TODO ACABO

El viaje fue tranquilo, pero la opresión en su pecho no se desvanecía, algo le decía que debía volver lo más pronto posible, al llegar al lugar que juro jamás volver lo recibe un guardia quien de inmediato lo lleva hasta el interior de la gran mansión, todos se sorprenden al verlo, pero una persona en particular se pone ansiosa al ver la presencia del joven.

Todos lo saludan con soberbia, pero este no se deja intimidar, algunos tratan de saber sobre su vida como si fuera de importancia para ellos mientras otros deciden solo ignorarlo.

-       Lizandro, es bueno ver que estas bien (un joven peli castaño se acerca a él para saludarlo con cortesía, mientras este continua con su misma expresión, este es Leandro, su primo más cercano)

-       Al parecer no todos se alegran de verme

-       Es solo la tensión, ¿por qué no tomamos algo mientras llega el abuelo? (trata de alejarlo un poco de todos para poder hablar con él)

-       Por los viejos tiempos (este acepta un vaso con un poco de whisky)

-       No debiste venir (eso hace que detenga sus pasos) no debiste caer en su juego, debes irte

-       ¿Qué quieres decir?

-       Intente llamarte, pero nunca contestaste, tu… (justo antes de que termine de hablar llega el tan esperado Sr. Walton tan altivo y arrogante, imponiendo su presencia, sobre todo)

-       El hijo prodigo vuelve a casa (Lizandro solo deja su mirada

fija sobre él sin mostrar debilidad) ven a mi despacho

Este le sigue el paso hasta el gran despacho de aquel que se considera intocable, su arrogancia es tan grande que piensa que todos deben rendir cuentas solo a él considerándose el único con autoridad para dirigir la vida de aquellos que lo rodean.

-       Puedes sentirte cómodo… querido nieto (mientras le indica que se ubique en la silla que está detrás del escritorio, pero este se niega)

-       Que es lo que quieres… abuelo

-       Esperaba un mejor saludo de tu parte para ser sincero, pero tienes la misma arrogancia de tu madre, una mujer fuerte, pero con una debilidad muy grande (esto último lo dice con una sonrisa de burla en su rostro) espero que tus decisiones sean más inteligentes

-       Ve directo al grano, porque no creo que después de tantos años olvidado en un país extranjero ahora sientas aprecio o remordimiento, porque para mí fue la mejor decisión que pudieron tomar

-       (deja salir una fuerte carcajada, dejando un poco desconcertado al pelinegro) quiero que te hagas cargo de la familia

-       Vaya eso sí que es una gran sorpresa (algo tramas, no haces nada con un has guardado bajo la manga, viejo arrogante) pero temo que rechazare tu oferta

-       No entiendes, te mande al extranjero para que te volvieras el mejor y te hicieras cargo de la familia no porque te fueras de vacaciones, así que es hora de pagar (esto último lo dice con una sonrisa a medio lado)

-       Para tu información, el lugar al que me enviaste no era más que una vil ratonera de donde me toco escapar y salir adelante por mi propia cuenta

-       ¡de que mierdas estás hablando!! (no puede estar hablando en serio) yo te envié al mejor internado de Europa

-       sí necesitas más información puedes preguntarle a tu querida familia probablemente aun tengan algo de esa beneficencia dada a tu cargo y ya que no tienes nada importante para mí me retiro

-       a donde carajos vas (unos guardias se colocan frente al pelinegro evitando su paso) hay algo que aún no has comprendido, yo soy quien manejo todo esto incluyendo sus vidas

-       te equivocas, yo no pertenezco a tu familia desde el día que me enviaste lejos

-       ¿crees que puedes jugar conmigo? (ya verás como te tendré a mis pies) no te equivoques muchacho, una vez que naces en esta familia estas a mi merced, conozco tu más grande debilidad y sería una lástima perder a dos

nuevos miembros

Lizandro sintió recorrer un escalofrió por todo su cuerpo al recordar a su esposa y su hija aun no nacida, el imaginar que podría sucederles algo helo su sangre por completo haciéndolo temblar de ira y angustia, en ese mismo instante recordó que estabas solas y el por qué sentía tanta opresión en su pecho lamentando haber caído en la trampa de aquel hombre que solo buscaba su beneficio propio.

