Capítulo Nº13

Cuando llegan al aeropuerto de Italia y están en desembarque Abril sorprende a Facundo dejándolo solo en la puerta, él intentó reaccionar pero fue en vano ella ya se había marchado en un taxi. Lo primero que hizo fue ir hasta el Hotel Hilton pero no se había hospedado ahí.

⎯ Buenos días, estoy buscando a una señorita Abril Castro.

⎯ Buenos días señor. Si me espera un momento, voy a chequear los ingresos.⎯  la muchacha revisa en la computadora y luego vuelve con Facundo.⎯ Lo siento pero la señorita no se encuentra aquí.

⎯ ¿Hay otro hotel con el mismo nombre en la ciudad?

⎯ No señor, somos exclusivos en la ciudad.

⎯ Gracias.

Facundo se retira y marca su número, pero no obtiene respuestas el celular está apagado.

Cuando regresa a su hogar él repasa una y otra vez ¿Qué fue lo que pasó?¿Qué hizo mal? o ¿Qué no hizo? Y no encuentra respuesta. Solo le queda esperar a que mañana ella se comunique con él, ya que cada vez que la llama su teléfono sigue apagado y no responde. Ni siquiera sabe donde se hospedó. Trata de pensar en otra cosa pero todo gira alrededor de Abril.

Mientras llama a su madre para contarle que mañana irá a la mansión con una acompañante y la siente emocionada, seguro piensa que es una conquista, la novia que tanto ansía conocer y que aún no le presenta.

⎯ Mamá, solo espéranos en casa.

⎯ Si hijo, pero dime ¿Con qué intenciones viene esa muchacha a nuestro hogar?

⎯ Solo es una visita.

⎯ Está bien, prepararé algo especial para la hora del té.

⎯ De acuerdo. Descansa.

⎯ Adiós.

No quiso adelantar de que se trataría su presencia para no incomodarla y sabía que pondría excusa para no recibirlos si le decía la verdad por teléfono.

Facundo cuando baja a su despacho por unos papeles ve que su empleada le preparó una cena ligera y es ahí que cae en cuenta que pasó todo el día sin probar bocado, su almuerzo está intacto en el escritorio y lo que es peor estuvo encerrado esperando un llamado que nunca llegó. Se retira a su dormitorio deseando saber qué sucede y esperando que por la mañana se pueda comunicar con Abril. Decir que intento dormir es muchísimo, dio demasiadas vueltas en la cama y se levantó más cansado que cuando se acostó.

Es temprano todavía así que se pone su equipo deportivo y sale a correr, siempre va hasta un parque muy lindo que queda justo en medio de la ciudad. Va corriendo y no puedo creer lo que ven sus ojos. Abril está desayunando como si nada y se la ve muy descansada, en cambio él anda con lentes para que no se le noten las ojeras. Se acerca y puede notar que aún no se da cuenta de su presencia.

⎯ Hola.⎯ le dice y ella levanta la vista hasta que sus miradas se encuentran, tiene la mitad de su pelo en la cara lo que le recuerda cuando era niña.

⎯ Hola ¿Qué haces por aquí?

⎯ Bella donna, vivo a unas cuadras y si me hubieras aceptado mi invitación te habrías enterado.⎯  no sabe por qué pero está enojado, necesita una explicación. Se sentó sin que le de permiso y continuó.⎯ ¿Ahora me dirás qué pasó?

⎯ No pasó nada. Recordé simplemente que tengo que ser profesional y tratarte como mi cliente o de lo contrario no podré seguir con la investigación.

⎯ ¿Y tanto te costaba decir eso?

⎯ No se a que te refieres, te lo estoy aclarando ahora.

⎯ No pudiste al menos llamar y decir dónde estabas o contestar una llamada.

⎯ Te iba a llamar ahora, tampoco es la primera vez que vengo a Italia, y no soy una niña que no se sabe cuidar. Si esto va a ser así, ya te digo que renuncio.

⎯ Lo siento. Me preocupé y no puedes renunciar. Mi madre nos espera a las 16:00 horas.

⎯ De acuerdo. Hablaré con ella, pero si no obtengo respuesta me marcho.

⎯ Está bien.⎯ trato de cambiar de tema para mejorar los ánimos y le dice.⎯ Eso se ve delicioso. ¿Me invitas un desayuno?

⎯ De acuerdo. Solo por que siempre me comprabas algo en el colegio cuando éramos niños y ahora quiero saldar mis deudas.

⎯ No te estoy cobrando pero si me quieres pagar ya encontraré la forma correcta.⎯ ella lo mira aterrorizada, acaso es un loco que quiere sexo solo por unas golosinas.⎯ Lo sabia, eres una acosadora, seguro pensaste lo peor de mí.

⎯ Mejor pidamos ese desayuno antes que me arrepienta.⎯ dice fingiendo, ese hombre descubrió sus pensamientos y ahora siente sus mejillas arder.

Desayunaron juntos y la tensión poco a poco fue desapareciendo, al fin estaba disfrutando de su compañía. Él como todo un caballero la acompaño hasta su hotel, era tonto ya que solo tenían que cruzar la calle, pero él se sentía cómodo con esa acción.

⎯ Listo llegamos, estoy en el quinto piso.

⎯ Muy bien. Ahora que sé que te hospedas aquí estoy más tranquilo.

⎯ Facundo no necesito que te preocupes tanto por mi.

⎯ Es inevitable, tu sacas mi lado protector.

Él acortó la distancia que los separaba y acomodo su mechón de pelo detrás de la oreja, ella instintivamente se lo volvió a acomodar, no quería que le viera ese lado de su rostro.

⎯ No hagas eso. No me gusta y lo sabes.

⎯ Perdón solo es que es más sencillo hacer esto sin tu pelo en el rostro.

⎯ ¿Qué?

Ella no tuvo tiempo a reaccionar cuando él ya la tenía de la cintura y se adueñaba de sus labios,fue un beso tierno, suave pero apasionado y frente a todas las personas que paseaban por las veredas, ella se sintió expuesta pero por primera vez no le importo. Una vez que se separaron él le dice con una sonrisa en su rostro.

⎯ Nos vemos a las 15:00 Bella donna.

⎯ Eres un atrevido. Soy tu abogada.

⎯ Por poco tiempo.

Él se gira y vuelve a su casa feliz, le pudo robar un beso y pronto la verá otra vez.

Mientras se ducha piensa en todo lo que logró con el desayuno, hablaron de muchas cosas y descubrió que nunca tuvo una relación seria, la hizo sonreír más de una vez, aunque la siente a la defensiva. Tal vez fue demasiado rápido y tiene que tratarla con más cuidado, ser más paciente aunque sus besos no mienten y algo está sintiendo por él. De eso está seguro.

Está en casa preparando unos documentos antes de ir por Abril cuando se acuerda que debe darle su foto. Abre la caja fuerte y saca la copia que por tantos años atesoro para envolverla cuidadosamente en un papel de regalo. Le escribe una tarjeta con la frase…

“Potrebbero passare mille anni che rimarrai nel mio cuore.”

Está ansioso de que ya sea la hora de ir a su encuentro. Solo espera que la reunión con su madre salga bien y esté dispuesta a hablar.

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