CAPÍTULO XI: Los términos de nuestro acuerdo parte 1

Rafael se sintió un poco incómodo debido a las palabras de Keyza y no se trataba de que no le importara la identidad de la persona que recibiría el anillo de su madre, pero sabía que cuando Kenya la viera usándolo le causaría un gran impacto, aunque era muy cínico de su parte la ira que lo invadía en ese momento era enorme.

-Precisamente por esa razón eres la más adecuada para usarlo – Dijo Rafael restándole importancia.

Keyza miraba el anillo en su mano y esbozó una tímida sonrisa, aunque este no se comparaba al que recibió de parte Antonio cuando se comprometieron, un costoso anillo de oro blanco con un diamante de 2 quilates de la casa VC&A, pero por alguna razón el que puso Rafael en su dedo se sentía más valioso.

-Keyza es momento de hacer una planificación – Dijo Rafael

-Ya salió a flote el contador público en ti - Dijo Keyza en tono de broma.

Rafael se rio a carcajadas porque en realidad era una persona muy pragmática y siempre se apegaba a los planes.

-Lo primero debemos firmar un acuerdo prenupcial y mantener nuestras finanzas separadas – Dijo Rafael

Keyza y Rafael comenzaron a hablar sobre los términos de su acuerdo de bodas, ya que ambos querían proteger sus propios intereses, Keyza observaba como escribía en un papel y le pareció que tenía una caligrafía muy prolija lo cual le produjo mucha admiración.

-Estoy de acuerdo contigo Rafael en que mantengamos nuestras finanzas separadas – Dijo Keyza

Rafael tenía varias inversiones y era dueño de algunas propiedades las cuales rentaba, además del pub, no podría considerarse que era rico, pero sí iba en vías a serlo en los próximos años, si Kenya no fuera una mujer tan frívola habría notado que valía la pena darle una oportunidad y con el paso del tiempo ella lo lamentaría.

-No te ofendas Keyza, pero no confío mucho en tus decisiones en esa materia y no quiero comprometer mi patrimonio – Le dijo Rafael con severidad.

-No me ofendo Rafael, lo mío es mío y de nadie más – Le dijo Keyza muy sonriente.

Rafael ignoraba que Keyza en este momento era dueña del 95% de las acciones de la cervecería y el 5% restante eran propiedad de su tía Anastasia la cual la había nombrado su heredera, si Antonio no fuera un hombre sin perspectivas se habría dado cuenta de que dejó ir a una mujer que en el futuro se encontraría entre la más reconocida y premiadas de su país en su campo de trabajo.

-Si en el futuro ya no deseas tener intimidad conmigo voy a respetarlo - Dijo Rafael

Keyza enarcó una ceja porque recordó los apasionados encuentros entre ella y Rafael de la noche anterior y sería una lástima no continuar disfrutando de algo tan bueno después de todo legalmente iba a ser su esposo.

-¿Rafael te disgusta tener intimidad conmigo? – Preguntó Keyza con asombro

Rafael se sonrió porque realmente le gustó y sintió que eran muy compatibles en ese departamento, pero dudaba mucho de que ella estuviera dispuesta porque de no haber mediado el alcohol entre ellos probablemente no habría ocurrido nada.

-No me desagrada es solo que no me gusta que te sientas presionada a hacer algo que no quieres

-Estoy de acuerdo así que no te preocupes por eso

A Rafael la conversación le resultaba muy interesante y quiso molestarla un poco solo por diversión.

-¿Cuántas veces a la semana está bien para ti que lo hagamos? -Preguntó Rafael con picardía

-¿Debemos ponerle un número? - Preguntó Keyza muy sorprendida.

-No necesariamente, pero sería bueno establecerlo desde el principio

Keyza se sonrió porque se dio cuenta de que Rafael le jugaba una broma en ese momento así que decidió seguirle el juego.

-¿Tres veces a la semana te parece bien? – Preguntó Keyza con un poco de timidez

Rafael notó su sonrojo y asintió en señal de acuerdo, ya que le pareció bien que mientras estuvieran casados disfrutaran de tener intimidad entre ambos y si ella quería esa cantidad de veces a la semana él se “esforzaría mucho” para complacerla.

-Me parece bien esa cantidad Keyza solo evitemos complicar las cosas y si no te importa no quiero “accidentes” si entiendes bien a lo que me refiero - Dijo Rafael con mucha frialdad

Keyza bajó la mirada porque si comprendía a lo que se refería y su esterilidad era una herida que la carcomía en su interior, pero Rafael interpretó su actitud como que no le gustó el comentario, pero él no estaba dispuesto a tener un hijo con una mujer con la cual se casaba por unas razones muy egoístas.

