Tu siempre seguiras siendo nuestra hija.

LILITH.

Cada día que avanza trabajando de la mano del señor César era un reto nuevo para mí, pero he podido salir victoriosa cada día por mi esfuerzo y por el apoyo que siempre recibo de los señores Moroe y de mis mejores amigos, quienes están felices que esté subiendo otro peldaño más hacia mi meta de superación.

La empresa del señor César es de construcción, él es un arquitecto muy famoso en todo el país y de la mano de él he aprendido demasiadas cosas sobre su trabajo siendo tan fascinante.

Mi trabajo aquí es mucho, pero teniendo las herramientas necesarias me facilitan todo, activandolas por mediante de mi voz, escucho los contratos gracias al traductor de lectura...

Me levanto de mi asiento, tomó mi bastón y camino para salir de la oficina, hasta que llego con la secretaria del señor César que en estos meses nos hemos hecho buenas compañeras.

— hola Li, ¿cómo estás?, ¿que te trae por mi humilde puesto?— sonrei hasta entregarle una carpeta.

— Saima, ¿puedes archivarlo por mí?, — tomó mi mano dejando una pequeña caja.

— claro Li, por cierto la caja contiene galletas que mi mamá hizo— sonreí asintiendo.

— gracias Saima— me di media vuelta regresando a la oficina del señor César.

Toda la tarde fue tranquila, estaba libre de pendientes por este dia, en esta ocasión estaba sola, ya que el señor César salió de emergencia hacia una obra.

Y para matar un poco las horas abrí la caja saliendo un dulce aroma, lleve una galleta a mi boca deleitándome con el exquisito sabor, me levante para traer un café en la estación de afuera.

Camine sin tomar mi baston, pues ya había memorizado el camino hasta la estación, cuando al abrir la puerta choque con un cuerpo y solo me trastabille, estaba a punto de caer, cuando unas manos me sostuvieron por mi cintura y al solo sentir su tacto mi cuerpo se erizó al instante.

— ¿se encuentra bien?— asentí alejándome un poco de él— disculpa si no fui anunciado, pero no esta nadie en el escritorio.

— estoy bien gracias y una disculpa por mi torpeza, y sobre Saima debe estar en archivos, ¿que necesitaba señor?— escuché que carraspeo junto con una pequeña risa.

— bueno, venía en buscaba de él señor César, pero creo que no está.

— por el momento no se encuentra, pero no debe tardar, hace más de cuatro horas se fue a atender una asunto, ¿gusta pasar?, o ¿puede dejar su número para que él se comunique?.

—esta, esta bien— lo escuché carraspear— solo, solo dígale que Emilio lo busca— asentí caminando hacia la estación.

— no se preocupe señor Emilio yo le informo de su visita al señor Cesar, que tenga buen día— escuché una risa y se fue.

Mientras me preparaba el café no lograba entender que había pasado hace unos minutos, porque sentí eso en mi cuerpo, me encogí de hombros y seguí con el trabajo hasta que dio la hora de salida a lo que él el señor César jamás regresó, al salir de la oficina para ir al ascensor una fragancia estaba impregnada en cada rincón de la estancia, sonreí al saber de quien se trataba.

— Jonathan, ¿que haces aquí?— sentí su mano hasta que dejó un beso en mi mejilla.

— el señor César me pidió que viniera por ti— asentí abordando juntos el ascensor— Li, ¿te invito a cenar?— me quede en silencio hasta que salimos del ascensor— pero si no quieres entenderé.

— Jonathan quien dijo que no quería, solo tengo el pendiente para decirle un recado al señor Cesar— lo escuché suspirar mientras subía a su auto— ¿a dónde iremos?.

— te enterarás cuando lleguemos, y sobre eso urgente si quieres le llamo y le dices ese recado, ¿que dices?— solo asentí.

Y de inmediato escuché el sonido de la línea mientras sostenía en mis manos el teléfono, hasta que contestó.

📲 muchacho, espero no hayas olvidado ir por mi hija.

[Jonathan le grito, ya que estaba en altavoz y el venia manejando]

📲 no lo olvide señor…

📲 hola señor César,[lo escuché reírse por decirle señor], como ya no regresaso fue a buscarlo el señor Emilio.

