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Amelia sentía que cada vez que hablaba con Renato siempre quedaba algo pendiente, pero entendía que era un hombre que había sufrido mucho también y que le confiara sus sentimientos le agradaba mucho.

Los días pasaron y el padre de Renato no podía más de felicidad , consentía a Amelia con golosinas y frutas incluso consiguió que el negocio del pueblo llevará plátanos para que pudiera consumir ella para sus calambres.

Amelia- Renato mañana iré a casa de mis padres a almorzar.

Renato- que bueno que los visites, pero ve con cuidado, anda en carruaje para que no camines tanto.

Amelia- estoy embarazada no enferma Renato por favor no le digas a tu padre que es capaz de no dejarme salir , yo creo que exagera en sus cuidados.

Renato- lo hace por cariño, hace años que no lo veía tan feliz , espera a ese niño con ansias.

Amelia- tengo miedo que tu padre rechace a mi hijo cuando se entere de que no lleva su sangre.

Renato- no te preocupes por eso, nadie lo sabrá nunca.

Amelia- no sé , siento que hay algo que no sé, pero no puedo explicarte que es , como un miedo que me viene de repente.

Renato se acerca y la abraza- debe ser porque estás embarazada debes tener susto de lo desconocido - en ese momento se da cuenta de lo que había hecho y se retira.

Renato- perdón por abrazarte fue un impulso.

Amelia- honestamente me gusta que me abraces, no sé porque tú no me das miedo, al contrario, tu abrazo me tranquiliza.

Renato- gracias por eso, yo sé lo difícil que es para ti dejar que alguien sé acerque.

Amelia- yo confío en ti y creo que tú nunca podrás hacerme daño.

Renato la miro solamente y no pudo contestar nada.

Al día siguiente en casa de padres de Amelia.

Lourdes - estoy tan contenta de tenerte en casa, por mí no te dejaría irte de nuevo.

Óscar , padre de Amelia- cariño tu madre con sus exageraciones como de costumbre, yo igual te extraño mucho, pero entiendo que tú lugar está ahora junto a tu esposo, porr cierto como te tratan en esa casa.

Amelia- padre , mi suegro me va a enloquecer , desde que se enteró de mi embarazo exagera en sus cuidados y me llena de atenciones , por el yo no hiciese nada y solo me este quieta esperando a mi hijo.

Lourdes- hija no seas así, que la familia de tu esposo te acepte y apoye es una gran ventaja, recibe ese cariño con gratitud y respeto.

Amelia- eso hago madre, pero creo que el ya sueña con el niño montando un caballo.

Oscar, padre de Amelia- eso sí que no, quien le enseñará a montar a mi nieto seré yo.

Amelia- no se cómo mi vida cambio tanto, yo me sentía en un precipicio hace algún tiempo, pero como me dijo Renato el tiempo a veces va curando las heridas y aparecen caminos que jamás imaginamos.

Lourdes- porque motivo Renato te hizo ese comentario.

Amelia- Renato y yo ahora dormimos en la misma habitación.

Lourdes- ustedes son una pareja de verdad ahora.

Amelia- no madre , en mi habitación ahora hay dos camas, lo que sucede es que algunas veces me despierto por las pesadillas que conoces ,además últimamente me dan muchos calambres por la noches. En esa casa solo está Renato y su padre además de mi , pero como duermo en el primer piso cuando necesito ayuda debo gritar muy fuerte para que me escuchen y vengan en mi auxilio, sobre todo por los calambres, así que decidimos mantener nuestro acuerdo, pero que Renato estuviera más cerca para apoyarme. Madre él es todo un caballero y conversamos mucho.

Lourdes - veo que lo aprecias mucho.

Amelia- la verdad le he tomado mucho cariño y él a mí también.

Óscar, padre de Amelia - yo estoy de acuerdo con Renato ustedes a lo mejor no se casaron enamorados, pero a lo mejor la convivencia hace que surjan sentimientos entre ambos.

Amelia- yo me siento muy cómoda a su lado y presiento que él también le sucede lo mismo, incluso le pregunté si él pensaba que algún hombre me podría querer con mi historia y con un hijo de otro hombre y me dijo que yo no tengo nada malo y que cualquier hombre estaría orgulloso de tenerme a su lado y que soy lo más puro que ha conocido.

Lourdes - que felicidad me hace lo que me cuentas, si te agrada haz lo posible por ganar su corazón aunque creo que ya tienes camino ganado.

Amelia- madre no quiero ilusionarme siento que Renato es un hombre demasiado íntegro y valioso.

Óscar, padre de Amelia- hija tiempo al tiempo.

Amelia disfrutó el resto del día junto a sus padres y llegada la tarde volvió a su casa, cargada con comida de casa de sus padres le entregaron para qué disfrutará con su esposo y suegro.

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