Capítulo Nº5

Actualmente Abril tiene 32 años, un cuerpo infernal que viste con los mejores diseñadores. Su pelo es pelirrojo oscuro con una tonalidad que se asemeja al vino y llama la atención de todo aquel que la mira, es largo hasta la cintura y con ondas. Ella aún conserva su color natural, sabe que es peculiar y lo cuida como oro, a veces piensa que es lo único hermoso que posee y por eso lo ama. Abril llama la atención de todo aquel que la mira, no solo por su rostro que tiene una particularidad que a veces ama y otras veces odia, sino por su personalidad avasalladora.

Sigue soltera, a pesar de tener una fama de come hombres, es una abogada exitosa y temeraria con fama internacional. Nunca pierde un caso, siempre va hasta las últimas consecuencias. En lo profesional todo marcha más que bien, no se puede quejar. Tiene su propio estudio, varios empleados y ahora es la competencia directa de sus anteriores jefes.

Hace un par de años comenzó a planificar su vida de tal modo que sigue todo al pie de la letra.

Quiere enamorarse y formar una familia, pero aun no llega el hombre indicado o mejor dicho no llegó ningún hombre. Ella no busca un príncipe azul, solo alguien que la acepte y la ame como es, con su mancha, con sus ojos de diferentes colores y su personalidad, alguien que no se avergüence de tomar su mano o de besarla en público.

El deseo de ser madre se apoderó de ella de una forma inexplicable, al principio creía que tenía todo el tiempo del mundo pero con su condición no era tan así. El reloj biológico corre a pasos agigantados y ella no encuentra al hombre ideal. Cuando tuvo la cita con la Dra. Romina Villalobos, pudo evacuar todas sus dudas ya que con las monjas no podía hablar de ciertos temas. La doctora fue muy paciente y le explico con detalles todo sobre la concepción y todo lo referido a mantener relaciones sexuales. Ese día ella descubrió un mundo que no conocía y aunque tenía mucha pena, cada vez que en su mente aparecía alguna inquietud la visitaba.

Hoy es uno de esos días, tiene cita con su ginecóloga pero antes de ir va a visitar a su mamita que está un poco engripada y le llevó un delicioso pastel para animarla como solía hacer la cocinera pero lamentablemente hace tiempo que partió a la compañía del señor.

⎯ Hola mamita ¿Cómo te sientes?⎯  dice mientras le besa la frente a la mujer.

⎯ Hola hija. Hoy estoy un poco mejor, ya no tengo fiebre.

⎯ Eso es muy bueno. Te traje un pastel para que compartas con los niños.

⎯ Gracias.

⎯ No me puedo quedar mucho tiempo, solo pase a entregarte esto. En media hora tengo una cita con la doctora, pero a la vuelta paso a ver como sigues.

⎯ Descuida, yo estoy bien. Ve con Dios mi niña.

⎯ Gracias madre.

Abril se despide de todos y sale en su auto. Va al consultorio pensando en sus opciones pero ella está convencida de que quiere concebir a su hijo de forma natural, que sea fruto del amor. Que su padre los ame a los dos y sean su mundo. Su hijo merece tener un padre presente que lo proteja de todo. Algo que lastimosamente ella no tuvo.

Hoy es día del control anual. Como siempre Romina la espera con un té especial, sabe que su paciente se estresa en cada consulta y trata por todos los medios facilitarle las cosas. Abril está en la sala de espera mientras contesta algunos mensajes por el celular tiene trabajo atrasado y es una forma de distraerse. La secretaria muy amablemente le anuncia que es su turno, ya puede ingresar. Ella guarda todo en su bolso y golpea la puerta antes de entrar.

⎯ Hola Abril, pasa.

⎯ Buenas tarde doctora.

⎯ ¿Cómo has estado?

⎯ Muy bien.

⎯ Ten te estaba esperando.⎯ le entrega su infusión y comienzan a hablar.