-Rafael yo estoy de acuerdo contigo, un niño no debe nacer bajo estas circunstancias – Dijo Keyza con amargura

Keyza le mintió a Rafael, ya que sabía que eso jamás ocurriría, ella no podía quedar embarazada a menos no de forma natural, aunque pudo decirle la verdad en ese momento ese tema la hacía sentir incompleta como mujer y no se sentía lista para compartirlo con nadie.

-No te sientas mal Keyza aún eres muy joven y en el futuro conocerás a un hombre con el cual podrás compartir esa experiencia porque yo no soy el indicado.

Rafael ignoraba que en el futuro lamentaría mucho decir estas tontas palabras, porque tendría que trabajar duro para deshacerlas.

-Lo comprendo Rafael porque un hijo es un vínculo para toda la vida

 Keyza por su parte sabía que ella probablemente nunca compartiría esa experiencia con ningún hombre y sus

expectativas se reducían a lograr su venganza y ser muy exitosa y cuando llegara el momento de terminar su matrimonio con Rafael no pensaba en volver a casarse.

-Exactamente, un hijo es algo muy serio – Dijo Rafael con convicción

-Además, una vez que obtengamos nuestros objetivos nosotros nos vamos a divorciar y cada uno continuara por su propio camino.

La frialdad como dijo Keyza esas palabras le resultaron muy molestas a Rafael y decidió cambiar de tema porque se dio cuenta de que no quería pensar en el fin de su matrimonio cuando apenas estaba iniciando.

-Tenemos que resolver el tema de la vivienda – Dijo Rafael

-¿Dónde vamos a vivir Rafael? – Preguntó Keyza con preocupación

-Tengo un lugar en la ciudad, aunque necesita un poco de trabajo para estar listo

Keyza estaba preocupada porque ahora sabia que era mala idea vivir en la casa de Susie.

-También podemos ir a mi apartamento, porque no creo que tu familia te busque allí.

-Me gustaría quedarme aquí - Dijo Keyza con honestidad

-Olvidaste que mañana tenemos que regresar a la ciudad

Keyza puso una expresión de molestia porque era cierto irían al registro civil y aún faltaba dos semanas para que terminara el semestre y debía ir a trabajar.

-Cuando termine el semestre podemos quedarnos aquí por un tiempo.

-Si me encantaría regresar aquí - Keyza estuvo de acuerdo.

-Como ya terminamos de ponernos de acuerdo ¿Qué te parece si hacemos algo divertido? - Preguntó Rafael.

-¿Algo divertido?, ¡¡¡No pensarás que lo vamos a  hacer nuevamente!!! - Dijo Keyza con asombro

Rafael puso una expresión de diversión porque le jugó una broma, pero la cara de susto de Keyza no tenía precio.

-Estás pensando en cochinadas Keyza

-¿Yo?

-Solo te iba a sugerir que nos bañáramos en la playa

Keyza se sonrojó porque su lujuria quedó en evidencia ante Rafael, tal vez se debía a que por primera vez sintió los fuegos artificiales al final del sexo que se sentía muy hambrienta.

-Me parece una buena idea Rafael – Dijo Keyza muy incómoda

Rafael notó su expresión, pero no quiso molestarla más.

-Qué te parece si te cambias a una ropa adecuada y mientras tanto voy a enviarle un correo a Fausto con los términos de nuestro acuerdo

Rafael se encontraba redactando el correo mientras revisaba las redes sociales y se sonrió cuando se dio cuenta de que la reputación de su ex estaba en picada.

-Kenya es tiempo de que comiencen a salir a la luz muchas de tus cosas vergonzosas – Dijo Rafael con una sonrisa muy fría.

Rafael por un par de minutos estuvo ocupado enviando información a un colega cuyo hobby era hacer post vergonzosos en las redes sociales, mientras esperaba a que Keyza se cambiaba a su traje de baño.

-Ya estoy lista – Dijo Keyza

Rafael estaba absorto en lo que estaba haciendo que no se percató de su presencia, pero cuando volvió la mirada tragó en seco porque ella lucía muy sexy en ese momento.

-Vamos entonces – Dijo Rafael

Tomó la mano de Keyza y caminaron hasta la playa, ambos disfrutaban de las cristalinas aguas el lugar era un verdadero paraíso y estaban tan entretenidos disfrutando de la compañía el uno del otro que casi podían olvidar que hace 24 horas no se soportaban.

(Foto de Klara Kulikova en Unsplash)

Rafael observaba desde la orilla a Keyza y le agradó que estuviera tan relajada en ese momento.

-Que bueno que Keyza la está pasando bien – Dijo Rafael

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