Hermosa sorpresa.

Al día siguiente muy temprano las enfermeras vinieron junto al médico, lo revisaron mientras yo solo esperara en una esquina.

Cuando terminaron salieron y volví a acercarme a la camilla, me senté y así mantuve la postura por largas horas hasta que su mano apretó la mía.

— lo escuché quejarse y solo me levanté— hola, ¿cómo te sientes?.

— como si algo me hubiera arrollado, pero dentro de lo que cabe bien mi amor— asentí sonriendo— este es el mejor despertar, ver ese rostro me alienta— solo negué sintiendo su mano acariciar mi mejilla.

— avisaré a las enfermeras que has despertado— me levanto y al caminar sentí su agarre en mi mano— ¿te duele algo?.

— que te vayas, pero resistiré mi vida— sonreí por lo que decía, a pesar de que hace horas tuvo una cirugía delicada y por sus palabras parece que no tuviera nada.

Abrí la puerta extendí mi bastón y camine hasta la estación de enfermeras y les dije que Emilio había despertado, regrese y volví a sentarme.

— sentí moverse la camilla y en segundos sus labios estaban en los míos — extrañaba tus besos— negué sonrojándome— gracias por estar a mi lado.

— no tienes por que agradecer, sabes que yo quiero que estés bien— tomó mis manos besándolas, hasta que se escuchó la puerta.

— una disculpa, buenos días, Emilio, ¿cómo se siente?.

— excelente y más con esta compañía— volví a negar.

— bueno, lo revisaré y más tarde vendrán por usted para realizarse algunos estudios.

Me hice aún lado mientras escuchaba a Emilio hablar con el médico, al terminar se despidió y salió, de nuevo me acerque, Emilio me pidió que me sentará en la camilla junto a él.

— paso su mano por mi hombro hasta abrázame y solo me susurro— te amo.

— yo también te amo— y nos dimos otro beso.

Por la tarde le hicieron los estudios y para cuando regreso los señores Moroe ya estaban en la habitación, dándole los pormenores sobre la empresa y que su abuelo vendrá desde Australia verlo.

Pasaron un par de días cuando se escuchó la puerta junto a una voz gruesa y rasposa.

— hijo, ¿cómo te sientes?.

— bien abuelo, el médico dice que estoy a un día de que me dé el alta.

Siguieron hablando mientras yo solo escuchaba atentamente sentada en el sofá, cuando una mano tomó la mía haciendo que me levantara.

— gracias por cuidar a mi nieto— sonreí hasta asentir.

— no hay que agradecer, si lo hago es por que amo mucho a Emilio—lo escuché suspirar.

— vez abuelo, te dije que era un hermoso ángel.

— ya veo hijo, Emilio cuando salgas de aquí, quiero que tengas un mes de descanso y no te preocupes yo estaré al frente de la empresa.

— gracias abuelo.

— bueno hijo, me voy, pero mañana regreso, Lilith me dio mucho gusto conocerte.

— igual señor—al sentir su beso en mi mejilla no perdí la oportunidad para hablar con el, tomó mi mano llevándome afuera de la habitación.

— ¿qué sucede?— suspiré asintiendo.

— señor, sé que no me corresponde preguntar y hasta dirá que soy muy imprudente, pero por que su mamá cuando mi madre se comunicó con ella, solo le dijo que no molestara y que Emilio ojalá se muriera, ¿porque?— lo escuché carraspear.

— jamás pensaría eso al contrario me doy cuenta que mi nieto te interesa e importa, pero ese es un tema un poco delicado del cual Emilio no sabe— asentí.

— lo entiendo, gracias por venir— me abrazo muy fuerte hasta que se separó de mí.

— y tú por cuidarlo, pero te prometo que cuando esté bien hablaré de ese tema con él — asentí.

Me despedí y entre a la habitación caminando hasta la camilla.

— ¿sucede algo?— negué subiéndome a la camilla.