⎯ Gracias, eres muy amable.

⎯ Dime si has pensado en mi propuesta.

⎯ Ya sabes mi respuesta. No quiero tener un hijo de esa manera.

⎯ Daniela, entiendo tu situación.⎯ la doctora suspira y le toma la mano.⎯ Por favor, piensa que si no encuentras pareja, después será demasiado tarde. Todavía estás a tiempo de congelar tus óvulos para más adelante. No digo hacer el procedimiento ahora, solo ser precavidas.

⎯ Sabes que soy virgen. No quiero tener mi primera vez con un tubo.

⎯ Jajaja. Eres muy graciosa.

⎯ Gracias pero no le veo el chiste.

⎯ Sabes hable con un colega en Alemania, es experto en piel y le comente tu caso.

⎯ No pienso exponer mi cara a rayos. Cuando era joven lo pensé pero es algo muy riesgoso y no es cien por ciento seguro. Prefiero mi mancha a quedar desfigurada, además eso no cambiaría el color de mi ojo. Y vine a mi control anual, no a hablar de mi aspecto.

⎯ Lo entiendo. Bueno acuéstate en la camilla y comencemos a trabajar.

⎯ Siento ser grosera, pero mi cara no tiene nada que ver con mi fertilidad.

⎯ Descuida Abril no debí mencionarlo.

Otra vez salió del consultorio con un montón de folletos que arrojó a la basura. No comparte la idea de una inseminación artificial y pasar por todo ese proceso sola, sin el apoyo de un compañero o sin saber quien es el donador, demasiado con que ella no conozca su origen para cargar con algo tan importante sobre sus hombros.

Esta estacionada frente a un semáforo y se pregunta en voz alta

⎯ ¿Cómo le explicas a un hijo que fue creado en un laboratorio? Es algo muy difícil de asimilar para un adulto, no quiero imaginar lo que siente un niño. No definitivamente no lo haré.

Una bocina le indica que ya el semáforo cambio de color.

⎯ Ya voy, estoy hablando sola de algo importante.⎯ le grita al conductor que la rebasa en la esquina.⎯ Idiota puedes causar un accidente .

Arranca el auto y se dirige a su oficina.

Hoy está distraída, no puede dejar de pensar en todo lo que hablo con la doctora.

No se opone a las personas que recurren a estos tratamientos, al contrario le parecen muy valientes de su parte y las respeta, solo que ella no quiere ser madre soltera. Está comenzando a  pensar que si no es de forma natural, tendrá que desistir de la idea y nunca tener un bebé. Está tan triste que se apoya en su escritorio, sus brazos cubren su cabeza y comienza a llorar.

Quiere tener una familia y disfrutar la vida, algo que anhela con todo su corazón, pero la vida insiste en poner obstáculo en cada paso que da.

Su secretaria golpea la puerta, ella no responde así que entra con cuidado y le dice.

⎯ Disculpe jefa en el teléfono hay un hombre que quiere hablar con usted. Dice que es importante. La llame varias veces pero no me responde.⎯ ve que su teléfono está desconectado y suspira.⎯ ¿Qué le digo?

⎯ Dile que salí y que no sabes a qué hora vuelvo.

⎯ Entendido.

La muchacha está por salir, se gira, ve con pena a su jefa y ya sabe cual puede ser el motivo, ella es la encargada de su agenda. Con delicadeza se vuelve a acercar y le dice.

⎯ Jefa si necesita hablar con alguien puede contar conmigo.

⎯ Es algo personal gracias. Ve a atender a ese hombre y cualquier cosa toma el recado o dile que acepto el caso. Lo que sea.

⎯ Está bien.

La joven sale del despacho y sigue con su trabajo, mientras Abril mira una vez más el dibujo de una mariposa reposando en una flor que alguna vez le regaló su único amigo  y dice.

⎯ Facu como te extraño, me gustaría tanto verte. Estoy segura que contigo todo sería más fácil.

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