Amor en Éxtasis
Amor en Éxtasis
Prologó
Siempre creí que el amor era parte de la mercadotecnia, o de la literatura, creía que no existía, aun conociendo la historia tan maravillosa que había detrás de mis abuelos, como se procuraban el uno al otro, no había segundo en el que no se profesaran lo mucho que se amaban, tan fuerte e indestructible que fue su amor…
Tal vez sería que era muy niño para entender que lo que había entre ellos era eso amor, o simplemente era que mis padres insistieron tanto en hacerme entender que eso del amor era una patraña, una basura de la literatura, tan solo una copia barata de lo que debía ser amar…
Hoy sé que existe, se lo complicado y complejo que resulta, sobre todo cuando se trata de amarse así mismo, si ya sé que suena trillado, eso de que debes amarte primero tú, para que alguien más te amé, que va, uno como hombre no puede pensar en cursilerías o joterias para otros tantos, ser débil, sensible, muchas de las veces es símbolo de ser gay, y con eso de que todo mundo se siente con derecho a señalar y a juzgar la vida de los demás, al diablo con todo eso nadie tiene derecho a señalarme y mucho menos a juzgarme…
Yo soy un hombre en toda la extensión de la palabra, un hombre de carne y hueso capaz de conmoverse, de sentir y de llorar si así se me da mi regalada gana… un hombre con un corazón que no tuvo opción a elegir, un corazón que a pesar de tanto dolor hoy sigue vivo… un corazón que me enseño amar…
Un corazón agradecido por todo lo bueno y por todo lo malo que he tenido que vivir, donde mi comienzo no fue fácil nada fácil, sobre todo si tomo en cuenta que no fui un hijo deseado…
Mi madre tan joven, tan niña, tan inmadura vio en Oscar solo una puerta de salida, claro que alguna vez fueron felices al menos eso creo, Carolina mi hermana mayor debió darles dicha, pero a mí ya no me esperaban…
Ahí fue donde todo inicia…
Alejandro Rey.
“Nada está predestinado, los obstáculos
de tu pasado, pueden convertirse en las
pasarelas que conducen a nuevos
comienzos”
Ralph H. Blum
El comienzo…
Los primeros años fueron buenos, no puedo negarlo, recuerdo que los cuatro siempre juntos aquí y allá, no sé en qué momento todo cambio y todo comenzó hacer hostil.
Se por mi madre que Oscar era aún muy niño cuando su padre lo perdió todo y de aquella opulencia, la buena vida, solo les había quedado el apellido Rey, una dinastía de mucho dinero, pero Alejandro Rey mi abuelo, confió ciegamente en quien era su amigo y su contador, invirtió en la bolsa, pero ese año se desplomo, y lo perdió todo incluso las amistades de ese círculo donde reina la vanidad, el ego y las ínfulas de poder que suele dar el dinero.
De vivir en la mansión Rey, la cual no sobrevivió al terremoto del 1985 hoy solo es un terreno baldío, vivir en un barrio no fue fácil para los Rey, el abuelo jamás pudo superarlo la culpa de haber finiquitado una dinastía como la suya no lo dejo vivir en paz, la verdad yo tendría 5 años cuando él murió, el cáncer lo consumió.
Fue en ese barrio donde un día las vidas de Oscar y Valeria mi madre, se cruzaron fue poco lo que duraron como novios; Oscar trabajaba como auxiliar en un despacho en el piso 24 de la torre latinoamericana y mama toda una ama de casa.
Corría el año 1993 yo estaba por cumplir 7 años, tan solo un mes antes habíamos festejado en grande el cumpleaños de mi hermana Carolina, y con la idea de festejar el mío, pero ese festejo jamás llegaría.
Aquella maña yo no había tenido clases, por lo que acompañe a mi madre a buscar a Oscar y yo era feliz paseándome en los elevadores.
Alejandro. - ¿Mamá puedo ir…?
Valeria. - No Alex, llevo prisa, hola buenos días Elsa ¿y mi marido…?
Elsa. - ¡El señor Oscar… salió… y…!
Valeria. - ¿Quién está en la oficina de mi marido…?
Elsa. - ¡Nadie… espere señora no…!
Vaya que nos llevamos una sorpresa jamás imagine ver a Oscar de esa manera y el jamás imagino vernos ahí, ese día lo tengo tan presente aún, fue el inicio de lo que hoy es mi vida.
Valeria. - ¡Que poca madre tienes Oscar!
Oscar. - ¿Qué haces aquí? ¡Déjame explicarte!
Valeria. - Hijo ve a pasear a los elevadores….