— tranquilo, no sucede nada— suspiro hasta sentir sus labios en mi cabeza.

Pasaron dos días más donde estábamos a la espera de él alta, para irnos a casa, porque después de una muy corta pelea acepto quedarse conmigo para seguir al pendiente de él.

〰️〰️〰️

Al salir del hospital los señores Monroe me esperaban al igual que el abuelo, nos fuimos todos a la casa de César donde el abuelo se quedó por algunos minutos y se fue.

Al ver a Lilith sentada en el sofá junto a la señora Cecil, aproveche para hacer una llamada y darle la dirección, al ver al señor César le hice señas para qué se acercará.

— hijo deberías estar sentado y no hacer esfuerzo— asentí— ¿qué pasa?.

— en media hora llegará la sorpresa que le haré a mi hermosa Lilith — me vio un poco confundido — solo es cuestión de esperar.

— no sé que planeas muchacho, pero lo que sea, sé que hará feliz a mi niña— asentí caminando a su lado.

Nos sentamos en los sofás, mientras platicábamos los minutos pasaron con rapidez y el sonido del timbre se escuchó, me levante con dificultad bajo la mirada de los señores Monroe.

Camine hasta la puerta y al abrir vi a Ian, quien al verme me abrazo.

— pasa, Lilith esta en la sala— el asintió un poco nervioso.

Camine junto a él, hasta llegar a la sala, los señores Monroe se levantaron sorprendidos y solo asintieron, me acerque a Lilith tomando sus manos.

— mi amor, quiero presentarte a alguien— ella asintió levantándose del sofá.

— hola — ella habló y al no obtener respuesta se acercó a mí— ¿cómo se llama?.

— carraspee viéndolo a los ojos — el se llama Ian Cassanelli — abrió los ojos en total sorpresa y de ellos salieron lágrimas.

— Emilio, no juegues por favor— me decía entre sollozos hasta que asentí viéndolo y él solo la abrazo escuchándola llorar con más fuerza.

— perdóname, Li, hermanita perdóname— Lilith no le contestaba, pero al ver la manera en que lo abrazaba entendía que aún no lo asimilaba— te juro que muchas veces intenté acercarme a ti, pero Margaret me lo impidió.

— Ian, me hiciste mucha falta, cuando te fuiste una parte de mí se había ido contigo, y no sabes el dolor que sentí al no saber jamás de ti— sus sollozos eran muy fuerte igual a los de su hermano.

Todo este reencuentro era tan emotivo que con solo verlos mis lágrimas salían, porque después de tanto recorrer y sufrir al menos obtenía algo de alegría en su corazón.

— se sentaron aún tomados de las manos— los dejaré solos, si necesitan algo no duden en llamarme— los dos asintieron.

— gracias mi amor— le di un beso en los labios — gracias por esta hermosa sorpresa.

Bese su frente y me fui de la sala junto a los señores Monroe quienes me abrazaron agradeciéndome de haber encontrado a Ian, me fui a la habitación de Lilith donde estaba una muy triste Nieve, al verme de inmediato movió su cola y se subió a la cama acercándose a mí.

Jugué con ella para entretenerla y también para dejarle un espacio a los hermanos, quienes tienen muchísimas cosas de que hablar después de muchos años de ausencia.

Ian.

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Comments

Maria Gonzalez Gonzalez

Maria Gonzalez Gonzalez

pero si está como Paco.......pacomerselo todititito.😍🤪😍🤪

2024-04-24

1

Adriana Garcia Vazquez

Adriana Garcia Vazquez

Ay Papantla tus hijos vuelan 🤣🤣🤣 pero que pelirrojo tan guapísimo 😘

2024-04-23

4

✨ Isyuris🇻🇪🌻✨

✨ Isyuris🇻🇪🌻✨

Wuooooo está muy guapo 😍😍😍😍😍

2024-03-11

2

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