📲 ya no pude hija porque se complico la obra, pero gracias por decirme yo me comunico con el, y ¿ya vienen en camino?.

📲 ya vamos en camino, pero Jonathan me invito a cenar.

📲 está bien hija, muchacho cuídala y el horario no lo olvides, que mañana Lilith trabaja.

📲 prometo no tardar Cesar[y después de mi contestó Jonathan], no lo olvido señor, adiós.

Le di el teléfono para que cortara la llamada, estacionó el auto y al bajar entrelazo mi brazo al suyo, caminamos hasta el establecimiento al entrar un aroma invadió mis fosas nasales.

— ladee mi cabeza recostándola en su hombro— ¿ya sabes donde estamos?.

— sí, es la pizzería y por su aroma sé que es a la que venimos cuando nos hicimos amigos— lo escuché reír hasta sentarnos en una mesa.

— eres muy buena memorizando los aromas, Li ¿te puedo preguntar algo?— asentí, pero en ese momento fuimos interrumpidos por la mesera.

— levantó nuestro pedido dejándonos solos de nuevo— ¿qué querías decirme?.

— pues ya pasaron los dos meses y quería saber, ¿si aun te mudaras conmigo?— asentí con una sonrisa en mis labios.

— aunque no les he dicho a los señores Monroe sobre nuestros planes, dalo por echo que en cuatro días me mudaré contigo, ¿está bien?— tomó mis manos dejando un beso en ellas.

— más que bien Li, — seguimos platicando mientras traían la pizza.

Al terminar nos fuimos a la casa, me despedí de él y entre a la casa siendo detenida por las voces de César y Cesil.

— hija, ¿quién te trajo?— camine hacia la dirección de su voz.

— era Jonathan, Cecil fuimos a nuestra pizzería favorita— aclare un poco mi garganta— Cecil, César, ¿puedo hablar con ustedes?— escuché un suspiro hasta que aceptaron.

Caminamos hasta la sala sentándome en el sofá, mis manos no paraban de moverse al igual que mi pierna, no quería que esta noticia los hiciera sentir mal, ni tampoco quería herir sus sentimientos hasta que una mano detuvo el movimiento de mi pierna.

— calma, ¿de que quieres hablar?— al escuchar al señor Cesar solo suspire hasta asentir.

— es sobre, sobre que al graduarnos Jonathan nos invitó a Carol y a mi a mudarnos con él a su nuevo departamento, sé que no les había dicho, pero por el trabajo y…— me detuve al sentir una mano acariciar mi mano.

— hija, sabíamos que este momento llegaría, no tienes que estar nerviosa— me dijo la señora Cecil y solo asentí— al contrario estamos orgullosos de ti por querer salir de nuestro nido.

— algo me comentó Jonathan sobre la mudanza y estoy feliz por ti, aunque no niego que me parte el corazón que no estarás con nosotros, me alegra que avances más en tu vida— asentí con lágrimas en mis ojos hasta que me levantaron y abracé al señor Cesar.

— gracias por siempre apoyarme a pesar de que no soy…— me interrumpe tomando él la palabra.

— no lo vuelvas a decir, tú eres nuestra hija desde que nos conocimos Lilith y siempre te querremos y apoyaremos hasta nuestros últimos días.

— y después de esta vida— me dice la señora Cecil— tu siempre seguiras siendo nuestra hija.

Jamás dejaré de agradecer y de pedirle al cielo que siempre los cuide, después de platicar unos minutos más, subí a mi habitación donde me esperaba Nieve con sus peculiares lengüetazos.

Y minutos más tarde entro la señora Cecil con cajas para empezar a empacar mis cosas para cuando sea el día tenga todo listo.

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Comments

Viviana Astrid Garcia Osorio

Viviana Astrid Garcia Osorio

yo quiero saber que fue lo que le paso

2024-04-24

1

Maria Gonzalez Gonzalez

Maria Gonzalez Gonzalez

exelente historia, felicidades hermosa, de verdad que la estoy disfrutando, solo espero y los que la dañaron paguen por ello.🤬😡

2024-04-24

1

Beatriz Martinez

Beatriz Martinez

Muchas gracias editora excelente novela me encanta su novela

2024-04-24

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