Episodio 13: La Capital

^^^Draven Relish.^^^

Naenia siempre me habló de nuestros hijos cada noche durante los 8 años que llevan vivos. Sabía que lo hacía porque no estaba muy presente en sus vidas, sigo sin estar del todo presente para ellos.

Los he evitado por demasiado tiempo porque no soy como mi esposa. No puedo controlar mi manera tan bruta (como dice Nae) de tratar con los demás.

Y he guardado distancia porque lo único que no quiero en esta vida es lastimar a mi familia con mis acciones.

Lisha se aburrió de ver el exterior después de la última hora de viaje y ahora se encuentra observando los detalles del carruaje. Todavía nos quedan otras dos horas para llegar a la capital y estoy seguro de que la niña más temprano que tarde se dormirá.

Naenia dijo que nuestra hija prefiere tomar una siesta antes que salir al exterior para jugar.

Por otro lado, Brendan se ha quedado en la misma posición viendo hacia afuera del carruaje sin iniciar conversación alguna con nadie.

Mi esposa ha dicho que los gemelos pueden pasar días sin hablarse entre sí mientras estén juntos en un radio de 20 metros. Al parecer tanto Brendan como Lisha son pésimos habladores como yo.

El viaje en definitiva es más tranquilo, pero esperaba conocer más de ellos ahora que estábamos juntos. No ayuda el hecho de que ninguno de los tres se anime para iniciar una conversación.

No tengo ni idea de como tratarlos sin que Lisha tome una postura precavida y Brendan me vea con sospecha. Tal vez fue una mala idea traerlos sin su madre, pero mi esposa había pasado durante la enfermedad de nuestros hijos preocupada y durmiendo entre breves lapsos de sueño.

Ella necesitaba un descanso y yo necesitaba traer a los gemelos para una revisión del alma.

Tal vez Naenia tenía razón y nuestros hijos no estaban mintiendo. Si eso era así, entonces los médicos no pudieron encontrar una causa por que el problema debe estar en sus almas

No soy muy creyente en la brujería y esas cosas, pero no pierdo nada intentando averiguar lo que ocurre con los gemelos.

Para mi desgracia, las horas pasaron y llegamos a la capital del imperio sin decir una palabra entre nosotros. Nunca podré acercarme a ellos si no doy un primer paso, pero cada vez que intento darlo ellos retroceden tres.

Mi mala fama ha llegado a los oídos de mis hijos y ahora es inevitable que me teman. Sobre todo cuando soy quien es duro con ellos porque siento que Naenia es demasiado flexible.

—La capital es... enorme.—Dice Lisha con sus ojos verdes brillando al contemplar su alrededor.

Se encuentra tan distraída que ni siquiera nota cuando la ayudo a bajar del carruaje y se queda sosteniendo mi mano.

Brendan baja por su cuenta y se acerca a mi lado izquierdo, se mantiene cerca, pero con cautela.

Mientras Lisha se encuentra fascinada por la cantidad de personas que pasan por la calle principal, Brendan se le nota abrumado y fuera de su zona de confort.

Naenia posiblemente le sostendría la mano para transmitirle seguridad, pero ella no se encuentra aquí. Tiene que aprender a superar sus propios miedos o nunca podrá convertirse en un adulto confiable que pueda proteger a su familia.

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