No sabía muy bien que ocurría, pero intuía que no era bueno eso de que Oscar besara aquella mujer, solo sentí en ese momento que jamás volveríamos a estar juntos como antes, me asuste, corrí hacia uno de los elevadores, no quería ver a Oscar sentía coraje y no quería escucharlos discutir, algo que en los últimos meses era constante. Cuando llegue al mirador y dar vuelta ella y yo chocamos.
C.- ¿Por qué no te fijas por donde caminas…?
Alejandro- ¿Por qué no te fijas tú?
C.- ¡Estoy tratando de esconderme…!
Alejandro. - ¡Yo también, ven conozco donde…!
No sé cuánto tiempo duramos escondidos ahí, nuestros padres casi se volvían locos buscándonos, y aunque pasamos mucho tiempo juntos ella y yo fue poco lo que platicamos cada quien lidiaba con sus fantasmas, pensando no sé qué tantas tonterías, al fondo escuchamos una canción que tarareamos juntos por qué no teníamos la idea de que decía por ser una canción en ingles hoy sé que esa canción se llama The air that I Breathe del grupo The Hollies y aun cuando no la entendimos suponíamos que hablaba de un inmenso amor con un dejo de una infinita tristeza, un hueco era lo que mi corazón sentía en ese instante.
C.- ¿Estas llorando…? ¡oye que bonitos ojos tienes!
Alejandro. - ¡Gracias!!
C.- ¡Son como dulces…!
Alejandro. - ¡Como la miel…! jejeje
C.- ¡Como la miel…! Jejeje ya no llores
Alejandro. - ¡tú también estas llorando…!
Ni siquiera supe cómo se llamaba quien era, o donde vivía, solo sería un instante el cual me acompañaría por mucho tiempo junto con la mitad de un dije en forma de corazón el cual traía grabado mi nombre Alejandro ¿acaso solo una casualidad? No lo sabía. Sus padres se la llevaron a donde no lo sé, yo por mi parte con mi madre que no dejaba de regañarme por el susto que le había dado.
En casa, todo empeoro, mi madre solo hablaba de separarse y Oscar se resistía, literal aquello era un campo de batalla. Mi madre se dio cuenta que Oscar jamás se iría por lo que opto ella decidió que nosotros dejáramos la casa.
No tenía cabeza para nada, me sentía mal conmigo mismo por lo que llegue a pensar que yo tenía la culpa, comencé aislarme de todo y de todos, no quería exponerme a más burlas, era suficiente con las que recibía en la escuela, la inseguridad me abrazo junto con el miedo y vaya que no me soltarían por mucho tiempo, mi vida era rara rodeado siempre de mujeres donde por lo general los temas eran, ropa zapatos y cosas de mujeres, y por otra parte Oscar casi ni nos veía, incluso creo le tenía coraje a mi madre, porque no lo sé, si fue él quien le fallo, quien nos falló.
Ella estudiaba y trabajaba por que un día Oscar simplemente dejo de darnos la pensión, y yo solo un escuincle inseguro y miedoso de todo, el cual solo encontraba en mi mejor amigo o pensándolo bien amiga… si mi almohada era mi gran amiga era todo para mí, por las noches la abrazaba, era una forma de no sentirme solo y ella me daba tanto consuelo incluso ella y yo platicamos muchas veces. Dios si ella hablara cuantas cosas no diría, mentira si ella pudiera haber hablado jamás me habría traicionado, ella era la única en quien yo podría confiar, me conocía también, ella no me juzgaba ella simpe estuvo ahí para abrazarme y consolarme.
Sé que mi madre no una, sino varias veces me oyó platicar con ella y el cansancio del trabajo la escuela, o simplemente no saber que decirme, nunca lo menciono, claro que era raro todos a esa edad suelen tener un amigo imaginario, y aunque mi amiga era imaginaria existía, era mi almohada.
Carolina y yo seguimos creciendo y esos años vaya que fueron malos, no sé si los peores de mi vida o al menos hasta entonces, porque las burlas y las humillaciones, seguían incluso aumentaban, Carolina supo afrontarlo, pero yo no sabía cómo enfrentarlos si temblaba de miedo, y aun no me explico por qué hacerme daño de esa manera si yo ni siquiera volteaba a verlos.
Introvertido, desconfiado, miedoso inseguro y si un pinche chillón, siempre escondiéndome detrás de mi hermana, porque no sabía defenderme ante un mundo que parecía querer devórame lentamente para alargar el sufrimiento con todo a lo que mi ver estaba en mi contra.
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Comments
Jennifer
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2024-04-22
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