capitulo 1

— ¡Déjame Ya!– Gritaba ya cansada, gritaba de la frustración que emergía de mi Ser.

— No lo entiendes, ¡Te necesito!– Me grita hasta más no poder y toma mi cara entre sus manos – Mirame y dime qué me amas, ¡Dímelo Ya!– Su voz se quiebra y no puedo contener las lágrimas, no soy capaz de articular palabra– No me dejes, no me dejes solo, por Favor, te lo suplico – Me suelto de su agarré y salgo del auto.

— Ésto es un laberinto sin salida – Arrojo la bolsa al lago.

— Eso ya no importa, te lo juro que ya no importa, yo trataré de cambiar, pero te lo pido, no lo hagas, no me dejes aquí – Su voz era temblorosa y de sus ojos salían lágrimas desesperada.

— Nos hacemos daño, que no me ves, acaso no me amas – Mi voz se quiebra y deja caer mi cuerpo en el frío pasto.

— Podemos salir de esto juntos, por favor, no te vayas, no me dejes, yo no sé que haría sin ti – niego repetidamente y sus lágrimas y desesperación aumentan– Alice....

Me levanto del pasto en el momento en el cual llegan varios autos negros de éstos salen varios agentes del FBI.

— Alice Parker está usted detenida por distribución de sustancias ilegales....

...

— Ella en este momento está hablando sobre todo lo que sabe de ti, a ver... a ver, ¿caeras solo por una mujer?– El hombre ignoraba al oficial que intentaba ponerlo en contra de la mujer que amaba, el sabía que este utilizaba psicología para persuadirlo.

negó y se rehusó una y otra vez a hablar, no delataria a nadie, no se delataria a él mismo...

esa era una de las reglas más valiosas y el no podía traicionar a los suyos.

...

Años después

Siendo así, Alice Parker, demasiado nombre para una simple ciudadana de los estados unidos de América, sonaba algo irónico, Ja, como si me importará, era tan Estúpido.

— Que me Tienes pequeño copo de nieve – Sonrió.

— Que más Stuart – Chocamos puños, y así era yo, esa chica con actitud masculina, muy poco afeminada, aquella chica que se ganaba la vida en las calles de New York, y cuando les hablo de New York ni crean que les hablo de la bella Manhattan, no para nada, eso era mucho para mí.

— Que más Alice, me enteré que andas de novia de Cárter – Stuart era un poco curioso, a decir verdad era muy curioso, pero que más, este ser era mi hermano del alma, no tenía hermanos o eso creo, soy huérfana de padre y madre, y pues este vivía pendiente de mí.

— Ah pero que mal informado andas, con ese nada que ver, Yo soy Alice no Alicia la del país de la maravillas– Este ríe y comparte una mirada conmigo al notar varios movimientos raros, en eso arrancamos a correr.

— Corre Alice, ¡corre!– Al mirar atrás varios policías nos seguían, maldeci la hora en que le vendí un par de copitos de nieve a esos niños, sabía que me traería problemas.

— No corras Alicia, no podrás escapar – Ja, el muy maldito me llamo Alicia, ya verá, me metí por un callejón y me escondo detrás de un bote de basura, se escuchaban sus pasos de cerca, saque la navaja que siempre me acompaña– Deseame suerte preciosa– Le doy un beso y se la arrojo a ese tipo en la mano que sostenía su arma, este casi me apunta, su arma sale volando y decidí tomarla, recuperó mi navaja y me voy al almacén.

Al llegar Stuart me mira con cara de pocos Amigos.

— ¿Porque vienes manchada de sangre?– Ví la mancha de mi camisa y al tratar de contestar mi vista se comenzaba a tornar borrosa, ya lo último que se escuchaban eran solo ecos y ya no pude escuchar nada más.

...

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