Se zafo de los brazos de aquellos que intentaban detenerlo mientras detrás un hombre enfermo del alma reía a carcajadas por la desgracia que estaba por acontecer, mientras el corría en desesperación buscando la forma de salir de ese lugar y llegar pronto al reencuentro con su amada sin saber que ya era demasiado tarde.

-       Está hecho señor

-       Bien, quiero ver cómo llega de rodillas rogando por un lugar en nuestra familia

-       ¿Está seguro? El joven Lizandro no parece…

-       Me estas cuestionando (el hombre frente a él solo agacha la cabeza) él es el único que nos puede sacar de esta situación, gracias a los inútiles de mis hijos estamos en la quiebra y si no buscamos una solución pronto estaré acabado

Justo al llegar a la salida del lugar una camioneta estaciona al frente de Lizandro indicándole que suba, este no lo duda y sube de inmediato partiendo en busca de su gran amor.

-       Maldita sea, porque no me dijiste nada (la desesperación está latente en él mientras trata de controlarse para no perder los estribos, mientras trata de comunicarse con su esposa, pero esta no responde lo que lo hace desesperarse aún más) maldición porque no contesta

-       Intenté advertirte, pero nunca me contestaste ese maldito teléfono inclusive te envié un correo

-       Pensé que estabas de parte de ellos (responde con enojo mientras intenta hablar con su esposa, pero esa sigue sin responder)

-       ¿En serio pensaste eso? fui quien te ayudo y aun sigues pensando eso de mí, en donde carajos quedo

-       Steven tampoco responde, que mierdas está pasando (al instante le ingresa una llamada, al ver quien es un alivio entra a su cuerpo) ¿estas bien? Dime que estas bien por favor

-       Mi amor… unos hombres (su voz suena asustada, llena de miedo lo que hace que él se desespere aún más)

-       Por favor escóndete, cálmate ya voy por ti

Mientras el cae en la desesperación su esposa se encuentra en una encrucijada para poder escapar de aquellos que intentan hacerle daño, pero antes de que pueda hacer algo es capturada por un hombre que tiene una sola misión, acabar con su vida para así poder controlar a aquel que la protegería hasta con su propia vida

-       Que rayos haces (un joven hombre se detiene al ver a la mujer frente a él embarazada)

-       Voy a acabar con ella, es la orden del jefe

-       Si, pero está embarazada, no hacemos daño a niños ni a mujeres, es una locura

-       Cálmate que este aun no nace y por ella nos darán mucho dinero

Este apunta a la cabeza de la joven mujer quien se abraza a su vientre como lo más preciado que tiene, rogando para que la perdonen su vida y así poder salvar a su hija, pidiendo perdón a su esposo debido a que gracias a que ella insistió él fue a donde su familia y por eso ahora se encontraba desprotegida sin nadie que la pudiera salvar, ella cierra sus ojos y al momento escucha el impacto quedando sumergida en la oscuridad mientras que de sus ojos caían lágrimas de dolor.

El joven que trataba de impedir que la asesinaran disparo a aquel que la iba a matar acabando con la vida de él, pero esto no impidió que aquel hombre disparara a la hermosa mujer que protegía a su hija con su vida, mientras lamenta lo sucedido.

Sus compañeros ingresan al lugar mientras observan al desastre ocurrido allí, le pide al joven tomar la evidencia y después tomar a la mujer y terminar de desaparecerla, este así lo hace notando que la mujer aún tiene pulso lo que lo hace pensar que si la deja en un lugar donde pueda ser hallada esta pueda salvarse, ya con esos pensamientos se la llevan.

Mientras un hombre agobiado en la tristeza más profunda ha perdido el brillo de su mirada al escuchar el fuerte sonido de un impacto de bala y escuchar las palabras “está muerta” aún resuenan en su mente mientras lagrimas gruesas se deslizan por sus mejillas sintiendo un gran dolor en su pecho, su primo trata sacarlo de su trance

mientras este maniobra en su auto tratando de escapar de aquellos que los persiguen sin lograr escapar al sentir el fuerte impacto y el vehículo comienza a dar vueltas yéndose contra un gran muro dejándolos completamente

inconscientes perdiéndose en la bruma oscuridad.

Lizandro Monroe.

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