina de su pequeño apartamento. Allí, cuando estaba preparando su desayuno de avena y miel, recordó su tarea del día con su único nieto Luis. Y como siempre comenzó a hablar con Elena , su esposa difunta, mientras tomaba una a una , las tres pastillas de la mañana .

_ Tu hija, me va a matar - decía - me verás aparecer pronto en el cielo contigo. Y tú, tienes la culpa. Apoyar a tu hija en la historia de la tal inseminación artificial. Mira nomás, mi pobre nieto, que vaya uno a saber quién es el padre, ahora irá un mendigo a su escuela! - repetía. -

Sirvió su pote de avena, le puso la miel y comenzó a comer despacio.

_ Después se levantó y fue a su ropero. Un fuerte olor a naftalina salió cuando rescató su traje antiguo de toda la ropa colgada. Y comenzó, siempre hablando con su mujer, a vestirse.

* 7 horas A.M.

Manuela Rigatti salto de la cama. Apagó el timbre del despertador y se dirigió desperezándose al baño. Se sentó en el water, luego se lavó los dientes y el rostro. Cepilló su largo cabello negro. Se hizo la cola de todos los días. Salió del baño, fue a la cocina, preparó su café y su jugo. Escribió varias notitas para su hijo y su empleada. Mientras tomaba el café mandó un mensaje a Robert Norton para que recoja a Luis y lo lleve al colegio a las ocho. Sacó la lonchera de su hijo y la llenó de cosas saludables. Cruzó hacia la recámara de Luis, se acercó a él y lo miró en silencio con inmensa ternura. Su cara se transfiguró por un momento. Sus ojos brillaban y una sonrisa que le hacían ver muy atractiva se formó en su rostro. Miró su reloj, ya habían pasado diez minutos. Fue a su recámara y eligió el traje sastre gris. Se vistió. Puso en sus pies su zapato cómodo, se colocó un poco de perfume con aroma de jazmín, se pintó los labios como único maquillaje, tomó su laptop y salió apurada de su departamento.

* 7, 30 A. M.

Flor London se despertó como todos los días y llamó a su mucama y al chófer antes de ir al baño. A la mucama le indicó lo que quería desayunar hoy a las 8, 15 como todos los días y lo que debía desayunar su único hijo Clark. Al chófer le dijo que esté atento a Clark que había llegado anoche cuando ella ya estaba acostada y no había ido a saludarle.

Luego se metió al baño, se sentó en el inodoro. Estuvo bastante tiempo tratando de hacer sus necesidades físicas. Luego se bañó y comenzó su complejo itinerario de cremas. Buscó que ropa se pondría hoy, después de mucho elegir se decidió por un vestido de seda con pequeños lunares crema. Comenzó a vestirse con detenimiento y cuando estaba haciéndolo su necesidad física la llevó otra vez al baño. Parece que por fin iría de cuerpo. Por ello no escucho el teléfono del chófer que la llamaba.

* 7, 55 minutos A.M.

Clark en la cama, estaba en un maravilloso sueño. Amasaba los voluminosos pechos de Brigitte. Su cuerpo se tensó en el lecho. Su rellenita amante tenía unas bragas ajustadas y él no podía sacarle poder ingresar a dónde quería.

Comenzó a sacudirse en el lecho y el timbre del maldito teléfono lo despertó abruptamente. Brigitte se había evaporado y él se moría de ganas de mear. Voló al baño, hizo sus necesidades urgentes y cuando comenzó a cepillarse los dientes se acordó de la loca y de su tarea para esa mañana.

_ Oh Dios ! - dijo en voz alta. Sintió de golpe como un gran peso le caía sobre el hombro. Se afeitó, puso colonia en su rostro después de lavarse y se vistió el traje que había buscado el día anterior. Se miró al espejo. Un hombre alto, buen mozo, de traje oscuro y cara de pocos amigos lo miraba desde allí. Decidió no desayunar con su madre, salir con su auto y no con la camioneta porque estaba en un estado lamentable. Buscó las llaves del coche. Junto a su mesita vió el bodoque de dinero que la loca le había dado y sacudió la cabeza. La carita del niño estaba en su mente otra vez. Salió al patio. El chófer de su madre lo miró extrañado.

_ Buen día, Señor Clark. Pasará a desayunar con su madre. -

_ Buen día. No. Saluda a mamá de mí parte. Estoy apurado. Tomaré un café por el centro. - dijo - No te olvides de hacer lavar mí camioneta.-

Mientras hablaba sacó del vehículo roñoso su laptop y su cámara fotográfica. Abrió su otro coche y salió despacio del parque de su chalet.

_ A las 8,15ha. La señora flor recibió la noticia del chófer que su Clark, vestido de traje azul, se había marchado de la casa. Traje! Clark de traje! Alguien cercano había muerto y ella no se había enterado. Síguelo! Dijo.

El chófer hizo lo indicado.

_ El señor está desayunando en una confitería céntrica - informó.

Flor estaba totalmente asombrada mientras comía despacio sus tostadas con jalea de fresas. ¡Cómo su hijo no desayunó con ella.! Algo raro estaba pasando.

_ El señor entró en el Royal College - dijo a las 8,50 su chófer.

_Royal College?! Que hacía su hijo allí.!! Flor abandonó su desayuno y empezó a buscar las noticias de algún docente o directivo fallecido y homenajeado del colegio.

En el salón del Royal Dina miraba sonriente a su asustado compañero y preparó el celular para sacar las fotos de su vergüenza. Hoy le tocaba a Luis presentar a su famoso padre ante todo el colegio.

Ella sabía que sería su abuelo el que se presentaría diciendo que el padre de Luis estaba en sus continuos viajes al extranjero. Sacaría múltiples fotos y le pediría a su mamá que con sus numerosos contactos publicarán las fotos en todos los periódicos y revistas.

_ Bien, queridos estudiantes y público presente. Hoy como todos saben conoceremos al padre de Luis Rigatti el que nos contará que realiza en sus continuos viajes. - dijo la directora.

Luis, con terror , marchó al calvario.

Se paró al frente de la clase y levantó la cabeza para recibir de frente las burlas de sus compañeros.

Fue cuando sucedió la magia.

Mientras su abuelo trataba de levantarse un hombre desconocido, de traje y una pinta de actor de cine, se presentó ante todos diciendo:

_ Yo soy el padre de Luis Rigatti. Me llamo Clark y acabo de llegar de Islandia - dijo.

El abuelo del Luis casi cayó al suelo mirando asombrado al desconocido donante de esperma que era su yerno.

_ El chófer de la familia London, habló con su patrona por teléfono.

_ Señora Flor. No sé asuste. Su hijo acaba de presentarse ante la escuela como padre de un niño llamado Luis Rigatti. - dijo.

_ Que!!!. La señora Flor London se desmayó junto al sillón de cuero mientras las empleadas corrian a socorrerla.

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