Pasado le Lilith.

Después ese escándalo los señores Monroe dieron por terminada la fiesta y me sentí mal porque sin querer yo fui la culpable de esto...

Emilio tomó mi mano y salimos en total silencio del salón, suspire hasta que sentí de nuevo el abrazo de Emilio.

— tranquila, tú no has provocado nada, cariño no tienes por qué culparte de algo que ellos hicieron— asentí volviendo a suspirar.

— gracias, ¿puedes llevarme con los señores Monroe?, necesito hablar con ellos— me volvió a abrazar y me llevo hasta la camioneta de ellos.

— al acercarme sentí el fuerte abrazo de la señora Cecil— hija, ¿estás bien?, ¿cómo te sientes?— solo asentí ante sus preguntas — Emilio, gracias por defenderla, te espero en casa para limpiar esa herida.

— estoy bien señora Cecil y es mi deber cuidar a mi novia— sonreí al escucharlo, pero mi mente recordó que por esa noticia todo se transformó.

— sentí el sabor de sus labios en los míos, hasta dejar un beso en mi mejilla— creo que me voy, tienes muchas cosas de que hablar con ellos.

Asentí y nos despedimos, el señor César tomó mi mano para que subiera que la camioneta donde al ir en camino era silencio total, al llegar cruzamos las puertas y escuche la voz del señor César.

— jamás imaginé que Jonathan se comportará así— caminamos hasta la sala donde nos sentamos— mañana enviaré a mi gente que saquen tus cosas de ese lugar.

— solo asentí sin replicar una sola palabra— hija, si no hubiera estado Emilio contigo, Jonathan te hubiera pegado— me sorprendí por las palabras de la señora Cecil.

— ¿pegarme?, pero Jonathan no sería capaz— escuché al señor Cesar mofarse.

— pues hoy estaba decidido y si Emilio no lo detiene no sé que hubiera pasado— asentí saliendo de mis ojos nuevamente mis lágrimas.

— y Emilio, ¿está bien?.

— si, él está bien— contestó la señora Cecil sintiendo sus manos en las mías— vayamos a descansar a sido una noche un poco alocada.

Me acompaño hasta mi habitación, me ayudo a quitarme el vestido, me puse mi pijama y al acostarme solo sentí sus dedos entrelazarlos en mi cabello y cantándome mi canción favorita, mis párpados pesaban hasta que me quede dormida.

— y entre sueños solo escuché una voz— siempre te cuidaremos...

〰️〰️〰️

Al llegar al hotel aún me sentía alterado por todo lo que había sucedido, quien se creía ese tal Jonathan con hablarle así y quererle poner una mano encima.

Yo nunca permitiría que le tocaran un solo cabello a Lilith y pues solo hice lo que tenía que hacer, lo golpeé para dejarle en claro que nadie le grita a mi novia.

Me di una ducha y al verme al espejo cure el golpe que ese pendejo me había dado en la nariz, me acosté y después de intentar dormir decidí levantarme tomé mi celular y marque el número que le había pedido al abuelo hace días.

Timbre varias veces hasta que abrieron la línea.

📲 buen día, disculpe por la hora de mi llamada

📲 no se preocupe, su abuelo me había comentado que solicita mis servicios, ¿en que le puedo ayudar?

📲 quiero que investigué a una persona.

📲 dígame el nombre de esa persona y comenzaré mi búsqueda.

📲 perfecto, su nombre es Lilith Cassanelli.

📲 ok, cuando tenga toda la información reunida le llamaré para ponernos de acuerdo del día y la hora para entregarle toda la información.

📲 muchas gracias.

Corte la llamada sentándome en el sofá de la habitación, no sé si hice bien, pero presiento que hay algo turbio detrás de su pérdida de la vista.

Volví a levantarme para hacer un par de llamadas a los mejores especialistas para que pudieran valorar a Lilith, volví a recostarme en la cama y solo me quedé dormido.

Había pasado una semana y aun el detective no se comunicaba conmigo, estaba desesperado por saber sobre el pasado de mi novia.

Estaba por salir de mi oficina cuando mi teléfono sonó y era él.

📲 señor Moretti, ya tengo lista toda la información.

📲 perfecto y, ¿cuando nos veríamos?.

📲 ¿puede en media hora?.

📲 claro, dígame el lugar.

📲 sería en el restaurante Diagonal.

📲 perfecto en media hora nos vemos, gracias.

Al colgar regresé a mi escritorio tomando mi saco para ir hacia el restaurante, estaba retirado, pero sería el tiempo acordado para llegar con el detective.

Subí a mi auto y me fui a toda velocidad, el tiempo avanzaba hasta que estacione y fui a paso velos hasta el restaurante al entrar estaba en una de las mesas, me senté y él antes de hablar me entregó una carpeta.

— aquí tiene, fue un placer ayudarle— asentí y él se levantó del asiento.

Y solo se fue sin esperar a que le pagará por sus servicios, abrí la carpeta y en la hoja principal había escrito que sus honorarios los había pagado mi abuelo.

Me levanté de mi asiento y salí del restaurante, subí a mi auto y sin esperar más tiempo volví a abrir la carpeta comenzando a leer su contenido.

Comenzaba con el fallecimiento de su papá y a temprana edad tuvo que pasar por ese gran dolor, al leer los nombres de su hermano y de su mamá, me quedé sorprendido, pero talvez solo era coincidencia el nombre de la mamá de Lilith.

Seguí leyendo donde se exhibía que su madre desde mucho antes de que falleciera su papá, ella le era infiel con un hombre que a la fecha sigue siendo su pareja, su hermano la abandono, pero era muy extraño porque es como si hubiera desaparecido al momento que salió de esa casa.

Al continuar solo fue para darme cuenta que mi novia tenía hermanastros al ver los nombres y con ellas unas fotos anexadas, me quedé en shock su hermanastra era Melissa y su madre era la que Melissa me presento como su madre.

Esto, esto no lo vi venir, nunca me imagine que mi ex tuviera algún tipo de lazo con mi novia, es una locura todo esto.

Encendí el motor y me fui de regreso a mi empresa, solo con recordar todo lo que había leído golpeaba con fuerza el volante, porque todo tiene que complicarse, ¿porque?, carajo.

Al llegar a mi oficina me encerré y al sentarme de nuevo abrí esa carpeta, según hojeando hasta que llegue al supuesto día de su accidente.

Al leer en el estado que los señores Monroe la habían llevado al hospital me partió el corazón, pero también sentí una ira inmensa, quien se atrevía a lastimarla así tan horrible.

Al seguir buscando más información sobre eso, cayó de la carpeta un sobre, lo abrí y todo lo que venía escrito era una total atrocidad, hice añicos cada hoja y cada fotografía dejando una a salvo.

Él era el culpable de todo, ese maldito bastardo, tome mi teléfono y envíe un mensaje, no pasaron ni cinco minutos y entraron dos hombres por la puerta.

— ¿qué necesita?— tome la foto de ese hijo de puta para entregarselas.

— lo quiero a él, vivo o muerto, pero lo quiero— asintieron llevándose la fotografía.

Cuando cerraron de tanta rabia que tenía acumulada aventé el pequeño minibar de mi oficina haciendo un total desastre, jamás había sido partidario de la violencia, pero esto me sobrepasa por completo y si está en mis manos hacerle justicia a Li, lo haré sin importar las consecuencias.

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